De Memel y Tutina
Una amiga mía, línea 55 años, bachiller del Mary Mounth, me juró...
Una amiga mía, línea 55 años, bachiller del Mary Mounth, me juró ayer que Pilar Castaño influyó con su libro Hombres en el espejo para que Juan Manuel Santos volara a comprar ropa a Londres. Que lo convenció de que cambiara el vestuario porque Mockus, Petro y Rafael Pardo le dieron lecciones de buen vestir en la campaña. En Bogotá, en cien corrillos de politólogos, en mil peluquerías y reuniones cocteleras discuten esta tontería: ¿A que viajaron Memel y Tutina a Londres? Los antisantistas dicen que fueron a tomar cursos acelerados de inglés. Si es así, los aplaudo y lo de Memel & Tutina lo dicen sus íntimos y yo no figuro en ese elitista palco.Por los lados del santismo triunfante, dicen que el casi Presidente será recibido en Londres por la Reina de Inglaterra y que en París lo espera la modelo y primera dama de Francia, Carla Bruni, con su esposo, el odioso Niko Sarkozi. Los supersantistas defienden el tour presidencial, dicen que es para callarles la boca a las camarillas que en Europa atacaron a Álvaro Uribe.Según el caleño y posible ministro Federico Rengifo, Memel y Tutina tienen derecho a un descanso para enfrentar a Piedad Córdoba, Gustavo Petro, César Gaviria y al Polo Democrático que serán oposición. Yo, como residente en Bogotá, digo que el viaje de la pareja presidencial es una fuga porque su edificio del barrio Rosales estaba rodeado, día y noche, por centenas de aspirantes a las mieles del poder. No hay puestos para tantos, esperen la reeleccion, es una cartulina con letras rojas grandísimas que puso la psicóloga Shaen Navia, amiga y vecina de Memel & Tutina en el edificio.Dejemos tranquilos a quienes patrióticamente, por amor a Colombia, quieren burocracia, carro y viajes al exterior al salir Uribe. Llegó la hora de voltear la tortilla... Llevamos ocho años en el desierto, me dijo un amigo doctorado y liberal gavirista en el desempleo. Supe que de Cali les caen 37 llamadas diarias a Federico Rengifo y a Orlando Sardi, asesores cercanísimos de Santos, para ofrecerse como viceministros o diplomáticos en Argentina, México o en Uruguay.Años atrás en Bogotá escuché a Gustavo Balcázar esta frase: Detrás de todo colombiano hay un diplomático escondido. Buena frase y ciertísima, porque la diplomacia es dura pero es más duro trabajar. Oh Juan Manuel quién te ha visto y quién te ve, ¡ya es Presidente y hace cinco años lo empujaban para que al menos fuera embajador!