Cultura
Las pedidas de mano más virales: Desde el parapente, la mascota cómplice, hasta en un volcán; todo por un sí
Recomendaciones de expertos para que ese momento sea tan instagrameable como digno de recordar. Cómo obtener un “para siempre”.
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21 de sept de 2025, 01:01 p. m.
Actualizado el 21 de sept de 2025, 01:01 p. m.
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Cada vez más la pedida de mano hace parte del show de la boda, porque, siendo esta un evento muy instagrameable, muy social, todo lo que tiene con la ceremonia, incluso la previa, es muy especial y publicable en tiempos de redes sociales.
Ya no sorprende, por ejemplo, que, en pleno concierto, el artista sea el cómplice de una pedida de mano.
Recientemente, el cantante Santiago Cruz, quien se presentó en la Arena USC, suspendió su show solo para que un enamorado le hiciera una petición a su acompañante.
Tanto el público como el propio intérprete de Vida de mis Vidas, esperaba la infaltable petición de mano en sus conciertos, pero, para sorpresa de todos, el hombre le dijo a la mujer: “¿Quieres ser mi novia?”.
Ante la decepción de quienes esperaban una propuesta matrimonial, el artista bromeó: “Si le pide el cuadre en un concierto mío, en el de (Andrés) Cepeda le pide que se casen”.
Sin embargo, son muchos los “sí, quiero” que se han escuchado en conciertos de Fonseca, al ritmo de Prometo; de Carlos Vives, con el fondo de Cásate Conmigo, y del mencionado Cepeda, culpable de varios matrimonios, por cuenta de ‘Por el resto de mi vida’.
Y ni qué decir de Herencia de Timbiquí que, con su famoso ‘Sabrás’, ha llevado al altar a más de un indeciso.

Goles y corazones
Entre gustos no hay disgustos, y son muchos los que prefieren compartir el momento de la propuesta con todo un estadio. En agosto pasado, el creador de contenido y cantante conocido en redes como @soyvicora protagonizó un emotivo momento, que se viralizó: le pidió matrimonio a su pareja, Laura Rodríguez, en plena cancha de El Campín.
“Bogotá, buenas noches. Venimos a presentar un artista grande, pero antes me acaban de informar una supernoticia: vamos a ser papás. Por eso, quiero decirte, mi amor, Laura, te amo con todo mi corazón y delante de todo Colombia, quiero decirte: ¿Te quieres casar conmigo?”.
Mientras pronunciaba esas palabras, en el fondo se desplegaba un cartel que decía ‘Cásate conmigo’, acompañado de globos rojos, lo que generó la ovación del público.´Minutos después, el joven confirmó emocionado: “¡Dijo que sí!”, desatando la euforia en las gradas.
En materia de petición de mano, la creatividad no tiene límites: hay quienes escogen un vuelo en parapente en un lugar paradisíaco en pareja, durante el cual despliegan una pancarta en el aire con el mensaje aquel y, al aterrizar, ya tienen preparada la entrega del anillo y las flores, e incluso, al encargado de registrar en imágenes el maravilloso momento.

Propuesta submarina
En ciudades como Santa Marta, un centro de buceo ofrece una ‘propuesta de matrimonio submarina’, que consiste en salir a bucear en pareja a un hermoso arrecife.
Y, luego de una primera inmersión, durante la segunda, el instructor elegirá el lugar perfecto para que la magia ocurra, mientras toma las imágenes.
Al salir del agua, los espera una experiencia gastronómica y dos copas para brindar por ese momento único. Eso sí, para este tipo de propuestas, es mejor usar un anillo de fantasía y cerciorarse de contar con apoyo profesional, para no ahogarse en el intento, como ocurrió con Steven Weber, estadounidense, que murió, hace unos años, mientras le proponía matrimonio a su novia Kenesha Antonine, en unas vacaciones en Tanzania, en un hotel flotante en isla Pemba, en el Océano Índico.
Aprovechando el idílico escenario, Weber se lanzó al agua. Ella lo grababa desde el interior de la habitación, mientras el joven le enseñaba un letrero que decía: ‘No puedo contener la respiración lo suficiente como para decirte todo lo que amo de ti. Pero... todo lo que amo de ti, ¡lo amo cada día más!”.
