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Industria del lujo

El mercado del consumo y las economías mundiales se mueven por la capacidad de producir y producir, no importa las cantidades de basura que queda de todo eso, sin siquiera mencionar el impacto en los recursos naturales.

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Miky Calero
Miky Calero | Foto: El País.

30 de dic de 2025, 02:53 a. m.

Actualizado el 30 de dic de 2025, 02:53 a. m.

En un mundo que cambia a unas velocidades impresionantes, acelerado por las tecnologías que cada día nos manipulan más, nuestras necesidades no son nuestras, sino lo que nos venden a diario, como una manera de vivir, en la moda, en los lujos, en los carros en todo eso que se nos impone como la meta a alcanzar, que, si no la tenemos, somos los quedados y fuera de onda.

Es un precio muy fuerte a pagar, especialmente en los jóvenes, cada día aumenta más nuestras infelicidades y nuestras inseguridades. Ahora todo es más fácil, conseguir las cosas por las redes, ¡Huy, eso mamey!, todo nos llega a la puerta de nuestros sitios, cosas que en la mayoría de los casos no necesitamos y lo más triste es que son muchas veces desechables diseñadas para tener una vida útil muy corta. El mercado del consumo y las economías mundiales se mueven por la capacidad de producir y producir, no importa las cantidades de basura que queda de todo eso, sin siquiera mencionar el impacto en los recursos naturales.

La marca, el peinado, el color de la piel, la posición política, el vestuario, los deportes que practicas y lo que posees a nivel material, entre otros, están permeados por unos estándares impuestos por el comercio, una elite de poderosos billonarios que tiene el control de las comunicaciones y lo que nos llega.

Ahora, con la llegada de varios gobiernos de tendencias conservadoras y de una moralidad ambigua, se está volviendo a ‘engrandecer’ la raza blanca y sus estéticas en los lujos, en los privilegios, algo al que muchos quieren llegar. Hay una profunda confusión en la que se cree que el trabajo social es ir unas pocas horas a ‘untarse de pueblo’ mostrarse en redes y después volver a sus cómodas vidas de lujos, a hacer servidos por esas personas de color distinto y de estratos más bajos... es un buen show.

Las nuevas tendencias espirituales también están permeadas de esas exuberancias lujosas, donde hay que hacer elegantes talleres, que en muchas ocasiones que son muy costosos y que son solo para unos pocos que tiene como hacerlo. El negocio de la espiritualidad está en ascenso y en muchas ocasiones produce más vacíos que respuestas.

En mis eternas búsquedas de respuestas, he sido parte de todo eso y más, pero siento que es el momento de poder ver las cosas de manera objetiva y cortar con mucho de lo que de verdad no es necesario y volver a buscar en lo simple y sencillo esa calma y esa tranquilidad que no se consigue en esa carrera interminable de ser algo distinto y adquirir cosas que de verdad no son necesarias… es momento que nuestra especie entre a elevar cuánticamente nuestros estados de conciencia, para de verdad darle importancia a lo que es verdadero y a costumbres que cambien el destino de la humanidad por donde nos han hecho meter. Estamos a tiempo de reconocer las cosas que de verdad valen la pena y procurarles un mejor futuro a las generaciones que vienen.

Profesional de la fotografía en el Art Institute de Fort Lauderdale. Trabaja en el programa “OYE CALI” de la X Todelar y el canal Internacional FASHION TV esta emitiendo actualmente en su programa “Phothographer Profile” Un programa de 30 minutos dedicado a su vida profesional. Escribe para el diario El País desde el año 2008.

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