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Terrorismo en México

"...en la escalada de los últimos 5 años en México se cuentan en 40 mil las víctimas, la mayoría ciudadanos inocentes que no estaban vinculados a ninguna organización criminal".

29 de agosto de 2011 Por:

"...en la escalada de los últimos 5 años en México se cuentan en 40 mil las víctimas, la mayoría ciudadanos inocentes que no estaban vinculados a ninguna organización criminal".

La semana pasada, 10 hombres ingresaron al Casino Royale en Monterrey y procedieron a incendiar las instalaciones de la casa de juegos. Allí perecieron 52 personas víctimas de la irracionalidad y la barbarie de las bandas que azotan a México.En menos de 24 horas, otro casino fue atacado con una granada en Saltillo, estado de Coahuila. Y no había pasado ni una semana desde que un tiroteo en las afueras de un estadio en Torreón -también en Coahuila- provocara la suspensión de un partido de fútbol de primera división. Aunque la explicación más frecuente es que se trata de un enfrentamiento entre los carteles del Golfo y las Zetas por el control del narcotráfico en la frontera estadounidense, el gobierno calificó de terrorismo la amenaza que afronta la sociedad mexicana.Y tiene toda la razón: en la escalada de los últimos 5 años se cuentan en 40 mil las víctimas, la mayoría ciudadanos inocentes que no estaban vinculados a ninguna organización criminal. Los ataques son indiscriminados y afectan a estudiantes universitarios, amas de casas, humildes emigrantes y cualquier persona que se encuentre en el lugar equivocado, a la hora equivocada. Que en realidad puede ser cualquier sitio de los estados norteños.Y el resultado de esos actos es el miedo que se adueña de la población, el primer objetivo de todo acto terrorista. En Monterrey, la otrora orgullosa ‘capital industrial’ de México, llena de actividad y comercio en sus calles hasta altas horas de la noche, hoy la soledad predomina y nadie se atreve a salir más que en casos de extrema necesidad, con el ánimo sobresaltado y los sentidos alerta.Los restos aún humeantes del flamante Casino Royale se levantan como un símbolo de la oleada de terrorismo que hasta ahora no puede controlar el Gobierno. Y aunque el presidente Calderón ha expresado su solidaridad con los ciudadanos del estado de Nuevo León y anunciado que enviará 1.500 policías federales más para combatir a las bandas criminales, el 56% de los mexicanos considera que el crimen organizado está ganando la guerra, aunque el gobierno sostiene que en lugares como Ciudad Juárez ya se está notando una reducción de la violencia gracias a su estrategia contra el crimen.El problema es que esta estrategia choca contra el muro que supone el hecho de que la policía mexicana no tiene carácter nacional y, en muchos casos, especialmente en los estados norteños, se sospecha de las estrechas relaciones entre sus integrantes y las bandas criminales. Así, el objetivo de los terroristas narcos de hacerse con el control regional por medio de la fuerza, tiene su gran aliado en la corrupción y el fraccionamiento de los organismos encargados de brindar seguridad y perseguir a los criminales.Por eso, el gobierno mexicano no tiene más alternativa que tomar el control de esta lucha contra el terrorismo, antes que perder el tiempo en disquisiciones sobre estrategias y sobre si es conveniente legalizar el negocio, mientras la gente es incinerada en sitios públicos. Es claro que las bandas criminales, que se encuentran desbocadas no cesarán en su empeño de controlar las regiones, haya o no legalización de la droga.

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