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En 2018 ocurrieron 26 accidentes que dejaron muertos o heridos en la recta Cali - Palmira. Este año van 19. | Foto: Jorge Orozco / El País

MOVILIDAD

Recta Cali - Palmira, una de las vías más peligrosas de Colombia

En apenas año y medio, en la vía han muerto 27 personas en accidentes viales. Exceso de velocidad, entre las principales causas. Desde que Invías asumió el manejo de la carretera en octubre de 2018, no hay servicio de ambulancias y grúas. Tampoco mantenimiento arbóreo. Hurtos, otra amenaza.

2 de junio de 2019 Por: Santiago Cruz Hoyos / editor de crónicas y reportajes 

La cruz está ubicada a unos cuantos metros del peaje, en el sentido Palmira – Cali, a orillas de la carretera. Es blanca. Apenas hay un nombre inscrito, Karol S. Jiménez Celis, y una fecha: marzo 25 de 1989 – octubre 18 de 2008. Alguien dejó allí algunas flores artificiales. Parece que fue hace poco. Las flores están nuevas.

Más adelante, en medio de la maleza, justo al lado de un puente peatonal que es atravesado como si nada por algunos motociclistas para cambiar de un sentido a otro (Palmira - Cali – Cali - Palmira) hay otra cruz.

Los conductores no se fijan en ellas. No tienen cómo. Pasan de largo a toda velocidad. El límite permitido es de 100 kilómetros por hora, pero en la zona algunos se atreven a acelerar mucho más. El Secretario de Tránsito de Palmira, Erminson Ortiz, dice que hace unos días un joven murió estrellado en cercanías a Mulaló. La última velocidad que registró el tacómetro del vehículo fue de 171 kilómetros por hora.

Quizá si los conductores advirtieran las cruces levantarían el pie del acelerador. En el año 2018 en la recta Cali – Palmira murieron 18 personas, según las estadísticas de la Policía de Carreteras. En los primeros 5 meses de 2019 han fallecido 9, en las cuentas de la Secretaría de Tránsito de Palmira; 27 muertos en año y medio. El conteo de los heridos llega a 84.

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Es miércoles, sobre la vía llueve, y sin embargo algunos conductores sobrepasan el límite de los 100 kilómetros por hora permitidos. El carro de este diario se queda rezagado.

Lo de la velocidad excesiva confirma un hallazgo de Rommy Schnaider Cano, perito de accidentes viales, quien ha reconstruido varias de las tragedias ocurridas en la recta.

Según sus investigaciones sobre los accidentes, los conductores que por algún motivo tienen afán al salir de Cali o de Palmira – un vuelo internacional, una entrevista de trabajo, un partido de fútbol - tienen la idea que, al ser la recta una carretera rápida, “pueden recuperar el tiempo perdido, acelerando”.

– Lo he escuchado en los testimonios que recojo para reconstruir los accidentes. La mentalidad es que en la recta “rinde más” y por eso sobrepasan los límites de velocidad, llegando a los 120 e incluso superando los 150 kilómetros por hora. Si usted va a 100 kilómetros por hora, es algo así como avanzar 28 metros en apenas un segundo. Con otro riesgo: algunos conductores utilizan el celular mientras conducen por la recta.

Un agente de policía que recorre la carretera a diario asegura que la recta es “traicionera”: como no hay curvas, y se maneja a una velocidad constante, un mismo ritmo, “es como si la vía te arrullara”.

El psicólogo experto en tránsito, Silvio Rebolledo, quien ha recorrido el Valle del Cauca en moto, lo explica de otra manera: la recta Cali – Palmira aparentemente tiene tan buenas condiciones (carriles amplios, curvas mínimas, casi imperceptibles) que la percepción del riesgo disminuye.

– Los conductores se confían. Asumen que no hay obstáculos como para medir la velocidad y comienzan a realizar maniobras que se salen de lo admitido. Esa confianza crea habituación, y la habituación genera automatismos: conducir sin ser muy consciente de lo que se está haciendo.

Pero la recta no solo es una vía donde conduce gente de afán o con exceso de confianza. También cansada.

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En la estación de la Policía de Carreteras de Palmira, con las estadísticas de accidentalidad a la mano, el mayor Hernán Carvajal, jefe de la seccional de tránsito y transporte, asegura que una buena parte de los accidentes ocurren por microsueños.

– Esta es una carretera muy transitada tanto por las personas que viven en Cali como en Palmira. Hay quienes laboran en alguna de estas ciudades, y residen en la otra. Por lo tanto madrugan mucho o trasnochan, lo que hace que conduzcan sin haber descansado lo suficiente.

