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Pese a que Corfecali dijo que las escuelas iban a ensayar en distintos escenarios, el miércoles la segunda bodega disponible no tenía iluminación. Se ensayó en un único espacio. | Foto: Bernardo Peña / El País

SALSODROMO

Salsódromo virtual, así se prepara un desfile en medio de expectativas por la pandemia

Participarán 51 escuelas, 1400 bailarines, que ensayan en la antigua licorera. Es la posibilidad de recibir ingresos tras un año de para, dicen. Sin embargo, preocupa exposición al covid por parte de los artistas.

7 de diciembre de 2020 Por:  Santiago Cruz Hoyos / Fotos: Bernardo Peña

En la discoteca Konga, ubicada sobre la calle quinta, los bailarines de la Fundación Jacaranda ensayan para el salsódromo de este turbulento año 2020 con una canción de Ricardo Ray y Bobby Cruz que no falta en las fiestas de Cali durante diciembre: yo le pido a Dios/ estas navidades /mil felicidades, a mis familiares.

Pese a la incomodidad de bailar con tapaboca, todos lo llevan puesto. Es una exigencia de la directora de la escuela, Diana Giraldo, debido a la pandemia del coronavirus.

La única que puede librarse de la mascarilla es Yoselín Díaz, la coreógrafa que debe hablar fuerte para dirigir el ensayo a prudente distancia, y quien ahora grita “¡patadita!” mientras muestra el paso a seguir con el coro de fondo; ay que bella es la Navidad.

Los integrantes de Jacaranda bailan sueltos, sin pareja, conservando la distancia. Evitar el contacto físico es otra de las medidas implementadas por su directora para disminuir el riesgo de contagio del virus que causa el Covid – 19. En la entrada de la discoteca hay desinfectante y el aparato para medir la temperatura a todo el que ingrese.

— Tenemos 14 días para preparar el salsódromo. Y cada director de las 51 escuelas que vamos a participar somos responsables de cuidar a los bailarines. En el reglamento de Corfecali se determinó que si un solo bailarín de una escuela sale positivo de covid, se aísla toda la escuela. Y a tan poco tiempo eso significa no participar en el evento de apertura de la Feria. Por eso, y para que protejan a sus familias, a los chicos les pido que se cuiden, que no salgan demasiado. Casi que estamos en cuarentena– dice Diana, que además de directora de Jacaranda, bailarina, campeona mundial de tango, es instrumentadora quirúrgica.

Vea los ensayos del Salsódromo de la Feria de Cali virtual

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Su conocimiento del sector salud le hace tomar medidas estrictas frente a la pandemia no solo en la escuela, sino en su casa, para proteger a su bebé. También una estadística cercana: diez exalumnos que alguna vez pasaron por Jacaranda en sus 11 años de historia, murieron de coronavirus. Diana a veces llama a preguntar por quienes la acompañaron en el pasado y se ha encontrado con esa devastadora noticia. Por fortuna ninguno de los muchachos que hoy integran la compañía de baile y que se alistan para el salsódromo se ha contagiado o ha presentado síntomas.

— Un dolor de cabeza en estos tiempos es sospecha de covid, así que ellos lo saben: ante cualquier malestar deben aislarse hasta que se descarte el contagio. Los protocolos que hemos implementado son muy rigurosos – continúa Diana con la mirada en el ensayo.

La pandemia, se sabe, ha golpeado económicamente a los artistas. Edwin Chica, el director de las compañías de baile Salsa Viva y Tango Vivo, que también se preparan para el salsódromo, recuerda que el primer caso de coronavirus en Colombia se conoció en marzo, lo que obligó al confinamiento, y eso quiere decir que completan un año sobreviviendo con lo que pueden, ahorros y clases virtuales, si se tiene en cuenta que los meses de enero y febrero, para el gremio de la cultura, “son muertos”.

— Es decir: estamos parados desde la Feria de Cali 2019, porque enero y febrero son muy difíciles, y en marzo llegó la pandemia – precisa Edwin.

