ALEJANDRO GAVIRIA

Alejandro Gaviria responde a la lluvia de críticas que recibe: "Soy de extrema coherencia"

Alejandro Gaviria, candidato a la Presidencia, dice que “quienes ponen en riesgo la unión del centro son los que insisten en vetos, exclusiones y generalizaciones a un partido que ha tenido incidencia transformadora”.

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Alejandro Gaviria, candidato a la Presidencia. | Foto: Felipe Cazares, Especial para El País

7 de nov de 2021, 07:05 a. m.

Actualizado el 18 de may de 2023, 10:32 a. m.

Justo cuando cumplía dos meses recorriendo el país en busca de firmas de respaldo para su candidatura presidencial, Alejandro Gaviria comenzó a vivir la semana más intensa desde que dejó la rectoría de la Universidad de Los Andes para saltar a la arena política.

Lo paradójico es que él mismo fue quien desató la tormenta.

“No salió bien, no encontré ánimos de unión ni siquiera para una consulta en marzo. Será siempre muy difícil unirse alrededor de una pretendida superioridad moral, de los señalamientos y las suspicacias”, dijo en un mensaje de 2:40 minutos de duración que publicó el 28 de octubre en su cuenta de Twitter y que hasta el pasado viernes sumaba 141,9 mil reproducciones.

Y ahí fue Troya. No tanto porque un pausado Sergio Fajardo le contestó en otra grabación de 2:09 minutos: “Tuve un impulso de salir con indignación a responder las declaraciones de Alejandro Gaviria sobre la Coalición. Pero esa rabia solo reduciría la posibilidad para todos y no solucionaría nada. Debemos evitar maltratarnos y empezar a mandar los mensajes correctos al país”.

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Ni tampoco porque el exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, quien también está recogiendo firmas como independiente para la Presidencia, terció en el tema e invitó a Gaviria a conformar “la coalición de la experiencia” junto con Enrique Peñalosa y Federico Gutiérrez, también aspirantes a ser los sucesores de Iván Duque en la Casa de Nariño.

Más bien fue Gutiérrez quien le terminó de alterar los ánimos a Gaviria y viceversa, luego de que el exrector de Los Andes dijera que el exalcalde de Medellín “representa este Gobierno, las ideas del Ejecutivo actual. Él representa el continuismo en Colombia”, atizando una discusión que había iniciado a finales de septiembre.

Por respuesta, quien es conocido como ‘Fico’ le escribió en su cuenta de Twitter el Día de las Brujas: “Alejandro, con vos ha nacido un nuevo extremo político, la EXTREMA INCOHERENCIA. Hablabas de unión y estás dividiendo más que Petro. Continuismo es representar a los mismos políticos y las élites de siempre, como vos. Quítate el disfraz, yo seguiré siendo el mismo de siempre”.

Total, no han sido días fáciles para Gaviria, que con un dejo de nostalgia estuvo en Cali el pasado sábado presentando su libro ‘En defensa del humanismo’, una compilación de discursos que en su gran mayoría pronunció cuando era un académico que, tras un año de confinamiento, llama a “estar siempre dispuestos a cambiar de estrella o de camino, a no caer en la tentación del odio, el fanatismo, la inquisición o la justificación de la violencia”.

Tal vez por eso, tras dos meses como aprendiz de político en campaña, sigue preocupado por el lenguaje, por la palabra mal dicha, y prefiere hablar poco y pensar una y otra vez sus respuestas.

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¿Es consciente de que su mensaje después de la reunión con la Coalición de la Esperanza generó una ola de desencanto entre quienes esperan que haya una candidatura fuerte de centro? ¿Tal vez se precipitó al hacer esa declaración?

Soy consciente de la preocupación, comparto la preocupación ciudadana y también soy consciente de que la responsabilidad es compartida. El mensaje fue eso, un llamado a comprender el trascendental momento que vivimos. Quisiera hacer eco al llamado que hiciera Ingrid Betancourt a trabajar por un centro amplio sin vetos e incluyente.

Este miércoles, después de hablar con Juan Manuel Galán, miembro de la Coalición, usted se comprometió a “trabajar denodadamente para encontrar caminos de encuentro” con las otras corrientes del centro. ¿Hasta dónde llegará en ese propósito, tendrá algún plazo esa búsqueda?

Tenemos que trabajar con sentido de urgencia, los plazos los impone el calendario electoral, no tenemos mucho tiempo.

