Iván Duque derrochón
No es verdad el titular de esta columna. El presidente Duque no tiene talante de vanidoso derrochón.
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5 de may de 2020, 11:45 p. m.
Actualizado el 25 de abr de 2023, 08:58 p. m.
No es verdad el titular de esta columna. El presidente Duque no tiene talante de vanidoso derrochón. Antes de llegar al amargo puesto presidencial, me cuentan, era sencillote, fácil, musical, deportivo y vivía a lo ‘clase media’ económica en Washington. No ha cambiado, no es derrochón el incansable Iván Duque pero ayer desde muchos medios llamaron ‘derrochón’ a su gobierno y a la ‘compañera alcaldesa’ Claudia López. Motivo: por aprobar contratos de varios miles de millones para “posicionar la imagen ante la opinión pública”. Los defensores dicen que igualitos los hubo con Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, Andrés Pastrana y Samper. Los hubo y fueron derrochones. Punto.
No se viste la alcaldesa Claudia López en tiendas de Armani o del marqués Maurizio Gucci, su vestir es moderno, alternativo y de precios comodísimos, se lo abono. Ella, que ya suena como candidata presidencial 2022, combatió en campaña el gasto suntuario, como lo hizo Iván Duque, pero hoy la llaman derrochona y no por llevar joyas Tiffany, porque aprobó-firmó un contrato de 3000 millones para “posicionar las tareas de la alcaldía bogotana ante la comunidad”. Uffff, globos, flores, folclor y todo con saborcito derrochón.
Y entre el debate por gastos derrochones, brincó una denuncia de Semana por “seguimientos, pesquisas y perfiladas” a periodistas y al consejero presidencial Jorge Mario Eatsman, hoy embajador ante Su Santidad en Roma. Me suena que estamos ante otra chambonada de los servicios de inteligencia y contraespionaje. De parlamentario me interesé por saber cómo cuidan ‘La seguridad del Estado’. Fatal, es muy débil, cualquier avispado recluta en un cuartel se embolsilla papeles delicados. Valientes combatiendo pero en oficinas hay mucho burócrata condecorado. Secretos y se siente KGB. Punto.
Me entrevistó Clara Lucía González, de revista Jet-Set. Le dije: “Leyendo lo que los marxistas llaman frivolidades: biografías de triunfadores por su talento: Nadal, Messi, Picasso, Marlon Brando, Sofía Loren, Dalí, Pasionaria y Claudia Schiffer mi novia secreta hoy 49 años”. No soy optimista, Lulita Arango me respondió: “Tu, con pulmones y corazón gastaditos, no aguantas el abrazo del virus”. Fijo me manda a charlar con Pardo Llada y Cabrera Infante. Ordené crematorio. Funeral íntimo, sin músicos ni ruidos. Y sobre mi posible funeral, tengo una frase: “Si se murió Jacqueline Kennedy, la aristócrata del imperialismo yanqui, puede morirse Poncho Rentería, un periodista de la clase media que graduaron de frivolísimo, buenas buenas en televisión, y fue aplicado de parlamentario y publicó 2700 columnas periodísticas en diarios serios sobre mujeres en sus peluquerías”. Toca vivir, haga deporte, haga bricolaje, lave cocina, sírvale a la pareja y colorín colorado.

Empresario editorial, exparlamentario por el movimiento cívico 4 años, en la actualidad, columnista El Tiempo, hace 38 años; columnista de El País y revista Aló, hace 33 años; comentarista de televisión hace 32 años, todos vigentes. Es autor de un libro sobre García Márquez, colaborador ocasional de revistas. Reside en Bogotá hace 45 años.
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