El bobazo Óscar López
Llamarse Óscar López es una lotería. Es como llamarse Pablo Picasso y...
Llamarse Óscar López es una lotería. Es como llamarse Pablo Picasso y salir tan buen pintor como el malagueño-catalán, Pablo Ruiz Picasso. Regio llamarse Óscar López como ese talentoso jugador del Deportivo Cali que lograba goles de cabeza para salvar al equipo amado. Óscar López nunca fue un bobazo, fue corajudo, pintoso y líder en el Cali de Pancho Villegas. Pero ya les cuento quién es el bobazo llamado Óscar López.Tengo en mi memoria otro Óscar López, caleño, culto pero no de los que citan a Foucault, a Proust, a Engels y Marx en siete minutos. Óscar López Pulecio, ducho en Londres, en literatura inglesa, en Churchill, en Oscar Wilde y en películas de Richard Burton. Este Óscar López fue clave para que Univalle forme profesionales serios, no calenturientos caudillos para agitar en Caloto y Toribío. Aleluya, ya voy llegando al gran bobazo de Óscar López.Ciertísimo, existe un profesional en bobería, un bobazo llamado Oscar López. Es gordísimo para sus 52 años y es el secretario general de los Socialistas Gallegos de Galicia, donde nacieron Julio Iglesias, el generalísimo Francisco Franco y Vicente El Gallego Blanco. Hace tres días, a los bobazos socialistas de Galicia, los barrieron del mapa político. Y por la televisión un bobazo gallego bautizado Óscar López, dijo que le sorprendía mucho la derrota; que no la entendía, que nunca esperaba esa paliza electoral. Por lo anterior es que pongo como gran bobazo al español Oscar López, el que no entiende que a los socialistas de España los derrotaron por robarse los dineros de los ancianos y los pensionados españoles. Del bobazo español Óscar López paso a un bugueño talentoso, cordial y buen señor, es Luis Hache Pelaéz, un cómodo burgués que hoy gasta su tiempo haciendo jardinería, leyendo novelas policíacas inglesas y biografías de españoles ilustres, porque vivió el Franquismo en Madrid, en Aguilera 66. A Luis Hache, burlón incorregible, lo llamé al celular y le pregunté por el show que los idiotas noruegos le montaron al guerrillero Iván Márquez, y me respondió: Los escandinavos jamás entenderán a unos guerrillos caqueteños, el discurso de Márquez ya se olvidó, vendrán los abrazos en Cuba. Censurable lo que le hizo Tirofijo a Andrés Pastrana, que lo dejó plantado, lo dejó solito, sin un whisky a 45 grados de calor.Lo siento, hicieron gran ridículo los noruegos, dejaron irrespetar su protocolo. Así lo comentamos ayer entre periodistas en Bogotá, en el teatro Julio Mario Santodomingo donde fue el coctel de 300 invitados para premiar a los genios de prensa, radio y televisión. Pregunta que repitieron mucho los colegas: ¿Fueron imparciales los jurados o hubo mucho amiguismo? Que respondan los brujos del oficio.