Columnistas
La paz de los pastores
¿Cuál es la perspectiva que se viene encima de los colombianos con un inepto marxista para manejar un gobierno que fracasa ostensiblemente en la cuestión vital de la paz, y permite que la violencia se imponga en medio país?
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26 de dic de 2025, 12:49 a. m.
Actualizado el 26 de dic de 2025, 12:49 a. m.
Ya no hay pastores. Los rebaños de ovejas en un campo verde, ya no existen. Tampoco hay una flauta de pequeños carrizos que llevara un ritmo luminoso y fresco por la pradera. Por cierto, era allí donde florecía la paz y se tornaban las gardenias y las rosas en pequeños espacios de luces y colores. Y de vez en cuando el balido agudo de las ovejas dejaba la sensación de que aun estábamos en aquel paraíso que el hombre fue perdiendo.
Cuántas cosas se fueron perdiendo imperceptiblemente. Recuerdo que mi madre me mandaba los 24 de diciembre con una bandeja a las distintas casas de familias amigas a participar una muestra de la comida de la Nochebuena: buñuelos, desamargado, hojaldas o torrejas que yo, en el camino de vez en cuando me comía algo, sin que nadie lo notara. Y a su vez esas familias devolvían otros manjares, de los cuales también pellizcaba mi amigo y compañero que los llevaba.
Cómo era de grato acostarse temprano porque el Niño Dios venía en camino por los aires y allí, bajo el sueño circunstancial, las almohadas aparecían con paquetes que eran nuestro fulgor de la vida y el ensueño real, que respondía a la súplica silenciosa que hacíamos en nuestras oraciones, pidiendo un regalito especial que a veces podía ser un triciclo o una bicicleta. La felicidad recorría el amor del padre y de la madre y del niño que se había manejado bien.
Sí, era hermoso además poder viajar por pueblos y ciudades y en cada uno de ellos siempre encontrarse con una sonrisa. O muchas a decir verdad, porque las sonrisas borraban la pobreza y le daban encanto a las gentes. En realidad ninguno de los que por allí hacía esas pequeñas andanzas era un rico. Pero no se odiaba a nadie y se entendía la dulzura de la vida al pie del trabajo. Y venía el progreso de los pueblos, de las universidades y centros de salud y de las carreteras y de los servicios públicos, que siempre estaban mejorando. Así mismo llegaba el embellecimiento y progreso de los tales pueblos y ciudades.
Todo eso pasaba, antes de llegar la lengua encebollada del tal Petro, levantando mentiras y creando el odio sideral de clases, a través de discursos fementidos y gastos desaforados del presupuesto público. Ah, es que así son los comunistas que entran con el discurso de la democracia, pero con las costumbres viciosas y abusivas de los dictadores que aman el poder para perpetuarse en él, en medio de sus vicios y negocios sucios.
¿Que cómo ha sido este gobierno? Allí están los parientes cercanos de Petro que violaron la ley de financiación de las campañas recogiendo dineros sucios e hicieron en su nombre pactos en favor de los criminales. Ministros y altos funcionarios que van a la cárcel por el manejo abusivo de los recursos del Estado. Así mismo aparece el desmedido crecimiento de la deuda pública y reformas tributarias para hacer demagogia en busca de consolidar ese poder a base de sus conocidos discursos marcados por una acción política que le está prohibida por la Constitución.
Ese pasado inmediato de la paz del que hablé, se fue desapareciendo en este gobierno, mientras iba creando los odios e infundiendo una política en pos de sus propios beneficios. Esa política, por supuesto, está inspirada en aquellas prácticas revolucionarias que fueron surgiendo en Rusia y posteriormente en lo que se llamó la Cortina de Hierro. No era la conquista de otras realidades democráticas, sino la dictadura de una camarilla que había logrado imponerse con mano de hierro. Sé además cuánto horror supone el régimen de Nicaragua. Y también sé que si no avivamos nuestra conducta, estaremos comenzando esa era malhadada en esta patria.
¿Cuál es la perspectiva que se viene encima de los colombianos con un inepto marxista para manejar un gobierno que fracasa ostensiblemente en la cuestión vital de la paz, y permite que la violencia se imponga en medio país? Petro y Cepeda, camuflado miembro del partido comunista en busca del poder con engaños y presupuesto de la nación. Petro ha demostrado de sobra esa ineptitud en el manejo del Estado; pero sobre todo se ha empeñado en levantar aquel odio intransigente de clases, detrás del cual viene Cepeda con su doble apariencia de defensor de derechos humanos, pero abigarrado comunista de escuela y experiencia que heredó de sus padres. Si para nuestro mal llegasen a ganar con sus manidas elucubraciones, no habrá paz ni progreso, que serían sin duda cosas del pasado.
No, ya no existen los pastores, ni las ovejas, ni las sonrisas. Todo se irá al infierno, si no tenemos un giro de conciencia colectiva que pueda ganar democráticamente el derecho a sonreír y esperar los frutos del trabajo, que son la paz. Alerta compatriotas. Y estoy con Paloma. La paloma de la paz y el progreso.
@BaronaMesa

ha desempeñado puestos públicos como juez del Circuito, Conjuez del Tribunal de Cali, Secretario de Gobierno de Cali y alcalde encargado, embajador de Colombia en Polonia y en la ONU. Ha sido delegado a varias conferencias internacionales como la OIT en Ginebra
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