Jefferson Minotta, ‘Chamán’, uno de los bailarines más reconocidos de la ciudad, campeón mundial de salsa, cuenta que debido a la pandemia se convirtió en “el mejor chatarrero del Valle”. Tras el confinamiento cancelaron los eventos en los que estaba contratado, también las clases de salsa en escuelas y gimnasios, por lo que vivió de los ahorros. Hasta que escasearon y Alex, el esposo de su tía, “el panita”, propuso salir todos los días en el camión de Jefferson para comprar chatarra en pueblos cercanos y venderla en el barrio Sucre. Es un negocio, dice Jefferson, en los que hay días buenos, cuando se invierten $200.000 y se gana el doble, o días como el de este miércoles en la mañana, cuando el camión se varó – se quedó sin clutch – y perdió plata. Aunque la chatarra, aclara, es un oficio que ejerce con orgullo, será temporal. Jefferson también se alista para participar en el salsódromo con la escuela Tropical Swing.

En el caso de Jacaranda, la pandemia obligó a Diana a entregar el local donde estaba ubicada la escuela, en el Parque del Perro, pues le era imposible pagar un arriendo de $4.500.000 sin recibir ingresos. Aunque entregar el local no significó que la escuela cerrara, aclara.

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Además de las clases virtuales, cuando el gobierno inició la reapertura gradual de la economía, con sus alumnos recorría parques y canchas para ensayar. También alquilaba salones en algunas escuelas, y como las discotecas igualmente han sido golpeadas por la pandemia, Diana decidió apoyarlas alquilando sus locaciones para los ensayos. Konga, donde se preparan para el salsódromo, es la discoteca de su padre.

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Hace unos años, cuando realizaba un reportaje sobre cómo se preparan los bailarines para el salsódromo, el evento que abre la Feria de Cali cada 25 de diciembre, descubrí lo que les significa el desfile. En tiempos tranquilos, sin pandemia, se preparan para estar allí desde febrero con la disciplina de los atletas que se alistan para una olimpiada.

Orlando Peña, bailarín de la Escuela Imagen y Expresión, decía que llevaba un año sin ver a su mamá, radicada en Ecuador, y aunque esa noche ella llegaba a la ciudad y él quería recibirla, no lo hizo porque tenía ensayo. Estar al nivel que exige el salsódromo implica un compromiso absoluto.

Además, opinaba Orlando, al salsódromo lo prefieren por encima de un mundial de salsa porque mientras el mundial es visto por especialistas, el salsódromo lo ve todo el mundo.

— Bailar en el salsódromo es visibilizar el trabajo que hacen las escuelas.

Cindy Lorena, otra de las integrantes de Imagen y Expresión, agregaba que el salsódromo es una manera de medirse con los demás bailarines de Cali; un asunto de orgullo propio y del barrio.

—El salsódromo es el acto de graduación del bailarín caleño – concluía el director de Imagen y Expresión, Carlos Izquierdo.

En 2020 los argumentos son similares. Yinessa Ortega, de Swing Latino, y quien hizo parte del grupo de 24 bailarines que se presentaron en el entretiempo del Super Bowl junto a Jennifer López en febrero, comenta que al ser este el primer salsódromo realizado en medio de una pandemia, y de manera virtual, “será histórico y queremos estar allí, necesitamos estar allí”.

Debido al coronavirus, Corfecali, la entidad responsable de la Feria, no organizó audiciones o eliminatorias para escoger a los bailarines, sino que se decidió que participaran las 31 escuelas que estuvieron en la edición del salsódromo 2019, y 20 más para incluir otras escuelas.

Algunas participarán con 40 bailarines, como es el caso de Tango Vivo y Salsa Viva, otras con 20 bailarines, como Jacaranda, y hay escuelas de diez bailarines. Cada una recibe entre $8 y $37 millones, dependiendo de diferentes consideraciones, y los directores coinciden: son recursos que les permitirán saldar deudas atrasadas por la pandemia, pagarles a sus bailarines en Navidad, sostenerse los primeros meses del próximo año.

El económico es uno de los argumentos con los cuáles los directores de las escuelas de baile defienden la realización tanto del salsódromo como de la Feria Virtual pese al coronavirus. También la salud mental de sus bailarines. Durante un año han estado inactivos, perdiendo estado físico, nivel en tarima, y no es fácil, dice Adriana Molina, la directora de Imperio Juvenil, que de un momento a otro te arrebaten lo que te gusta hacer, lo que te justifica en el mundo: bailar.

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Es miércoles en la tarde, y los bailarines de una decena de escuelas de salsa hacen fila para ingresar a una de las bodegas de la Antigua Licorera, en el norte de la ciudad, donde se realizan los ensayos generales del salsódromo, cuya dirección artística está a cargo del maestro Luis Eduardo Hernández, ‘El Mulato’.

