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El presidente Duque también nombró al economista Roberto Steiner como codirector del Banco de la República. Reemplazará a Juan Pablo Zárate, ahora viceministro del Ministerio de Hacienda. | Foto: Foto: Colprensa

MINISTERIO DE DEFENSA

La encrucijada política que tiene por resolver Iván Duque

Hacer cambios en su gabinete, construir una imagen favorable y mejorar las relaciones con el Congreso, entre los retos.

10 de noviembre de 2019 Por: Colprensa y Redacción de El País

Pasada una de las semanas más difíciles que ha debido afrontar el presidente Iván Duque en lo que lleva de su mandato, quedan muchas incógnitas sobres los cambios que tendrá que generar para retomar el rumbo de su Gobierno.

Para empezar, el debate de moción de censura que terminó provocando la renuncia del exministro de Defensa Guillermo Botero produjo un gran desgaste en el llamado capital político del gobierno.

Pero la muerte de ocho menores de edad en un bombardeo en Caquetá y el manejo político que algunos congresistas le dieron al tema provocaron igualmente indignación en un amplio sector de la opinión pública. Y el infortunado incidente en el que el Jefe de Estado le respondió a un periodista de El Heraldo “¿de qué me hablas, viejo?”, cuando le preguntó sobre el bombardeo, le echó más ‘sal a la herida’.

Así las cosas, es claro que el presidente Duque debe tomar medidas prontas y radicales para recomponer su gobernabilidad
Ancizar Marroquín, director académico del Instituto de Altos Estudios para la Gestión Pública, considera que a lo primero que debe apuntar Duque es a mejorar la opinión de la gente frente a sus ministros y para ello debe hacer ajustes en el gabinete.

“La última encuesta de Invamer dejó un panorama lamentable sobre la opinión que la ciudadanía tiene de sus ministros, que no muestran grandes logros y conocimiento pleno de sus carteras. No vemos gente que tire línea, que ponga en la mesa los grandes temas del país y que se fajen en discursos para generar debates. No, son ministros de papel, que no se dan a la gente ni asumen la responsabilidad de ayudarle a su jefe a empujar el barco. El único que se podría decir que saca la cara es el canciller (Carlos Holmes Trujillo)”, opina el experto.

De acuerdo con Marroquín, esta situación nos lleva al segundo problema que tendría que resolver el Presidente: su relación con el Congreso.
“Lo que ha sucedido con el Parlamento es que tampoco se le proponen grandes temas, grandes proyectos de ley, ni la restructuración del Estado... Algo parecido sucede con los miembros de su propio partido, aunque con menos proporción, porque ellos, por un lado, piden que se discutan los temas y, por otro, quieren que el Gobierno dé solución a las regiones porque son ellos los que ponen la cara. Tiene que poner ojo a esa inconformidad porque puede que reviente en un futuro”, dijo.

Marroquín, además, resaltó que todos estos problemas políticos también estarían afectando la imagen del expresidente Álvaro Uribe Vélez, algo que se vio reflejado en las pasadas elecciones locales.
Por su parte, Jorge Iván Cuervo, analista político, explicó que Iván Duque ha dejado por fuera la participación de las distintas fuerzas políticas, que son necesarias para que tenga gobernabilidad frente al Congreso.

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Cuervo aseguró que el Presidente tiene la oportunidad de aprovechar la salida de Botero para desmarcarse del Centro Democrático, que no tiene las mayorías necesarias en el Legislativo como para poner en marcha los proyectos del Gobierno, y acercarse más a las demás fuerzas políticas.

Dijo que si en el Ministerio de Defensa se nombrara a una figura mucho más representativa en términos políticos, como sería el caso de Juan Carlos Pinzón, que viene del santismo y fue fórmula vicepresidencial de Germán Vargas Lleras, podría tener mucho más margen de maniobra.
De paso, señaló que algunos representantes de los conservadores, de Cambio Radical y de la U podrían llegar a otras carteras.