¿Qué les responde a quiénes dicen que usted, Fajardo y otros líderes del centro están poniendo sus egos y deseos personales por encima de la “necesidad” de que el próximo Presidente no sea ni de la extrema izquierda ni de la extrema derecha?

Yo no me metí en la política por una ambición personal, soy depositario de una confianza pública. Una de mis responsabilidades es unir el centro político y en eso estoy. Armar consensos no es fácil, particularmente cuando se trata de hacerlos con personas que llevan tanto en el escenario político. También es bueno señalar que una consulta no implica consensos definitivos. En el fondo, es un acuerdo para competir entre proyectos compatibles.

Desde un ala de la Coalición se ha dicho: Bienvenido Gaviria, pero sin Gaviria, en alusión al expresidente liberal. ¿No está poniendo en riesgo un posible acuerdo al aceptar el apoyo de quien ha sido muy cuestionado por darle un manejo clientelista al Partido Liberal?

Mi campaña es independiente, no tiene dueño. Creo que quienes ponen en riesgo la unión del centro son aquellos que insisten en los vetos, las exclusiones y las generalizaciones facilistas acerca de un partido que ha tenido históricamente una incidencia transformadora. Además, puntualicemos, hay miembros de la Coalición de la Esperanza que han hecho parte de la clase política tradicional.

En ese mismo sentido, el senador Velasco, disidente liberal, dijo: César Gaviria le pide a su bancada que recoja firmas para Alejandro Gaviria, mientras Alejandro Gaviria evita tomarse fotos con el expresidente. ¿Qué responde?

De Luis Fernando Velasco solo recuerdo cuando iba al Ministerio de Salud a pedir puestos.

Usted dijo que a Gustavo Petro le tiene miedo no por la acción sino por la inacción. ¿A qué se refiere?

Lo que digo es que a Petro le falta capacidad para poner en práctica las reformas que necesita el país. Le falta método, le falta rumbo y es incapaz de hacer equipos.

¿Qué piensa cuando Federico Gutiérrez lo señala de ser de “extrema incoherencia” y de estar dividiendo y no uniendo el centro?

Todo lo contrario, soy de extrema coherencia. El centro político es liberal, progresista y no representa el continuismo.

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Ante la expectativa por su posible candidatura, se esperaba que, al hacerse efectiva, subiera en las encuestas, lo cual no ha sucedido. ¿Le preocupa esa situación?

Llevo un par de meses en la arena política, y estoy en el mismo margen de quienes llevan años en campaña. Vamos bien, venimos sumando confianza en todo el país, muy pronto alcanzaremos nuestra meta de recolección de firmas.

A propósito, ¿qué ha sido lo más difícil desde que dejó la academia para buscar la Presidencia?

Conectar el mundo de las ideas, de la academia, con el mundo de la política, no es fácil. Pero lo realmente difícil ha sido soportar y lidiar los ataques, las redes de mentiras y enfrentar las máquinas de desinformación.

¿Cómo va el proceso de recolección de firmas, cuántas lleva y cuántas aspira a sumar?

Va bien, llevamos un poco más de 600 mil. Queremos llegar a más de un millón. Las firmas las vamos a recoger, no me queda ninguna duda.

¿Tendrá candidatos propios a la Cámara o al Senado?

No, no tendremos candidatos. Es un movimiento todavía en construcción. De allí la importancia de las coaliciones, de ir generando consensos políticos desde la campaña. Es contradictorio a veces que se le exija a un candidato que se aleje de los partidos, pero que logre la gobernabilidad necesaria para las reformas.

Los jóvenes son sus mayores seguidores, pero los que menos votan. ¿Cuál es el mensaje para ellos?

Mi vida como académico tuvo un énfasis, una obsesión: la educación y la movilidad social. Yo estoy aquí porque quiero concentrarme en la construcción de un país más justo, en el cual la educación o la riqueza de los padres no determine un destino, no decida la vida. Ese es mi mensaje para los jóvenes, mi compromiso con la generación de oportunidades.

De ser elegido Presidente, ¿cuál sería ese tema que marcaría la diferencia en su gobierno?

La generación de oportunidades para todos, que empieza por resolver la gran crisis educativa del presente. Deseo también que Colombia sea un ejemplo para el mundo en sostenibilidad, en reconciliación y en el trato a los migrantes. Un país más justo, más decente y más digno.

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