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Sean Connery, actor británico. | Foto: Agencia AFP

ENTRETENIMIENTO

Sean Connery: adiós al último Caballero y el más entrañable James Bond

Despedida al ganador del Óscar e inolvidable Agente 007, Sean Connery. Un repaso a su vida, desde lechero y pulidor de ataúdes hasta Caballero de la reina y hombre más sexy del siglo.

1 de noviembre de 2020 Por: Redacción de El País y AFP

1. Pulidor de ataúdes

“Me gustan las mujeres. No las entiendo, pero me gustan”, dijo alguna vez Sean Connery, cuya vida sentimental dio muchos giros inesperados desde que perdió su virginidad, a los 14 años, con una mujer mucho mayor que él.

Proveniente de una familia de clase obrera, hijo de una limpiadora y un camionero, no siempre fue dandy, agente secreto, Caballero de su majestad y aficionado al martini ‘mezclado, no agitado’.

Antes de llegar a ser considerado unos de los mejores actores de todos los tiempos, y el 007 más entrañable para millones de cinéfilos, Sean Connery fue lechero en Edimburgo. También fue albañil. Por un tiempo siguió los pasos de su padre como camionero; fue guardaespaldas y socorrista, repartidor de carbón, sin olvidar su periodo como barnizador de ataúdes. Simplemente roles, iguales a los de un actor.

Empeñado en superar la delgadez de su larga figura, ingresó a cursos de culturismo gracias a los cuales, en los años 50, obtuvo sus primeros papeles, en musicales londinenses y luego en cine, hasta que las novelas de Ian Fleming (creador del personaje de James Bond, el agente 007 del servicio secreto británico) se atravesaron en su camino.

Fleming eligió ese nombre, James Bond, por el autor de un libro sobre aves. Es decir que el James Bond original fue ornitólogo, pues Fleming quería darle a su personaje “una personalidad lo más anónima posible”.
Pero lejos de tal anonimato, el 007 fue para Sean Connery fuente de consagración y fama inconcebibles para su tiempo, pues en una era sin Internet, sin redes sociales, sin retoques digitales, fue conocido, amado, admirado y deseado en los confines de la tierra.

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Luego de su éxito como 007 pasó a personajes de mayor exigencia dramática hasta ganar el premio Óscar, en 1987, por ‘Los Intocables’, de Brian de Palma. Y como al comienzo de su vida laboral, marcada por la multiplicidad de oficios, en el cine fue arqueólogo, rey, ladrón y hasta sacerdote que resuelve misterios en ‘El nombre de la rosa’.

Por supuesto el papel que nunca lo abandonó hasta su muerte, y sin límite de edad, fue el de ‘hombre vivo más sexy’ y ‘hombre más sexy del siglo XX’ (Revista People).

Como amante y pareja, fue igualmebte cambiante: Carol Sopel, Julie Hamilton, Maxine Daniels (jazzista casada y con una hija), Diane Cilento (esposa 1), Roquebrune Micheline (esposa 2), entre tantas otras pasiones; pero en cada papel, rol, oficio o amor, Sean Connery era el tipo de estrella que deja al mundo en penumbras cuando se apaga.

2. Agente 007

Ian Fleming, autor de la serie original de 12 novelas de James Bond, pensó que “ese nombre breve, desprovisto de romanticismo, y anglosajón, pero muy masculino, era justo lo que necesitaba”.

Y fue justo en Jamaica durante 1961, donde se rodó la primera película de James Bond, ‘Doctor No’, que apareció por primera vez Sean Connery en el papel del famoso espía inglés. Tenía 31 años y, según coleccionistas de anécdotas cinéfilas, llevaba 10 años usando peluca. Pero esto no impidió que su atractivo cautivara en la gran pantalla, pues el actor siguió transmitiendo un poderoso sex appeal hasta el final de su vida.

Se sabe que Ian Flemming, quien pertenecía a la aristocracia inglesa, tuvo una mala primera impresión cuando escogieron a Sean Connery para interpretar a su personaje. Pensaba que un escocés, de clase trabajadora y rudo -literalmente con pelo en pecho-, no podría transmitir el refinamiento de la clase alta, el buen gusto y la flema británica que caracterizan a James Bond. Pero el escritor se equivocó. La actuación de Connery convenció no solo a los ingleses plebeyos, también a la misma reina Isabel, y en ese momento tuvo entre sus mayores admiradoras a la princesa Margarita, una de las censoras del buen gusto inglés.

Solo hasta el año 2000, después de una larga carrera, la realeza británica y el gobierno inglés concedieron a Connery el grado de ‘Knight Bachelor’ y el título de ‘Sir’, como reconocimiento a su actuación en James Bond, un personaje con el que capturó la esencia de la cultura inglesa.

Aunque The Times destrozó la película (como “un gran y enorme masmelo peludo” describió al actor) y el Vaticano la condenó por ser “una peligrosa mezcla de violencia, vulgaridad y sexo”, ‘Doctor No’ recaudó 54 veces su costo de producción y convirtió a Sean Connery en un ícono de los años 60, que luego participaría en otras películas más de la saga como ‘De Rusia con amor’ (1963), ‘Goldfinger’ (1964), ‘Operación trueno’ (1965), ‘Solo se vive dos veces’ (1967).