El senador del Partido de la U, Roy Barreras, citante de la moción de censura, manifestó que el Jefe de Estado debería buscar un acuerdo nacional con todos los partidos políticos, con el fin de evitar que se siga presentando un deterioro de la gobernabilidad.

Tres puntos mencionó Barreras que deberían hacer parte de ese pacto: “El respeto a la Paz firmada, que implica la garantía de la vida, los derechos y las libertades de todos los colombianos. La recuperación de la seguridad nacional y de la legitimidad y credibilidad de nuestras Fuerzas Militares. Y una agenda económica que logre frenar el desempleo, que sigue creciendo y que alivie las cargas de la clase media”.

Hasta el momento, sin embargo, no parece que ese acuerdo esté cerca de darse, aunque el Primer Mandatario sí ha dado muestras de querer superar la polarización que ha producido el debate sobre la Paz, que fue un tema crucial en las elecciones presidenciales de 2018.

“Si el Gobierno se enfoca en un tema de manera mucho más consistente, eso le podría dar margen porque el peor escenario es que siga perdiendo gobernabilidad y la situación se le puede salir de las manos en varios frentes”, comentó el politólogo Iván Garzón, quien cree igualmente que un cambio de gabinete podría darle a Iván Duque ese aire que requiere para impulsar una nueva agenda.

Agenda para la cual el Gobierno Nacional va a tener que trabajar en una nueva relación con el Congreso de la República, pues el argumento de que todo se debe a que no les da ‘mermelada’ a los parlamentarios ya está desgastado.

Y a la par con su relación con el Legislativo, los expertos consideran que Duque debe trabajar en recuperar su legitimidad frente a la opinión pública, pues esta semana, por ejemplo, se conoció una encuesta que le dio el grado más bajo de aprobación en su mandato. Apenas un 26% de imagen favorable.

Más grave es esto todavía, aseguran, si se tiene en cuenta el contexto de la región, con las movilizaciones que se han registrado en Chile y Ecuador, y que algunos sectores de oposición quieren emular en el país con el paro convocado para el 21 de noviembre.

Pero Duque, en una primera señal de lo que podría ser un cambio en su discurso, ya se anticipó a manifestar que son mentira las motivaciones que los impulsores de esa protesta están dando para convocarla.
Hablando en la asamblea de Asocajas, el pasado viernes, Duque se refirió a las “turbulencias sociales” que están ocurriendo en América Latina y afirmó que algunos sectores “llaman a la destrucción” y a “exacerbar odios y no concordias”. Según Duque, han dicho mentiras para acusar al Gobierno de atentar contra los trabajadores.

Lo que se preguntan los analistas es si esta intervención es el primer paso en la nueva estrategia del Presidente para recuperar el apoyo de quienes lo llevaron al poder y que han venido pidiéndole al Gobernante una actitud más firme hacia las fuerzas de oposición, y en especial frente a la extrema izquierda.

Duque defendió los bombardeos

El presidente Iván Duque defendió el uso de bombardeos por parte de las autoridades para combatir a los grupos armados ilegales que hay en el país.

Duque afirmó que esa estrategia se ha usado en el pasado en la lucha contra la hoy extinta guerrilla de las Farc, así como contra el ELN y añadió que en su administración ha logrado asestar golpes a estructuras criminales al dar de baja a sus líderes con bombas y ataques aéreos.

”En nuestro Gobierno hemos enfrentado a criminales de la peor condición. Uno de ellos, por ejemplo, Rodrigo Cadete, que murió en una operación también de un bombardeo estratégico. Ahí se han enfrentado también, a través de distintas operaciones, criminales como ‘Jaison Orejas’, como el propio ‘Guacho’, o ‘David’”, aseguró el Mandatario.

Duque, al igual que lo hizo el pasado jueves en la Escuela de Cadetes, defendió la labor de Botero frente al Ministerio y lo llamó un patriota.

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