Los males que se están 'comiendo' la vía Panorama en el Valle del Cauca

Desde incontables huecos y falta de mantenimiento de zonas verdes hasta deslizamientos crónicos que cubren un carril entero son algunos de los problemas que afronta actualmente la vía Panorama, uno de los corredores de mayor afluencia de vehículos en el Valle del Cauca.

En total, la vía cuenta con una longitud de 195 kilómetros, divididos en dos tramos: de Cali a Mediacanoa, donde hay 53 kilómetros; y entre Mediacanoa y La Virginia, en Risaralda, sectores separados por 142 kilómetros de distancia.

El tramo menos traumático en cuanto a movilidad es entre Cali y Mediacanoa. Allí la malla asfáltica se encuentra en buen estado y permite el tránsito ágil de los vehículos.

No obstante, desde Mediacanoa hasta Ansermanuevo, que es el último municipio por el que pasa la vía en el Valle, las cosas son a otro precio. En este tramo hay un notorio desgaste lo que, según conductores, es un caldo de cultivo para que se registren accidentes de forma frecuente en este sector. 

El deterioro, explicó un empleado de uno de los peajes de la vía, se acentuó desde hace seis meses. “Como está cerrado el paso por Irra, Caldas, los tractocamiones se desvían por Risaralda y entran por Ansermanuevo. Era algo temporal, pero se volvió constante porque por aquí les sale el peaje más barato. Eso ha generado muchos huecos porque la capa de asfalto de la vía es muy delgada y no soporta tanto peso”, dijo el trabajador, quien prefirió omitir su nombre.

Este es, quizás, el menor de los problemas que puede tener el corredor, pues solo se presenta entre Cali y Mediacanoa. Sin embargo, desde octubre del año pasado, cuando se terminó la concesión de la malla vial del departamento, que estaba a cargo de la Unión Temporal Desarrollo Vial del Valle del Cauca y Cauca, la maleza empezó a crecer sin control y hoy hay zonas en las que supera los dos metros de altura. “Que el pasto esté tan alto se presta para que los ladrones se escondan y embosquen a la gente. Es un peligro que la vía esté tan abandonada”, dijo Eduardo García, un ciclista de Yumbo.

En el tramo que separa a Mediacanoa de Ansermanuevo hay más de diez avisos que advierten que esta es una vía de deslizmiento de rocas. Los avisos no mienten. De hecho, en el kilómetro 15 la tierra ya copó la totalidad de uno de los carriles de la vía, lo que dificulta la maniobrabilidad de los vehículos que, en ocasiones, se escapan de salirse de la vía por esquivar la montaña que amenaza con cubrir cada vez más terreno.

Benjamín Millán, un motociclista que utiliza a diario la vía para llegar hasta el municipio de La Unión, señaló que “el derrumbe siempre ha estado allí, la tierra ya se ha comido media vía y nunca le han metido mano para normalizar el tráfico. Aquí se ven muchos accidentes porque hay ocasiones en las que los carros frenan en seco y quienes van detrás no se percatan y se estrellan”.

Los huecos son una constante a lo largo del recorrido por esta vía nacional, pero su presencia se intensifica en el tramo que separa el sector de Mediacanoa y el municipio de Ansermanuevo.

José Federico Agudelo, un ciclista que recorre las vías del Valle, dijo que “la vía está en crisis, hay muchos huecos y eso dificulta mucho manejar. Aquí nunca se ve que hagan mantenimiento, esta es una carretera angosta y muchos carros por evitar meterse en los huecos terminan tirándole el carro a uno y haciéndolo caer”.

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Desesperados por el mal estado de la vía, algunos residentes de municipios como Toro y Roldanillo han optado por tapar los huecos con barro y ladrillo para que el viaje no sea tan traumático.

Entre Cali y Ansermanuevo hay tres peajes: Mediacanoa ($8600), Riofrío ($8300) y Toro ($8300); sin embargo, la inversión tanto en la recuperación de la malla vial o la mitigación de derrumbes es casi inexistente.

Juan Ramírez, conductor que se moviliza casi a diario entre Ansermanuevo y Roldanillo, señaló que “es injusto para quienes pagamos los peajes que la vía esté en tan mal estado, porque si uno paga es para andar por una buena carretera”.

Asimismo, el secretario de Movilidad del Valle, Andrés Lañas, señaló que “hasta el alcalde de Toro ha puesto varias quejas a Invías por el mal estado, pero la carretera sigue sin ser arreglada. Lo más lógico es que el dinero de los peajes se reinvierta en esta vía”.

En un recorrido El País encontró que actualmente el único mantenimiento que se está haciendo en la vía es la limpieza de cunetas y labores de rocería, las cuales están a cargo de cuatro cooperativas.

Pese a que El País intentó comunicarse durante cuatro días con el director de Invías en el Valle, Édgar Quintero, para consultarle sobre los aspectos reseñados en este informe y qué inversiones se proyectan para mejorar este corredor, no fue posible contactarlo.