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La mayoría lleva tapaboca y en la fila conservan la distancia con el otro. Antes de entrar al ensayo les exigen el lavado de manos, la toma de la temperatura, y responder una encuesta en la que les preguntan si han tenido fiebre o contacto con pacientes con covid.

El problema ocurre una vez ingresan al recinto. Pese a que Corfecali aseguró que para mantener el distanciamiento debido a la pandemia las escuelas iban a ensayar en distintos escenarios, este miércoles hubo un inconveniente logístico: la segunda bodega disponible no tenía energía eléctrica. Un vigilante logró encender apenas un bombillo, insuficiente para iluminar un espacio donde podrían parquearse 20 buses, por lo que los bailarines ensayaron en un sola bodega.

Los organizadores prometieron solucionar pronto el asunto, pero uno de los argumentos de quienes se oponen a realizar no solo el salsódromo sino la Feria Virtual es el riesgo en el que permanecerán los artistas ante el virus que causa el Covid – 19. Solo en el salsódromo participarán 1400 bailarines. En el Carnaval del Cali Viejo, 1200.

— Hacer una Feria Virtual en medio de una pandemia es una irresponsabilidad. Sobre todo una Feria Virtual en la que la alcaldía va a invertir $11.000 millones, que es más plata que la que invirtió en la Feria presencial del año anterior. Si se trataba de apoyar a los artistas, que es lo que todos queremos, debió crearse una estrategia desde hace meses. Se ha podido tomar la plata de la Feria Virtual, del Petronio Virtual, y crear una renta básica para los artistas. Y no exponerlos a ellos y a la ciudad cuando está entrando la segunda ola de covid – dice el excandidato a la alcaldía, Alejandro Eder. Y agrega:

— Recordemos que no es solo la plata de la Feria Virtual, también la del alumbrado navideño. ¿Cómo va a ser que se van a gastar tremenda millonada en un alumbrado móvil en plena pandemia? ¿Qué pasó en los meses de marzo, abril, mayo? Se incrementaron los servicios públicos. Esos recursos del alumbrado se han podido utilizar para subsidiar los servicios públicos en los sectores más necesitados. Repito: estamos ante un manejo irresponsable de los recursos y se le está mandando un mensaje equivocado a la ciudadanía de que aquí no pasa nada con la pandemia.

El concejal Roberto Ortiz piensa algo similar. Es un despropósito, considera, gastarse $21 mil millones entre la Feria Virtual y el alumbrado navideño, cuando el Municipio acaba de pedir prestados $650 mil millones. Su propuesta también es crear una renta básica para los artistas, durante por lo menos seis meses, y de esta manera la ciudad reconocería su trabajo y sus logros, sin exponerlos al coronavirus.

— Además son casi 2400 las personas que han muerto por covid en Cali, y nos acercamos a 1000 muertes de manera violenta, entonces hay poco por celebrar. El mundo nos está dando un ejemplo: cancelaron el Carnaval de Río y el de Barranquilla, Viña del Mar. ¿Por qué Cali no puede aplazar la diversión en medio de esta tragedia?

El excandidato a la Alcaldía Michel Maya agrega que tras las críticas de buena parte de la ciudadanía tanto al alumbrado navideño como a la Feria Virtual hay un fenómeno: no hay confianza en la actual administración.

— La del alcalde Jorge Iván Ospina es una administración que tiene un historial de gestión muy pobre, no ha manejado bien los recursos públicos, es una administración que ahora va a tener que afrontar algo que se advirtió hace mucho rato, y es que el cobro de las mega obras estaba mal hecho. Entonces sin duda hay un tema de desconfianza por parte de un sector de la ciudadanía.

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Pese a los debates, las escuelas de baile siguen en lo suyo, alistándose para el salsódromo. Andrés Díaz, productor del evento, dice que el reto de los bailarines en escena será contar una historia.

— La idea es que esa historia signifique el orgullo caleño. Que haga reflexionar. La Feria de Cali en este año tan particular plantea un relato a varios capítulos. Durante los 6 días de Feria la intención es abrir un nuevo capítulo de ese relato, donde podamos reconocer a la ciudad, sus valores, la caleñidad, y sobre todo ver a una ciudad que resiste y se recompone, gracias a la cultura, de una pandemia. Esa es la finalidad de la acción artística llamada salsódromo.

El evento será en el Coliseo El Pueblo, un escenario con capacidad para 14.000 personas, donde el objetivo es garantizar el distanciamiento de los bailarines - a todos les harán la prueba de coronavirus - y aunque lo que se tiene planeado por ahora es presentar 180 artistas al tiempo en el escenario, aún se está a la espera de la autorización del Ministerio de Salud, que determinó que las reuniones de más de 50 personas están prohibidas.

