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Continúan a diario los controles en el MIO. Los operativos de las autoridades se realizan en los carriles exclusivos del Sistema, con el fin de que los conductores de motos y vehículos aprendan a no invadir el carril exclusivo del MIO. Sin embargo, aún hay conductores que no acatan la medida e incluso intentan huir de los controles, arriesgando su vida y las de los demás. El conductor de esta moto se estrelló contra un vehículo de carga, al intentar escapar y dejó malherido a un guarda de tránsito que atropelló.
Continúan a diario los controles en el MIO. Los operativos de las autoridades se realizan en los carriles exclusivos del Sistema, con el fin de que los conductores de motos y vehículos aprendan a no invadir el carril exclusivo del MIO. Sin embargo, aún hay conductores que no acatan la medida e incluso intentan huir de los controles, arriesgando su vida y las de los demás. El conductor de esta moto se estrelló contra un vehículo de carga, al intentar escapar y dejó malherido a un guarda de tránsito que atropelló. | Foto: Jorge Orozco

Editorial

Un pacto por el orden vial

Por ello, Eder no debe aflojar en esta tarea, como sucedió en administraciones anteriores, cuando los planes y operativos se hicieron solo por unas cuantas semanas o meses.

1 de marzo de 2024 Por: Editorial

Recuperar la autoridad y el orden en las vías de Cali, sumidas en una desobediencia colectiva, fue una de las mejores decisiones que tomó Alejandro Eder al llegar a la Alcaldía de Cali. La ciudad venía estancada en una atmósfera de anarquía en la que la invasión de los carriles del MÍO, las carreras de motocicletas a plena luz del día, la violación del espacio público de andenes y ciclo rutas, entre otros comportamientos, eran una constante.

La consigna general era irrespetar la Ley y muchos ciudadanos hacían lo que querían, con el agravante de pasar por encima de la autoridad sin ningún reparo. De hecho, al cerrar el 2023 al menos 30 guardas de tránsito habían sido atacados o agredidos por la comunidad en medio del desarrollo de sus funciones.

Ese fue el panorama que Eder encontró y decidió intervenir. Lo primero que hizo fue crear grupos operativos eficientes en la tarea de proteger los carriles exclusivos del sistema de transporte masivo, dándoles el apoyo de la Policía y, en algunas ocasiones, hasta del Ejército. A la par, emprendió campañas educativas en puntos neurálgicos como la troncal del MÍO de Agua Blanca, el Parque del Perro, las calles del centro de Cali y el Kilómetro 18.

Dos meses después se han impuesto hasta la fecha 9.000 multas de tránsito en Cali, principalmente por la invasión del espacio público (estacionar en sitios prohibidos e invasión de los carriles del MÍO), también por el no uso de prendas reflectivas y por transitar con licencias de conducción vencidas. De hecho, durante la última semana se emitieron cerca de 1.000 comparendos, lo que evidencia que los operativos no son transitorios y que, por el contrario, se vienen endureciendo.

Muchos ciudadanos se quejan de la dureza de los operativos, pero son más numerosas las voces que respaldan al Alcalde en su propósito de recuperar el orden vial. Por ello, Eder no debe aflojar en esta tarea, como sucedió en administraciones anteriores, cuando los planes y operativos se hicieron solo por unas cuantas semanas o meses.

El Alcalde debe honrar su compromiso de fortalecer con más efectivos el cuerpo de guardas de tránsito. Y debe mantener las medidas enfocadas en lograr que los conductores sancionados paguen efectivamente sus multas. Hoy existe una cartera de $1.3 billones por este concepto, lo cual demuestra que a muchos les da igual el incumplimiento de las normas.

El problema de movilidad que afronta Cali no se resuelve solo con controles viales. La real solución es fortalecer el sistema de transporte masivo MÍO, que hoy no garantiza un servicio aceptable para los caleños. También recuperar la malla vial y poner en marcha las obras de infraestructura aun sin culminar, como las avenidas Circunvalar y Ciudad de Cali y los accesos a la ciudad.

Pero, mientras se logra todo ello, recuperar el orden vial es el camino. No solo se salvan vidas, sino que se previene violencia y se genera un ambiente de mayor confianza en Cali. Los caleños tenemos el reto de respaldar al Gobierno Distrital y hacer un pacto ciudadano por el buen comportamiento en las vías.

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