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La relación del príncipe Andrés con Jeffrey Epstein, el magnate estadounidense acusado de tráfico sexual de menores, que apareció ahorcado en su celda de Nueva York, obligó a que este ‘Royaltie’ renunciara a su vida pública. En una entrevista lamentó su amistad con Epstein. | Foto: Foto: Efe / El País

Todo lo que desea saber sobre la monarquía inglesa y no se atrevía a preguntar

La renuncia del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle a sus títulos reales abrió nuevamente la polémica sobre el valor de la monarquía inglesa en tiempos modernos. Dios salve a la reina... de sus descendientes.

26 de enero de 2020 Por: L. C. Bermeo Gamboa, redactor de El País

Su nombre es Henry Charles Albert David, Duque de Sussex, Conde de Dumbarton, Barón Kilkeel, nieto de la reina Isabel II, segundo hijo del príncipe de Gales, Carlos, y Lady Diana Spencer. Pero su nombre en los tabloides de farándula, que lo tratan con la familiaridad de quienes han visto cada momento de su vida desde aquel 15 de septiembre de 1984 cuando nació; para ellos, y para el resto del mundo, es simplemente: el príncipe Harry.

A sus 35 años, después de superar los traumas causados por la trágica muerte de su madre en 1997, haberse convertido en piloto y capitán de la Army Air Corps (ACC) durante la guerra de Afganistán en 2011, y liderar diferentes causas benéficas alrededor del mundo; Harry agregó un nuevo título a su nombre, desde 2018 es también el esposo de Meghan.

Rachel Meghan Markle, ese era su nombre hasta el año de su boda con Harry; desde entonces pasó a ser la condesa de Sussex o, como la llaman los medios, Meghan de Sussex.

El 19 de mayo, día en que se casaron Harry y Meghan, todo auguraba que esta nueva pareja de la Casa Real Windsor refrescaría la imagen anacrónica de la monarquía inglesa, la más longeva de la historia, con poco más de un milenio.

De hecho, como explica Carlos Alberto Murgueitio Manrique, doctor en Historia Europea y director del programa de Historia en la Universidad del Valle, “desde el siglo IX hasta la fecha se han mantenido como una monarquía muy estable por la que han pasado diferentes dinastías de reyes, los Windsor son la más reciente”.

El historiador agrega que: “solo en el siglo XVII, con la revolución victoriosa de Cromwell, Inglaterra fue una república durante algunos años. Pero esto acabó con la restauración que trajo de nuevo a la monarquía, aunque esta vez con una constitución donde los reyes asumieron una función más simbólica que política, ya que se les impidió tomar partido, y para la función política se creó el parlamento británico, una institución donde lores (nobleza) y comunes (pueblo inglés) eligen desde entonces a su primer ministro y redactan las leyes de la nación”.

Así que este 8 de enero, cuando los duques de Sussex comunicaron al mundo su deseo de renunciar a las funciones reales, esto impactó de forma inesperada la estabilidad conseguida durante cientos de años por la familia real. Una delicada estabilidad que actualmente se mide en los 30 millones de turistas que llegan cada año a Londres, y a diferentes ciudades inglesas, atraídos por el espectáculo de la realeza y todo lo que la rodea.

Basta observar a las miles de personas que cada tarde se reúnen frente al Palacio Buckingham para presenciar el relevo de la guardia y los desfiles a caballo. Cabe aclarar que los que intervienen en este ‘performance’ no son actores haciendo de guardias, realmente son soldados de regimientos ingleses, pasados por batallas recientes, que asumen con verdadero honor el deber de cuidar a su soberana.

Como afirma el historiador francés, Jean des Cars, en su libro ‘La saga de los Windsor’, “hay que saber que aunque la lista civil de la Corona pueda parecer elevada para el contribuyente británico, la monarquía es un gran negocio para la economía del Reino Unido: proporciona más de 500 millones de euros anuales”. Ese discreto encanto de la monarquía, sustentado en toda una tradición de estrictos protocolos y maneras finas en el proceder, logran que aún hoy “los monarcas ostenten un prestigio mágico que vale tanto como el poder político, garantizando la unidad de su pueblo. Esa es la fuerza de los símbolos”, argumenta el autor francés.

Sin embargo, cuando la pompa real (prestigio, dinero, lujos y propiedades) está unida con la obligación de un comportamiento ejemplar (austeridad, rectitud, responsabilidad y fidelidad), todo ello crea una alta moral muy difícil de seguir por todos los ‘Royals’ o miembros de la realeza, que no tienen el mismo carácter que los soberanos más admirados como la reina Victoria.

Crisis, ¿cuál crisis?

En la Casa Real de Windsor, la familia que ha estado en la monarquía inglesa durante todo el siglo XX, desde 1901 cuando la reina Victoria falleció, y lo que va del XXI, se han presentado diferentes crisis de tradición, entre las cuales el llamado ‘Megxit’ provocado por Harry y Meghan es solo la más reciente.