Y, literalmente, no pudo respirar más ni escuchar la respuesta de su amada, quien informó: “Nunca salió de las profundidades”.
Aunque la naturaleza es imprevisible, a veces juega a favor. En Guatemala, una propuesta capturada durante una erupción de un volcán se volvió viral: justo cuando el hombre se arrodilló enseñando el anillo, se vio fuego a lo lejos, como si fuera parte del plan. Y un beso selló el sí.
Ritual por el río
De acuerdo con Juan Pablo Estrada, director de alimentos y bebidas y de bodas de lujo del Hotel Sofitel Leyen, en Cartagena: “La pedida más exótica de la que he tenido conocimiento fue una que se hizo con un paseo de los novios, en una canoa de pescadores, por la ciénaga. En el camino, les salieron al paso cinco canoas con locales interpretando una música romántica y una matrona en una barca traía el anillo, todo con una historia muy ancestral, una pedida de mano enfocada a lo que iba a ser la boda, que fue de rituales”.
Tradición en la Ciudad Amurallada
Otra petición histórica se dio en un baluarte de la Ciudad Amurallada. Para empezar, quien pidió la mano no fue el hombre, como es tradición, sino la mujer. Contó con la complicidad de un personaje de la ciudad antigua, de los que venden el pan en un carrito al que le van pegando con un palo, a las seis de la tarde, mientras pasan por los barrios tradicionales.
Ella se llevó al novio al baluarte de Santa Catalina y contrató al vendedor que pasó gritando el popular pregón de “pan fresco” y sacó una botella de champagne y el anillo para la inusual solicitud.
Escenario de película
Cartagena es un escenario cómplice para este tipo de propuestas, al punto que en hoteles como el Santa Clara destinan espacios de película para ello.
El suyo es la huerta del chef, situada en un techo, donde se dispone una mesa con velas, muchos faroles, música de ranas, y ahí se hace la petición solemne. Al final ingresa la familia y se une a la cena.
La cena de las mil rosas y las mil velas
Estrada fue testigo de otra petición que llamó el evento de las mil rosas y las mil velas: “Un señor se tomó toda una capilla, la decoró con telas muy blancas, con muchas luces tenues, lámparas Chandelier que caían del techo a diferentes alturas, y mil velas de diferentes tamaños y formas, y mil rosas. Cuando entró la novia sorprendida, ante un novio arrodillado, para entregarle el anillo, sonaron violines y luego disfrutaron de una cena de cuento de hadas.
La chiva rumbera y el factor sorpresa
Para quienes quieren potenciar el factor sorpresa, hay otras ideas creativas. Es el caso de una pareja que se fue un fin de semana a un lugar y el último día, cuando la novia lejos estaba de imaginarse algo, al llegar al aeropuerto supuestamente a tomar el avión (horas antes de la salida de su vuelo), la sorprendió el arribo de una chiva con músicos y amigos, que anunciaba en un letrero: “¿Quieres casarte conmigo?”. Al dar el “sí” emocionada, todos dieron un paseo que terminó en rumba.
Una petición con mucha altura
Para peticiones de película, “destinos como Dubái y París son favoritos, y Capadocia (Turquía) o Teotihuacán (México), donde la sorpresiva petición se hace, literalmente, con mucha altura, a bordo de un globo aerostático”, comenta.
En Colombia, hay destinos como Calarcá, Salento y Montenegro, en el Quindío; Guasca, en Cundinamarca, y Santa Fe de Antioquia y Sopetrán, donde los operadores ofrecen vuelos en globo y el personal sirve de cómplice.
Algunas ideas son: al momento más alto del vuelo, sacar el anillo y hacer la pregunta. Pedir a los seres queridos que esperen en el punto de aterrizaje con pancartas o globos. Y, de ser posible, coordinar con el equipo para que un mensaje gigante en tierra sea visible desde el globo.
Hay que crear un ambiente especial: considere un brindis con champagne o mostrarle a la pareja un video (hecho previamente) con fotos y momentos de la relación para reproducirlo en el globo. Y para que el momento no se desinfle, prepare un discurso sincero e inolvidable.
Isabel Peláez. Escribo, luego existo. Relatora de historias, sueños y personajes. Editora de cultura, entretenimiento y edición de contenidos digitales.
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