El pais
SUSCRÍBETE
En plataformas como Uber, que se fue y luego regresó al país en menos de 20 días, están inscritos más de 88.000 conductores, según la app. | Foto: Giancarlo Manzano / El País

Regreso de Uber abre de nuevo el debate: ¿cómo van a regular las apps de movilidad?

En el Congreso está radicada una propuesta construida con las plataformas. Sin embargo, taxistas siguen en desacuerdo.

21 de febrero de 2020 Por: Redacción de El País

La compleja discusión sobre la operación de aplicaciones de movilidad en Colombia volvió a reactivarse con fuerza esta semana con el regreso de actividades de Uber, plataforma que había tenido que dejar de funcionar en el país por una sanción de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

Esta aplicación retornó a actividades este jueves tras 20 días de ausencia, proponiendo un nuevo modelo de operación que parece hacerle el quite al anterior fallo.

La app había sido sancionada por “competencia desleal”, al prestar un servicio de transporte público en vehículos particulares. Ahora la app dice ser solo un intermediario para que dos personas generen un “contrato de arrendamiento” de un vehículo.

Aún el Gobierno y la SIC no han establecido si de esta manera sigue infringiendo la ley. Mientras tanto, las aplicaciones, el Gobierno y el Congreso coinciden en que se deben regular este tipo de servicios en el país, que han representado retos jurídicos en todo el mundo.

Por ahora, la propuesta más concreta es el proyecto de Ley 292 de 2019, que ya está radicado en la Cámara de Representantes, y será presentado en ponencia el 16 de marzo, para tener un primer debate en Comisión Sexta y otro en plenaria.

“El proyecto busca equilibrar la cancha entre taxistas y plataformas de tal manera que sea el ciudadano el que escoja en qué se quiere mover con libertad”, explica Mauricio Toro, representante a la Cámara por el Partido Verde y coautor de la iniciativa.

En la creación del proyecto los autores hablaron directamente con representantes de las plataformas de movilidad y del gremio de taxistas, y con ello concretaron seis puntos:

Primero. Que las plataformas adquieran pólizas de responsabilidad civil iguales a las que pagan los taxis. “Esto con el fin de proteger a los usuarios, al conductor y al patrimonio público”, dice Toro.

Segundo: las apps deben aportar el 1% de sus ingresos a un Fondo de Compensación de Cupos con el que se va a entregar el dinero equivalente a los cupos que compraron miles de familias para tener un taxi en Colombia. Es decir, si usted es un taxista y pagó hace unos años $80 millones para que alguien le entregara un ‘cupo’ o licencia de circulación, ahora ese Fondo le retribuiría el dinero por “solidaridad”.
Una vez se terminen de pagar todos los 500.000 cupos que hay en Colombia, se elimina esa restricción. Es decir, si una persona quiere comprar un taxi y ponerlo a trabajar, ya no tendrá que esperar a que alguien que quiera sacar un taxi de circulación le venda un cupo.

Tercero: que los conductores de las apps tengan la misma licencia de conducción que se les exige a los taxistas: Categoría C1, que se renueva cada tres años.

Cuarto: que los taxis también tengan ‘tarifas dinámicas’, “para que tengan precios competitivos en horas pico y horas valle”.

Quinto: que las empresas como Uber se radiquen en el país para que paguen impuesto de renta, “como lo hace cualquier empresa en Colombia”. Y que se siga recaudando el IVA del servicio.

Sexto: tal como se dio la prohibición de vehículos ‘zapatico’ en los taxis, que se dé con estas plataformas.

“Todas estas medidas le quitan cargas a los taxis y los beneficia; y le pone responsabilidades a las plataformas”, dice el representante Toro.

Según el congresista, las aplicaciones “están en capacidad de cubrir estos seguros obligatorios, de pedirle a sus conductores que saquen esos pases especiales; de pagar el 1% de sus ingresos para el Fondo de Compensación de Cupos; y de pagar los seguros e impuestos correspondientes”.

De acuerdo con el proyecto, después de que el Fondo de Compensación de Cupos haya alcanzado el dinero suficiente para entregar a los dueños de los 500.000 cupos de taxis que hay en Colombia (en Cali hay 16.485), se seguirá recaudando el dinero “para reparar la malla vial de las ciudades, tal como funciona el impuesto de rodamiento que pagan los taxis”.

Uno de los puntos que no está claro por ahora es a cuánto dinero equivale el 1% de los ingresos de las aplicaciones, pues estas no revelan hasta ahora al Estado las utilidades por sus operaciones en el país.

Para los representantes de las aplicaciones, el proyecto de Ley es adecuado. Al menos así le parece a Paula Bernal, directora de Asuntos de Gobierno de DiDi Colombia.

“Vemos con optimismo los anuncios que se han hecho por parte del Congreso y el Gobierno, hay un consenso alrededor de adoptar una regulación lo más pronto posible. La resolución que nosotros creemos adecuada sería una que entienda la esencia y el funcionamiento de las economías colaborativas”, dice Bernal.

La app Didi está presente en cinco ciudades de Colombia, cuenta con 100.000 socios conductores y 1,5 millones de usuarios, según la compañía.

Respecto a cuánto equivaldría el 1% de ventas que deberían aportar al Fondo, la firma responde que “es un dato que no se tiene en el momento”.

A quienes no les suena el proyecto de regulación es a los taxistas, que se mantienen en la posición de que no se debe prestar servicio público en carros particulares de ninguna manera.

“Ahí se siguen lavando las manos con las responsabilidades con los conductores y ciudadanos, y no le quieren reportar al país cuánta es la plata que les está entrando”, dice Jhonny Rangel, líder del gremio en Cali.

Lea aquí: '"No pensamos que Uber iba a volver con otra falacia": gremio de taxistas de Cali'.

Sobre la eliminación de los ‘cupos’, Rangel dice que “el mercado está regulado para no sobresaturar las calles de vehículos”.

Y además asegura que difícilmente las condiciones del proyecto igualen las responsabilidades que tienen con la ley los taxistas. “Yo en marzo voy a tener que pagar unos cuatro millones por el pago de todos los seguros: el SOAT es más caro, el impuesto automotor también; y tenemos el contractual y el extracontractual”.

AHORA EN Contenido Exclusivo