El diseño de la carretera tampoco es “amigable” con la seguridad de los conductores, dice Erminson Ortiz, el Secretario de Tránsito de Palmira. El problema está sobre todo en el separador a lo largo de los 22 kilómetros de la recta, donde hay sembrados unos 6.000 árboles, entre ellos ficus.

Es una especie de madera de densidad intermedia (dura, por lo menos para un choque con un carro), de raíces superficiales y extendidas, lo que afecta las condiciones del pavimento, y además susceptible a ataques de plagas y hongos que pudren la madera, lo que hace que el árbol pueda caer sobre la carretera, como sucedió en febrero pasado: dos motociclistas murieron después de que un árbol les cayó encima.

– Es una discusión que hay que plantear con urgencia: la de qué especies deben estar sobre este separador vial que disminuyan los riesgos para los conductores – dice el ingeniero forestal de la CVC, Luis Alfonso Guzmán.

Apenas el pasado sábado 25 de mayo ocurrió un accidente a la altura del peaje de Palmira. Un campero marca Mitsubishi de placas MIK-437, conducido por Luis Javier Jiménez Botero, se volcó impactando los árboles del separador.

El psicólogo experto en asuntos de tránsito, Silvio Rebolledo, ha estudiado otro fenómeno que ocurre con los árboles a lo largo de la recta: dependiendo de la posición del sol durante el día, en los carriles inmediatos al separador se pasa constantemente de luz a sombra.

– Como la vista necesita un tiempo de adaptación entre la luz y la sombra, una persona que va manejando durante diez minutos bajo estas condiciones - luz, sombra, luz, sombra- puede alterar su percepción de la carretera. De alguna manera pasar de luz a sombra de manera constante podría engañar al cerebro.

Desde octubre de 2018, cuando se terminó la concesión vial de la recta, por cierto, el manejo de la misma quedó bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Vías, Invías. Desde entonces, asegura el Secretario de Tránsito de Palmira, Erminson Ortiz, no se ha hecho un mantenimiento arbóreo adecuado.

A través de un correo electrónico, el ingeniero Juan Esteban Romero, Director Operativo de Invías, lo confirmó: “Con los contratos de mantenimiento rutinario, se adelantan labores únicamente de rocería y poda, básicamente con el objeto de permitir visibilidad de señales verticales y de algunas ramas que presentan riesgo y que no se encuentren a gran altura. Normalmente el Instituto no adelanta trabajos de mantenimiento fitosanitario debido a que esta actividad requiere personal especializado”.

Desde que el Invías asumió el manejo de la recta tampoco hay ambulancias (en la concesión se contaba con dos), ni grúas, ni carros – taller para auxiliar a los conductores varados.

Al respecto, el Director Operativo del Invías escribió: “con el fin de garantizar un adecuado servicio a los usuarios, se estructuró un programa de Gestión y Mantenimiento Vial Integral para el mantenimiento de la infraestructura y para garantizar servicios al usuario. Para ello se encuentra abierto el proceso licitatorio LP-DO-SRN-016-2019, que puede ser consultado en la página de contratación estatal. Las principales actividades que se desarrollarán son administración vial, mantenimiento rutinario, mantenimiento periódico, atención de emergencias, atención al usuario a través de ambulancia, grúa y carro taller, mejoras en la señalización y seguridad vial e información al usuario a través de páneles LED, entre otros”.

Es decir que de momento, mientras finaliza el proceso de licitación, aún no se ofrecen estos servicios, lo que preocupa a las autoridades de Palmira.

En el municipio, el año pasado se reportaron 83 personas fallecidas en accidentes de tránsito, y casi la mitad, según las estadísticas de la Secretaría de Movilidad, ocurrieron en carreteras nacionales que están en su jurisdicción pero bajo la responsabilidad del Invias.

– La relación con el Instituto es escasa. En Palmira tenemos un comité municipal de seguridad vial y hacemos el análisis de la accidentalidad donde informamos que muchos de estos siniestros suceden en vías nacionales e invitamos al Invias para tomar medidas preventivas, pero no hacen presencia - dice el Secretario de Tránsito Erminson Ortiz.

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La vida en la recta no solo está en riesgo por los accidentes viales. Una oficial de policía que vive en Cali pero que trabaja en Palmira cuenta que desde hace unos meses, cuando sintió que la estaban siguiendo mientras se dirigía en moto a su trabajo vestida de civil, tomó la decisión de viajar por la carretera pero uniformada.

– El punto más crítico para la seguridad es el último tramo, entre el peaje y la entrada de Palmira. Es una zona que no está iluminada y los ladrones aprovechan eso en la noche o a la madrugada para atracar a los motociclistas o a los pasajeros de los buses y huir por los cañaduzales.

