Economía
Entre luces y sombras: así termina la economía colombiana en 2025
Positivos el crecimiento del PIB y las cifras de empleo. Preocupa la situación fiscal.
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28 de dic de 2025, 04:18 p. m.
Actualizado el 28 de dic de 2025, 04:18 p. m.
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La economía colombiana pasará con cifras positivas en este 2025 en materia de crecimiento.
Sin embargo, algunos analistas creen que hay varios elementos que generan preocupación, en el corto y el mediano plazo, y que los datos hay que leerlos con pinzas.
De ahí que señalan que el balance no es del todo positivo y algunos se inclinan más por sombras que por luces en el panorama económico nacional.
Entre los puntos ganadores se destacan los resultados del mercado laboral, que presenta mejores cifras, con una tasa de desempleo que podría terminar en 8 %, confirmando una tendencia al descenso.
A la vez, se evidencia un aumento de la población ocupada en el territorio nacional.
Los datos más recientes, de octubre, indican que 970.000 personas adicionales tenían una ocupación en Colombia, para un total de 24,3 millones de habitantes trabajando.
Juan Diego Lobo, profesor de economía de la Universidad EAN, comentó que esto es una mejoría. Sin embargo, dijo que preocupan las cifras de informalidad “y, además de eso, la salida de la fuerza laboral de personas que podrían haber hecho parte importante de los trabajadores a nivel nacional”.
Por otro lado, destacó un segundo punto como positivo para el país: los avances en la Bolsa de Colombia, que experimenta “una evolución favorable. Se ha logrado diversificar y profundizar de una manera interesante y la integración con las bolsas de Lima y Santiago genera una oportunidad importante a la hora, no solo de buscar recursos para poder invertir, sino que le da una mayor exposición y posibilidades a las empresas de los países para poder realizar inversión entre las tres naciones”.
En ese sentido, dijo que ese es un elemento favorable que hay que rescatar y reconocer de lo ocurrido en 2025.

Un tercer punto, y quizás de los más importantes, destacado por la mayoría de analistas es el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que tendría un impulso entre 2,8 % y 3,0 % en este año. Esto representaría una recuperación frente al resultado del 2024, cuando la economía creció 1,7 %.
Pero, aunque las cifras son mejores, algunos economistas tienen reparos, no al crecimiento, sino a lo que ha soportado el repunte a lo largo del año.
El profesor Lobo dice que “es un crecimiento que hay que mirar con mucho cuidado, porque no es claramente sostenible y muy probablemente podría detenerse, dado el manejo que se le ha dado a la deuda, al gasto público y el costo de las múltiples inflexibilidades del Presupuesto General de la Nación”.
Esto porque este crecimiento, de acuerdo con el profesor de economía de la Universidad Javeriana, Jaime Ahcar, se apoya poco en la inversión privada, que representa apenas el 17 % del PIB y se ha basado mucho en el consumo.
“El balance de fin de año de la economía colombiana es relativamente bueno, debido a los destacables indicadores de empleo, PIB y reducción de la pobreza, así como una moneda que conserva su valor frente a otras divisas”, sostuvo.
Pero advirtió que “aunque la pobreza viene reduciéndose, el país requiere tasas de crecimiento de la economía cercanas al 4,0% para reducirla sustancialmente”.

Los lunares
Hay dos puntos preocupantes en los que coinciden los analistas sobre el desarrollo de la economía nacional: la inflación, teniendo en cuenta que no ha logrado reducirse de la manera esperada.
Luego de pandemia empezó a bajar el indicador, pero este descenso se estancó en los últimos meses. Se proyecta que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) termine por encima del 5 % en 2025.
“Las debilidades económicas más notables estuvieron en el frente de la inflación, cuya variación anualizada a noviembre se ubicaba en el 5,3 %. Se esperaba que este año se lograra una reducción hacia la meta 4,0% del Banco de la República, que a su vez se vio en cierto modo obligado a mantener las tasas de interés en niveles por encima del 9,0 %, generando tasas de interés reales superiores al 4,0 %, niveles históricamente altos y con consecuencias graves para el consumo de los sectores con acceso al crédito y para la inversión en el sector real”, destacó Jaime Ahcar.
La otra preocupación tiene que ver con la sostenibilidad de las finanzas y el profundo déficit fiscal.

Entre 2019 y 2025 los gastos del Gobierno Nacional Central (GNC) aumentaron cinco veces más que sus ingresos, muy por encima del promedio de la región.
Esto implica que el déficit este año seguirá creciendo y podría llegar al 7 %.
La deuda neta del país, al cierre del tercer trimestre de 2025 era de 57,8 % del PIB, más alta frente al 2024 y 2023. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro contradijo estas cifras y aseguró que la deuda neta está bajando y seguirá disminuyendo “porque habrá una reforma tributaria sobre los megarricos”. Esto, a través del decreto de emergencia económica que se anunció y que incluye varios impuestos.
La semana anterior la firma Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de Colombia de BB+ a BB, al considerar que los altos y persistentes déficits fiscales mantendrán una trayectoria ascendente de la deuda pública frente al PIB.
La agencia señaló que la ausencia de un ancla fiscal creíble, el aumento de la rigidez del gasto y las posibles limitaciones políticas para aprobar medidas de aumento de ingresos complican las perspectivas de consolidación fiscal después de las elecciones de 2026, sin importar quién resulte electo.
Aunque la nota sigue respaldada por el historial del país en preservar la estabilidad macroeconómica y financiera —apoyado en un banco central independiente—, Fitch advirtió que estos factores positivos se ven contrarrestados por déficits elevados, una pesada carga de intereses y una alta dependencia de los ingresos provenientes de materias primas.
Para 2025, la calificadora proyectó un déficit del Gobierno central del 6,5 % del PIB, una cifra superior a sus estimaciones de finales de 2024.
Aunque sería levemente menor al déficit de 2024 (6,7 %), esta mejora respondería principalmente a un tratamiento contable asociado a recompras de deuda, que reducirían los pagos de intereses al 3,6 % del PIB, desde el 4,7 % estimado previamente.
De ahí que César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, califica el año como malo en materia económica.
“Aunque hay cifras positivas en crecimiento y empleo, está impulsado principalmente por el consumo. No es sostenible en el largo plazo”, indicó.
Coincide en que un punto no tan alentador es la inflación que se estancó en 5 % y “por una situación fiscal tan delicada, casi que al filo del precipicio, dan como resultado un balance no tan positivo. Creo que lo que terminamos viendo fueron más sombras que luces al cierre de este túnel y este año 2025”, dijo.

Comunicadora Social de la Universidad del Valle con más de 30 años de experiencia en prensa, en especial en periodismo económico aplicado en varios medios de comunicación nacional.
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