Ay qué bella es la navidad/ Y Saoko maino qué barbaridad...

Otra mirada

El investigador Harold Viafara Sandoval, director de la Maestría en Alta Dirección de Servicios Educativos de la Universidad San Buenaventura, explica que el salsódromo sintetiza las aspiraciones, las emociones y la esperanza de los bailarines de salsa, pero igualmente es la mayor experiencia cultural salsera que moviliza gran parte de actores de la cadena de la salsa; orquestas, músicos, estudios de grabación, arreglistas, coreógrafos, escuelas, modistas, bailarines…

“El salsódromo pone en escena diversos elementos de aquello que da cuenta de la caleñidad: cultura, música, gastronomía, imaginario salsero, representaciones artístico-musicales”, agrega.

En ese sentido, se pregunta si sería este el momento para decirle no “al mayor esfuerzo cultural y musical que hay en el año, el cual pone en escena el trabajo de gran parte de estos actores de la cadena de la salsa”.

“¿Si los artistas -corriendo incluso riesgos- lo han dado todo para aportar, entre otros, a mantener un estado emocional de la población menos traumático, convendría cortarles su momento de inspiración?”

Orquesta cubana donará su presentación a la Feria

Aunque todavía Corfecali no ha terminado el proceso de contratación con las orquestas que estarán presentes en la Feria de Cali 2020, y por lo tanto no es posible anunciar las nóminas, se conoció que la orquesta cubana ‘Sierra Maestra’, una de las tres orquestas internacionales que ya estarían definidas, le donaría a la ciudad su presentación.

Y es que la contratación de agrupaciones musicales internacionales en tiempos de pandemia también ha generado polémica. “Ahora resulta que Cali es la ciudad encargada de reactivar económicamente las orquestas de Puerto Rico, Cuba o Nueva York? Eso es un carretazo. Estamos ante un alcalde despilfarrador e irresponsable, que está haciendo inversiones sin tener en cuenta las prioridades de la ciudad”, dijo por ejemplo el excandidato a la Alcaldía, Michel Maya.

José Darwin Lennis, Secretario de Cultura, explicó por su parte que la Feria es una oportunidad de mostrar a la ciudad ante el mundo, “así que mal haríamos en hacer un evento cerrado, y no poder tener un componente internacional. Necesitamos poner artistas reconocidos para que otros públicos del exterior nos puedan ver. Si por decir algo tenemos a Marc Anthony, habría gente de todo el mundo viendo la Feria. Y repito: solos serán tres las orquestas internacionales que serán contratadas”.

De momento se sabe que ‘Sierra Maestra’ se presentará durante el Encuentro de Melómanos y Coleccionistas, que se inicia el 26 de diciembre. El 27 se realizará el Concierto Somos Pacífico, con artistas de la región, y el 28 el Carnaval del Cali Viejo, en el Coliseo El Pueblo, solo que, explica Juan Homero Coral, su director artístico, más que un desfile será una puesta en escena de carnaval sobre las tradiciones de la ciudad y sus múltiples culturas. En total participan 1200 personas, entre compañías de danzas folclóricas, coreógrafos, artistas plásticos, que conformarán 31 comparsas. Cada comparsa recibirá $15 millones, y el ‘rey’ del Cali Viejo esta vez será el maestro César Ojeda, director de la Fundación Raíces de Colombia.

El 29 se realizará el Concierto Alternativo, y el 30 la Feria cierra con un concierto llamado ‘El mundo le canta a Cali, y Cali le canta al mundo’, en el que estarán las orquestas internacionales y seis orquestas locales, que se ubicarán en terrazas y los cerros tutelares.

Según lo explicó Jorge Montoya, el epidemiólogo de la Secretaría de Salud que asesora a Corfecali en los protocolos de bioseguridad que se deben seguir, tanto a los artistas y al personal de logística se les están tomando pruebas moleculares tipo antígeno, para, en caso de detectar algún contagiado de covid, hacer el cerco epidemiológico oportuno.

“El día del salsódromo como en los otros eventos de la Feria, los artistas y el personal de logística deben llegar temprano para pasar por un filtro en el que el personal de la Secretaría de Salud estará tomando la temperatura, el registro de oximetría y las pruebas antígeno. Durante todo diciembre acompañaremos las actividades de la Feria”, dijo.

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