A Marcela, una periodista de este diario, y al resto de los pasajeros que se dirigían hacia Palmira, los atracaron a eso de las 7:00 de la noche en septiembre pasado, a la altura del kilómetro 17, en inmediaciones al Centro Internacional de Agricultura Tropical, Ciat.

– Al ayudante del bus le pegaron en la cabeza con una de las armas. A los pasajeros nos robaron celulares, bolsos, computadores, joyas, además del producido del bus. Cuando se bajaron, los ladrones hicieron 3 ó 4 disparos, para atemorizarnos. Yo logré esconder mi celular y empecé a llamar a la Policía. No me contestaron. Entonces llamé a los Bomberos, y su respuesta fue: “lo sentimos, esto no corresponde a nuestra función”. Todo esto me causó más indignación que el mismo atraco. Estamos solos en la recta – dice Marcela.

El pasado martes 28 de mayo un conductor de servicio público que iba como pasajero en un bus con destino a Cali, fue asesinado durante un atraco.

Según la Policía, dos ladrones se subieron al bus a la salida de Palmira, en inmediaciones a una panadería. Otros dos asaltantes los seguían en moto. Antes de llegar al peaje, los delincuentes robaron a los ocupantes del vehículo con armas de fuego. En medio de todo uno de los ladrones disparó y asesinó al conductor que viajaba como pasajero.

Debido a que no hay ambulancia en la carretera, los policías que atendieron el caso debieron llamar a la ambulancia de los Bomberos Voluntarios de Palmira. Los delincuentes, por su parte, huyeron en moto por los caminos que conectan a las veredas de la zona (La Dolores, Palmaseca, La Herradura). Las cámaras de seguridad de la panadería donde se habrían montado al bus lograron captarlos. Ya hay algunos retratos hablados. Por información que permita su captura, las autoridades ofrecen $10 millones.

En el último año y medio son 9 los robos masivos denunciados en la peligrosa recta Cali – Palmira.

Mantenimiento arbóreo, sin doliente

Según el ingeniero Juan Esteban Romero, Director Operativo del Instituto Nacional de Vías, Invias, el mantenimiento que requieren los árboles de la recta Cali - Palmira exige personal especializado, “y por lo tanto el Invías no los adelanta. Esta actividad solo se ha ejecutado en la carretera Paso nacional por Palmira a través del contrato 3111 de 2013, el cual se ejecutó entre 2013 y 2014”...

Es decir: no hay quién se responsabilice del cuidado que requieren los árboles del separador de la recta para garantizar la seguridad de los conductores.

El Invías, explica el ingeniero Romero, “ ha realizado labores de rocería en zonas laterales y separadores, actividades que son programadas por el administrador vial en coordinación con los funcionarios de la Territorial de acuerdo a las necesidades de las vías, según la medición que se realiza de indicadores de mantenimiento, lo cual determina la periodicidad de la actividad”.

En el Valle del Cauca, actualmente, Invías tiene el manejo de 584 kilómetros de red vial. Para hacerles mantenimiento, se establecieron 9 contratos, con 127 trabajadores.

“Los trabajos de mantenimiento rutinario incluyen dentro de sus actividades la rocería tanto de las zonas laterales como de los separadores en aquellas vías en doble calzada, y se miden unos indicadores relacionados, entre otros, con la altura máxima de la vegetación, lo cual está ligado a la periodicidad de la rocería. Para el caso particular de la vía Cali – Palmira se tienen 2 contratos de mantenimiento rutinario con 26 personas adelantando esta actividad”, agrega el ingeniero Romero.

De otro lado, la vía requiere inversiones en infraestructura, como la iluminación en varios tramos, trabajos que, en teoría, debería hacer el Invías.

Una de las alternativas que se han planteado es realizar una nueva concesión y que el nuevo administrador de la carretera realice las obras.
Igualmente, el Secretario de Tránsito de Palmira, Erminson Ortiz, asegura que es necesario que en la recta se instalen cámaras de foto detección (fotomultas), como una manera de prevenir el exceso de velocidad, una de las principales infracciones cometidas sobre la vía y que sin embargo no figuran en las estadísticas de los comparendos impuestos.

También, dice, es urgente que se incrementen los operativos de control a lo largo de los 22 kilómetros de la vía.

De acuerdo a los reportes de la Policía de Carreteras, en lo que va del año en la recta Cali - Palmira se han impuesto 360 multas por no portar licencia, 331 por no tener la revisión técnico mecánica al día, 41 por licencias vencidas.

Silvio Rebolledo, psicólogo experto en tránsito, advierte también que las autoridades “no están vigilando como deberían que los centros de reconocimiento de los conductores estén haciendo una labor efectiva para declarar como apto para conducir a quien realmente lo esté”.

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