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Pablo Andrés Martínez es ingeniero electrónico egresado de la Universidad Distrital de Bogotá. En el 2014 inició su empresa Dirigibles del Valle y su propósito para el 2020 es exportar sus productos a países como EE. UU. | Foto: Foto: José Luis Guzmán / El País

ECONOMÍA

Dirigibles del Valle, el sueño de un caleño que hoy es un exitoso emprendimiento

Pablo Andrés Martínez es un ingeniero caleño de 32 años que transformó su pasión por el aeromodelismo en una exitosa compañía de dirigibles, drones e impresoras 3D. La historia de cómo lo logró.

16 de junio de 2019 Por: Redacción de El País

Siempre ha tenido claro que el aeromodelismo es su pasión. Desde los siete años soñaba con crecer para construir aviones o estructuras que pudieran volar a control remoto, sin necesidad de tripulación.

Hoy esa es su realidad. Pablo Andrés Martínez es un ingeniero electrónico de 32 años para quien las barreras no existen. Creció con la idea de dedicarse profesionalmente a su pasión y de crear su propia empresa. Hoy la tiene, su nombre es Dirigibles del Valle.

“La pasión por el aeromodelismo surgió desde que era un niño. Uno de mis vecinos era técnico de la Fuerza Aérea y junto a sus hijos creaba aeromodelos. Yo siempre me unía, ese era mi juego favorito, y lo que empezó como un hobby se convirtió en mi proyecto empresarial”, contó Martínez.

Dirigibles del Valle nació en el 2014 para ofrecer servicios enfocados especialmente en marketing empresarial.

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Como su nombre lo hace pensar, su producto estrella es el dirigible, el cual no solo hace publicidad a las marcas que contratan el servicio sino que a partir de él se realizan tomas aéreas.

Actualmente, la compañía está en proceso de crecimiento, la conforman él y dos colegas más, pero tienen muchos planes de expansión sobre todo a mercados internacionales donde estos aparatos son más conocidos.

Respecto a los inicios de la empresa, Pablo cuenta que tuvo que presentar la viabilidad de la misma para encontrar financiación.
“Yo estudié en la Universidad Distrital en Bogotá pero también soy tecnólogo del Sena. Cuando estuve ahí conocí Fondo Emprender y dije: este es mi momento de hacer realidad mi propuesta. Ellos vieron lo innovadora que era la idea y decidieron apoyarla, esa fue la forma que encontré de adquirir financiación”, señaló.

En lo que tiene que ver con dirigibles, actualmente el negocio de la empresa está en alquilarlos.

El precio que se cobra por estos depende del tamaño. Si se alquila por tres días, un dirigible de cinco metros puede costar $3.500.000, mientras que uno de seis metros costaría alrededor $5.000.000. Eso sí, entre más días se tenga inflado el ejemplar, el costo pagado por el cliente será más bajo, pues lo costoso es desinflarlo.

“Los dirigibles son a control remoto y el cliente puede solicitar las características que quiera. Estos se pueden ubicar en el lugar que se desee y hasta pueden llegar a hacer recorridos”, indicó Martínez.

Pero el potencial de los dirigibles no se queda en publicidad. Si se compara con un dron, es claro que la batería de estos es mucho más duradera porque puede contar con páneles solares.

“Hace poco se tuvo la idea de crear un dirigible de 32 metros para fumigar los cultivos de caña, un proyecto buenísimo, pero no se ha podido concretar porque se prohibe que aeronaves no tripuladas superen los 25 kilos de peso de despegue. Ese es un asunto muy lamentable porque uno de estos ejemplares podría cargar hasta una tonelada, lo que implicaría ahorros enormes no solo para esta actividad, sino para muchas otras”.

A parte de estos objetos, Pablo también fabrica y comercializa impresoras 3D y drones. En ambos casos, él puede personalizar las máquinas de acuerdo con las necesidades del cliente, sin embargo, también vende las marcas comerciales de estos artefactos.

El año pasado, Dirigibles del Valle facturó $170.000.000 y en lo que va de este año ya alcanzó los $120.000.000.

“Si analizamos los ingresos recibidos en 2019, podemos observar que nos hemos superado muchísimo en comparación con el 2018. Eso se debe fundamentalmente al auge que tienen ahora las impresoras 3D. Eso es lo que más estamos vendiendo en este momento”, explicó Pablo.

Actualmente el medio por el que más vende sus productos es a través de su página web www.dirigiblesdelvalle.com y por Mercado Libre. Estas plataformas han acercado la compañía a clientes en todo el país.

Aunque su idea de negocio es muy original y no se sabe de muchas empresas que ofrezcan estos servicios, en el camino, Pablo ha encontrado varios obstáculos, pero estos no han logrado desanimarlo.

“Aún las empresas no le tienen tanta confianza a los dirigibles, aunque son llamativos en términos publicitarios y pueden ser controlados, muchas prefieren invertir en globos aerostáticos que no son tan funcionales. Así que convencer a los empresarios para que inviertan en nuestros productos no ha sido sencillo y más con las restricciones de altura que hay actualmente, pero igual nos va bien y cada vez creen más en el potencial de nuestros ejemplares”, afirmó.

Aún la compañía no ha concretado ningún negocio internacional pero Pablo afirma que esta tiene una inmensa capacidad de exportación.

“Queremos exportar porque sabemos que fabricar dirigibles en Colombia sale mucho más económico en comparación a lo que cuestan en otros países. Estamos trabajando con la Cámara de Comercio y la idea es empezar a exportar el próximo año”.

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