De hecho, la crisis real es otra tradición, de la que se pueden enumerar las siguientes: en 1957 cuando el rey Eduardo VIII dimitió de su título, solo nueve meses después de ser coronado, debido a que estaba enamorado de una plebeya, Wallis Simpson, dos veces divorciada y norteamericana.

En una transmisión radial, el rey saliente, dijo a los ingleses: “Me ha resultado imposible soportar la pesada carga de responsabilidad y desempeñar mis funciones como rey, en la forma en que desearía hacerlo, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo”.

Eduardo VIII abdicó por amor y con ello el peso de la Corona pasó a su hermano menor, quien se convirtió en el rey Jorge VI, padre de la soberana actual. En la película ‘El discurso del rey’ se cuentan estos hechos.

En los años 60 la princesa Margarita, hermana menor de la reina, se enamoró profundamente del capitán Peter Townsend, héroe de guerra y caballerizo de la realeza.

Aunque la princesa intercedió para que su hermana autorizara su matrimonio, la soberana se lo impidió debido a que Townsend era divorciado. Estos episodios están magníficamente narrados en la primera y segunda temporada de la serie de Netflix, The Crown.
Después vendrían otros escándalos como cuando el joven príncipe Carlos se enamoró perdidamente de Camilla Shand, pero en esa época (años 70) una norma real impedía que los aspirantes al trono se casaran con mujeres ‘no vírgenes’. Ver temporada tres de The Crown.

Pragmatismo, después de todo

Dadas las trágicas y conocidas consecuencias de impedir que la realeza se casara con personas plebeyas, divorciadas y que, en el caso de las mujeres, hubieran sido ‘desfloradas’, entonces la monarquía dio un paso al futuro y con sentido común admitió estas excepciones a la tradición.

Fruto de ello, en primer lugar se permitió el finalmente, pese a todo, feliz casamiento entre los viejos enamorados: el príncipe Carlos, entonces de 47 años, con Camilla Parker-Bowles, en 2005.

Pero la que fue considerada la ‘boda del siglo’, fue la del príncipe William, duque de Cambridge, con Kate Middleton (la primera plebeya en ser admitida en la familia real) en 2011.

Al respecto se sabe que en las calles de Londres estuvieron un millón y medio de personas esperando ver el desfile de la pareja real, así como que la transmisión en vivo que se hizo de la ceremonia tuvo dos mil millones de espectadores en 180 países del mundo. Una audiencia cuatro veces superior a la boda arreglada entre Carlos y Diana de Gales en 1981.

Para el 2018, en la boda de los duques de Sussex asistieron más de 2.600 invitados entre nobleza y celebridades, por lo que se esperaba que esta nueva pareja tuviera la misma aceptación que la anterior. Sin embargo, el peso no solo de responsabilidades, también de asedio por parte de la prensa, ayudó a que Harry y Meghan tomaran la decisión de abandonar sus roles reales.

“Después de varios meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo rol progresivo dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros ‘senior’ de la Familia Real y trabajar para hacernos independientes financieramente”, fue parte del mensaje que publicaron en sus redes oficiales, al parecer sin consultar a la reina.

Esto provocó que los miembros más importantes de la familia real, incluidos el mismo Harry y su hermano William, se reunieran de urgencia en la residencia de Sandringham y publicaran otro comunicado en nombre de la reina: “Mi familia y yo apoyamos enteramente el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven (...) han dejado claro que ellos no quieren depender de fondos públicos para su nueva vida. (...) Ha sido acordado un periodo de transición”, expresó la reina sin mencionar los títulos de la familia de su nieto y dejando claro que el tema económico no afectará a los contribuyentes.

Aunque diferentes medios sensacionalistas afirman que esta es una muestra de la decadencia actual de la Corona, otros consideran que la familia encabezada por la reina Isabel II sabe reponerse bien de estos episodios, y a otros incluso peores que han sucedido en el pasado.
El historiador Murgueitio Manrique, recuerda que “a lo largo del siglo XX, Gran Bretaña perdió muchos de sus reinos en diferentes continentes como India (1947) y Sudáfrica (1961)”.

Pese a estos conflictos geopolíticos, la monarquía, gracias a la imagen que transmite la reina Isabel II, siguió manteniéndose como símbolo de unión entre las demás naciones, no solo del Reino Unido, sino también de los 53 países de la Mancomunidad de Naciones. “Son países independientes, pero que mantienen un lazo de lealtad con la monarquía”, sostiene el historiador.

Entonces, cabe preguntarse si finalmente un acontecimiento como el de los últimos días representa un peligro o no para la monarquía.

“No creo que genere mayor problema, la sucesión del trono está asegurada. En el momento que muera la reina, Carlos, su hijo muy seguramente podrá ser monarca por algunos años, y a este le sucederá su hijo mayor William, quien ya tiene un heredero varón. Además, buena parte de la población inglesa apoya y ama a la monarquía, son los llamados ‘Royalist’ que están en todos los países del Reino Unido”, concluye el historiador.

