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Después de la de Clara Luz Roldán, la votación más alta fue la de Juan Carlos Garcés (74.395) quien aspiró a la Asamblea del Valle por el Partido de la U. | Foto: Foto: Colprensa

COLOMBIA

Participación electoral de las mujeres fue histórica en Colombia, estas son las razones

Sin embargo, ellas aún están lejos de lograr una representación política coherente con la movilización a las urnas.

3 de julio de 2022 Por: Por Nury Astrid Gómez Serna, Magíster en Neuromarketing, especialista en Comunicación Política y politóloga

La fuerza electoral de un candidato no se debe observar simplemente por el número obtenido en votación, por el territorio en el que hace campaña o por el estrato al que pertenece: la identidad de grupo, el comportamiento social y las emociones dominantes, tanto en hombres y mujeres, toman relevancia en las motivaciones que se decantan en las urnas.

Siendo la fuerza electoral de mayor participación en Colombia las mujeres, aún estamos lejos de lograr una representación política coherente con la movilización a las urnas. Una votación histórica confirma la “norma social” -se hace lo que socialmente es aceptado-, incrementando en 3.593.831 votos entre primera y segunda vuelta solo por los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.

El primero creció 32 % en el segmento de género y el segundo 77 % respecto a su propia votación en primera vuelta. Las mujeres menores de 30 años le apostaron más a Petro, superando la media nacional en este rango de edad; las mayores de 65 años lo hicieron 45 % para el resultado de Hernández.

Lea aquí: Alcaldes pedirán al presidente electo Petro reformar sistema general de participaciones

Esta participación tiene explicación desde la arquitectura para la toma de decisión del voto y de la sicología política. Empecemos: el voto de las mujeres tiende a ser más conservador, a mantener el sesgo de “status quo” -que permanezca todo como está-, que el de los hombres; busca influenciar más en las preferencias políticas e incidir en el voto de su entorno cercano -sesgo “riesgo cero”, consume más contenido político de contienda electoral –“efecto apoyo a la elección”-, confirma su elección con mayor anticipación –“sesgo de confirmación”- y, por último, un “encuadre” de responsabilidad presiona el derecho al voto como la única forma de participación activa y directa en política.

A pesar de no centrarse la segunda vuelta en las figuras presidenciales femeninas, y no ser la razón principal de la participación en las urnas, los candidatos deben considerar un mayor protagonismo femenino en el discurso, la centralidad del mensaje y el incentivo social para que siga creciendo el número de mujeres en la esfera política.

En la capital del Valle

Por ejemplo, en Cali, puso más de la mitad de los votos en todas las comunas por cada candidato: en primera vuelta, se tuvo una participación del 37 % del potencial electoral femenino y para la segunda se llegó al 56 %, creciendo 19 puntos.

Revisando por comunas, la 2, la 17 y la 19 -mayor potencial electoral- crecieron por encima del promedio -29 %, 31 % y 29 %- respectivamente.

La jornada del 29 de mayo marcó la ruta de triunfo del Pacto Histórico, con 514.338 votos. De cada 10 votos, 5,3 fueron de mujeres y para la segunda vuelta fue de 5,4 de cada 10. Es decir, le dieron su apoyo adicional 75.630 mujeres al Presidente electo, destacando los números de las comunas 6, 13, 14 y 21. Se puede deducir un “efecto arrastre”, ya que cada una de ellas sumó más de 5000 votos adicionales a los obtenidos en primera vuelta.

Los estratos 1 y 2 fueron determinantes en el momento de crecer y respaldar a Petro, reflejándose especialmente en las comunas 14 y 21, que pusieron más de 15 mil votos de mujeres adicionales en la segunda vuelta.

Ahora bien, las mujeres fueron decisivas a la hora de respaldar al candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, pese a tener solo el 14,12 % en primera vuelta, duplicando su votación, con 33,88 %, con 342.229 votos en segunda.

El 54 % del total los aporta el género femenino. Obtiene en Cali 187.342 respaldos frente a 75.466 de primera vuelta, creciendo 148 % en los puestos de votación de las comunas 2, 17 y 19.

Multiplicó por cuatro la votación de mayo en estos puestos. Veamos, la Comuna 17, predominio de estratos 5 y 6: pasó de darle a Rodolfo Hernández 6249 a sumarle 22.368 votos en segunda vuelta. Le sumó 16.118 adicionales, revelando sesgo de “aversión a la pérdida” -voto más fácil si temo perder algo a la opción de ganar- y “efecto encuadre” -creencia de una información como cierta-, extendida en algunos sectores de la ciudad.

Voto y emoción

Las urnas reflejaron las emociones y especialmente la incertidumbre vivida en días previos a la elección, permitiendo evidenciar la ausencia de una agenda de mujeres potente en la política nacional: la caleña confirmó su voto en favor de su candidato, buscó influenciar a otros en cambio y decisión del voto, creó marcos interpretativos de las noticias según el extremo narrativo, creció en el entendimiento de la importancia del voto a partir de los 35 años como hábito y buscó entender el contenido político entre conversaciones, noticias e información obtenidas a través de multicanales, principalmente redes sociales y televisión.

Siendo una de las elecciones más importantes que hemos tenido en los recientes 20 años, el voto femenino sigue siendo relevante para el respaldo de los actores políticos, pero en la base, en las urnas, no así en la creación de un imaginario donde la participación política quede reducida a un 39 % en el Congreso frente a un masivo 55 % en las urnas. Falta mucho entendimiento para cerrar brechas históricas.

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