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Hernán Peláez Restrepo

A nivel nacional destaca la hoy icónica figura de Hernán Peláez Restrepo, un ingeniero químico que soltó las probetas para tomar los micrófonos, y ahora, con 81 años...

2 de mayo de 2024 Por:

A mediados de 1948, Colombia estaba sumida en el vórtice de la violencia política. En abril de ese año bisiesto había sido asesinado el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, hecho que produjo lo que se llama ‘El Bogotazo’, porque el pueblo enfurecido incendió el centro capitalino. Más de 3.000 muertos hubo en Bogotá en aquel fatídico 9 de abril.

En medio del caos, a alguien se le ocurrió que era necesario darle al país un distractor, algo que lo sustrajera de la tragedia colectiva, un espacio de esparcimiento que calmara los ánimos tensos.

No teníamos torneo de fútbol profesional, pero el presidente de Millonarios, Alfonso Senior, le propuso al Gobierno que se iniciara con diez conjuntos, y así surgió el primer campeonato rentado, organizado por la Dimayor. Resultó campeón Independiente Santa Fe, dirigido por Alfredo Cuezzo.

Ya en Bogotá, en la emisora Nueva Granada, estaba el periodista deportivo Carlos Arturo Rueda, oriundo de Costa Rica, quien empezó a narrar por esa frecuencia los partidos que se jugaban en la capital, y luego montó un programa de una hora en el que reproducía lo sucedido los domingos en los diferentes estadios del país.

Rueda se convirtió en la estrella de la radio deportiva, pues no solo narraba fútbol, sino también los desarrollos de ‘La Vuelta a Colombia en Bicicleta’. Me parece verlo en los transmóviles, con el rostro cubierto por el polvo de las carreteras.

Con el curso del tiempo, a Carlos Arturo le sucedieron excelentes cronistas deportivos. Aquí en Cali surgieron varios, entre ellos mi querido amigo Mario Alfonso Escobar -el doctor Mao-, quien con su compañero de cabina en el ‘Pascual Guerrero’, Rafael Araújo Gámez, hicieron las delicias de los radioescuchas en los partidos que jugaban Deportivo Cali o América.

A nivel nacional destaca la hoy icónica figura de Hernán Peláez Restrepo, un ingeniero químico que soltó las probetas para tomar los micrófonos, y ahora, con 81 años, con la misma bien timbrada voz, sigue en la brega. Fundador de ‘La Luciérnaga’, en tiempos del apagón de 1993, con Gustavo Álvarez Gardeázabal lograron que ese espacio se convirtiera en el de mayor audiencia nacional.

Actualmente, Peláez y Martín de Francisco comparten en La W, de lunes a viernes, a la una de la tarde, el programa deportivo que goza de amplia audiencia.

Pero donde yo me quito el sombrero ante Peláez es por su programa dominical en la misma frecuencia, de 9:00 a 10:00 de la noche, dedicado al tango. Allí no solo pasan las voces de los grandes cantantes, hombres y mujeres, sino que también se hacen aportes didácticos para que los oyentes sepan quién compuso la música y quién escribió la letra de cada tango.

Como aficionado al fútbol y fanático de la canción de Buenos Aires, le envío un cálido abrazo cargado de gratitud al doctor Peláez y también decirle que en medio de tantas nubes oscuras que se ciernen sobre la patria, escucharlo a él con Martín o con Libardo, es una dicha.

***

Hace unos 20 años escribí que a mi amigo Juan Ángel Tascón le habían hecho trasplante de corazón, con supervivencia estimada de 10 años. Contra el pronóstico, ese corazón ajeno funcionó hasta el 24 de abril último, cuando dejó de latir, pero en los de quienes le quisimos permanecerá por siempre.

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