Amores difíciles de la realeza
Como en un pub de Londres

Aparte de lo que especulan en tabloides de farándula y de las opiniones de historiadores, es fundamental conocer lo que piensan los mismos ingleses, todos los plebeyos que han crecido bajo la influencia de la reina y su familia.

Tal vez, como si se entrara a un pub londinense, se podría conversar con algunos de ellos. Aunque, en realidad, cada una de estas personas llevan varios años radicadas en Cali, una ciudad donde viven aproximadamente 40 ciudadanos del Reino Unido, según información del consulado británico.

Intervienen: Helen Frapier, quien nació en Londres hace 78 años y vive en Cali hace más de 50. Y, Ashley Rhodes, nacido en el condado de Yorkshire hace 60 años, pero desde hace 9 radicado en Cali donde tiene una academia de inglés llamada ‘British English with Ashley’.

-La monarquía es sumamente importante para nosotros, nuestra reina es un símbolo que nos representa en todo el mundo y por el cual a nosotros mismos nos reciben mejor donde llegamos.

-Estamos acostumbrados, y nos gusta el espectáculo de la familia real.

-Sí, además son una herramienta que ayuda a promocionar las exportaciones británicas, siempre hay miembros de la familia real dándole un trato digno a los empresarios para propiciar que los negocios se lleven a cabo.

-Yo respeto mucho a la reina y a los antiguos miembros de la realeza, a los nuevos no mucho.

-Para mí cuando la gente se queja de que la familia real es muy costosa, pienso que lo hacen porque no entienden que ellos producen mucho más de lo que cuestan.

-En 1961 yo dormí en la calle para tener un buen puesto desde donde pudiera observar a la princesa Margarita cuando se casó.

-Recuerdo que una vez vi a la reina en el estreno de la obra Cats, ella fue a verla en el mismo teatro que yo estaba.

-Cuando coronaron a la reina Isabel en 1957, en todos los colegios hicieron fiestas, aún conservo la cuchara conmemorativa que nos regalaron a los niños de entonces.

-Por mi pueblo una vez pasó la caravana del príncipe Carlos, y mi familia y los vecinos salimos a saludarlo.

-Para los británicos es un orgullo saber que a sus 93 años la reina aún sigue trabajando, es una mujer que ha entregado su vida a la nación, desde que asumió el trono hace 68 años ha trabajado a tiempo completo.

-Me sorprende lo que piensa hacer el príncipe Harry, pero siempre hemos sabido que él es un rebelde. Espero que le vaya muy bien.

Línea de sucesión a la Corona

En 1917 la monarquía inglesa decide cambiar el nombre de su casa real, ya que de acuerdo al linaje europeo del que ascendían su nombre era Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha, apellidos alemanes que no eran bien vistos por la población inglesa, fue el Rey Eduardo VII quien impone el nuevo nombre de Casa Real Windsor que se mantiene hasta hoy.

Monarcas y sus años de reinado:

Reina Victoria I (1837 - 1901), casada con el Príncipe consorte Alberto de Sajonia.

Eduardo VII, primogénito de Victoria, mayor de nueve hermanos (1901 - 1910).

Jorge V, segundo hijo de Eduardo VII (19010 - 1936).

Eduardo VIII, primogénito de Jorge V (1936) Nueve meses en el trono.

Jorge VI, segundo hijo de Jorge V (1936 – 1952).

Isabel II, primogénita de Jorge VI (1952 a la fecha) 68 años de reinado.

Sucesores y su puesto en la línea:

1 ) Carlos, Príncipe de Gales (primogénito de Isabel II).

14) Ana del Reino Unido, princesa real (segunda hija de Isabel II).

Hijos de Ana: 

15) Peter Phillips. 

18 ) Zara Tindall. 

Nietos de Ana:

16) Savannah Phillips.

17) Isla Phillips. 

19) Mia Tindall.

20) Lena Tindall.

8) El príncipe Andrés, duque de York (tercer hijo de Isabel II).

Hijos de Andrés:

9) Princesa Beatriz de York.

10) Princesa Eugenia de York.

11) El príncipe Eduardo, conde de Wessex, (cuarto hijo de Isabel II).

Hijos de Eduardo:

12 ) Jacobo, vizconde Severn. 

13 ) Lady Luisa Windsor. 

Sucesores directos, nietos y bisnietos de Isabel II:

2)  Nieto: Príncipe Guillermo, duque de Cambridge (primogénito de Carlos).

3)  Bisnieto: Príncipe Jorge de Cambridge (primogénito de Guillermo).

4 ) Bisnieta: Princesa Carlota de Cambridge.

5 ) Bisnieto: Príncipe Luis de Cambridge.

6 ) Nieto: Príncipe Harry, Duque de Sussex (segundo hijo de Carlos).

7 ) Bisnieto: Archie Harrison Mountbatten-Windsor (primogénito de Harry).

Después estos veinte puestos entrarían los hijos de la princesa Margarita, fallecida en 2002, hermana de la reina, y los nobles vivos descendientes de los hermanos de los reyes Eduardo VII y Jorge V. De esta forma la línea puede extenderse a más de 70 miembros de alto y bajo rango de la dinastía Windsor.

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