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Por su parte, Ursula Andress, la primera chica Bond, recordada por la escena donde emerge del mar en un bikini, votada ese año en el Reino Unido como la mejor escena sexy, declaró que “ese bikini hizo de mí un éxito (...), me dio la libertad de escoger mis roles futuros y volverme independiente financieramente”.

Para esta época, el actor se sentía cansado de su personaje y decidió dedicarse a otros proyectos menos comerciales, por lo que la siguiente película de James Bond, ‘On Her Majesty's Secret Service’, de 1969, tuvo la participación en el protagónico de George Lazenby, cuya actuación no fue bien recibida por un público acostumbrado al rostro y la voz de Sean Connery. Aunque tuvo éxito en taquilla, esa sería la única película con Lazenby de la saga. Por ello, los productores convencieron a Connery de retomar su papel como James Bond, y un poco resignado aceptó protagonizar ‘Diamonds are forever’, de 1971.

Si se cuenta la película de 1983 ‘Nunca digas nunca más’, una versión no oficial producida por Warner Bros y no por Eon Productions dueña de la saga original de James Bond, pero donde también actuó Sean Connery, entonces él sería quien más películas ha protagonizado de la saga, con un total de 7, empatado con su amigo Roger Moore, quien lo reemplazó en el protagónico entre 1973 y 1985, actuando en otras 7 películas de la franquicia. Los acompañan Pierce Brosnan en otras 4 entregas, y el más reciente, Daniel Craig, quien ha participado en las últimas 5 películas.

Al conocerse este sábado la noticia del fallecimiento de Sean Connery, desde la cuenta de Twitter oficial del actor Roger Moore, fallecido el 23 de mayo de 2017, publicaron: “Qué infinitamente triste escuchar la noticia de la muerte de Sir Sean Connery. Él y Roger fueron amigos durante muchas décadas y Roger siempre sostuvo que Sean era el mejor James Bond de todos los tiempos”.

Según el libro ‘Historia freak del cine’, en una de las secuencias más memorables de Sean Connery como James Bond, en ‘Goldfinger’ (1964), se observa cómo cuando el espía sale del mar, abre su traje de buzo y resulta que lleva puesto debajo un perfecto esmoquin, completamente seco y sin arrugas. Por muy increíble que parezca esto, se ha descubierto que es posible lograrlo. De hecho, Ian Fleming quien realmente trabajó en el servicio secreto de Inglaterra en los años 50, sabía que en noviembre de 1941 un espía de la resistencia holandesa hizo exactamente eso para ingresar a un hotel donde tenían una fiesta los nazis, por ello decidió que su agente secreto también recreara el insólito episodio.

3. Un gran escocés

Cuentan que cuando Peter Jackson empezó a planear, a finales de los 90, la que sería su saga de ‘El señor de los anillos’, para el papel del mago Gandalf su actor ideal era Sean Connery, pero el escocés dijo: “Nunca entendí el libreto” (el mismo motivo por el que rechazó dos veces el rol de Morfeo en Matrix). Ni el 15 % de la taquilla que le ofreció New Line Cinema lo persuadió. Así que no todo fueron sabias decisiones en la carrera de Connery. De Gandalf habría ganado algo así como $450 millones. Lo mismo había sucedido con la tercera parte de Indiana Jones.

Recapacitando de sus errores pasados, aceptó tomar parte en La liga extraordinaria sin tampoco entender el libreto. El resultado fue tan infausto que aceleró su retiro y, pese a todo, este sábado 31 de octubre la noticia de su muerte desató un alud de homenajes.

“Crecí idolatrando a #SeanConnery”, escribió el actor australiano Hugh Jackman en Twitter calificándolo de “leyenda tanto dentro como fuera de la pantalla”, y es entendible pues en 2013, diez años después de su jubilación, fue elegido el actor británico preferido de los estadounidenses.

Solo su defensa del controvertido proyecto independentista en su Escocia natal molestó a algunos y, según se dice, retrasó hasta 2000 su reconocimiento por la reina Isabel II como Sir.

“Nuestra nación llora a uno de sus hijos queridos”, afirmó la primera ministra escocesa, la independentista Nicola Sturgeon, asegurando que “era una leyenda internacional pero primero y ante todo un escocés patriota y orgulloso”.

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Habrá una ceremonia privada seguida de un memorial en una fecha por determinar una vez que haya terminado la pandemia" , anunció su familia. Y es que la estrella, que se retiró del cine en 2003, había dividido sus últimos años entre la Bahamas, el sur de España y Estados Unidos. Sin embargo, su estado de salud le impedía viajar. Incluso cuando la justicia española lo citó a declarar en el marco de una investigación por corrupción urbanística que implicaba una de sus antiguas propiedades en la ciudad de Marbella. “No estaba bien desde hace algún tiempo”, dijo su hijo Jason Connery.

Quienes como Daniel Craig siguieron sus pasos en la piel del 007, encabezaron los homenajes a la leyenda.

Era “uno de los verdaderos grandes del cine”, afirmó este actor cuya última película como James Bond, ‘Sin tiempo para morir’, fue aplazada. Quién mejor que Craig para resumir la magia de Connery como actor: “El ingenio y el encanto que desplegó en la pantalla se podían medir en megavatios”.

Filmografía

Highlander (Los inmortales), de 1986.

El nombre de la rosa, película de 1986.

Los intocables de Eliot Ness, de 1987.

Indiana Jones y la última cruzada, de 1989.

Lancelot, el primer caballero, de 1995.

La liga de los caballeros extraordinarios, de 2003.

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