PARO NACIONAL

¿Fue muy permisiva la Alcaldía de Ospina durante el paro?, responde el sec. de Seguridad

Carlos Soler, secretario de Seguridad de Cali, dice que la ciudad no se raja en esta materia porque una cosa es la percepción y otra la realidad de los indicadores.

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Secretario de Seguridad de Cali, Carlos Soler. | Foto: José Luis Guzmán / El País

2 de ene de 2022, 07:00 a. m.

Actualizado el 18 de may de 2023, 05:35 a. m.

La seguridad es una las principales preocupaciones de los caleños. Es así como más del 80 % de la población dice que se siente insegura, según la más reciente encuesta del programa Cali Cómo Vamos.

Por eso muchos creen que esta es una deuda que tiene pendiente aún la actual Administración. Sin embargo, el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Soler, considera que esa percepción ciudadana no concuerda con las cifras e indicadores que la capital del Valle está manejando y que en los últimos meses del 2021 mejoraron.

En entrevista con El País, el funcionario hace una reflexión sobre lo que sucedió en la ciudad el año anterior y lo que viene en este 2022.

Usted llegó a esta Administración en medio del Paro Nacional, ¿qué balance puede hacer de su gestión en este tiempo?

Encontré una ciudad con algo no planeado, una ciudad con 26 bloqueos permanentes y 6 intermitentes para un total de 32 bloqueos al momento de recibir la Secretaría. Yo conocía la problemática, había estado representando al Alcalde durante un mes y medio en el puesto de mando unificado de derechos humanos.

Lo primero que había que hacer para levantar todo este tema era posibilitar la mayor cantidad de diálogo porque el diálogo era la solución.
Yo no estaría nunca de acuerdo con que los bloqueos y las protestas vayan de la mano con dañar y destruir el transporte masivo, dañar las cámaras, quemar los CAI, eso es otra cosa. Pero la Primera Línea era legal, es protesta y la protesta es legal cuando es pacífica.

Ante esto, entonces se buscó posibilitar la mayor cantidad de diálogo, para invitar a estos jóvenes a que se juntaran en una mesa. Gracias a ello, con acuerdos, se logró levantar la mayoría de bloqueos, solo en cuatro puntos tuvo que usarse la fuerza: Meléndez, Calipso, Paso del Comercio y Puerto Resistencia, porque había jóvenes que no querían dialogar, estaban un poco irreverentes y el mensaje era claro: dialogamos pero tenemos límites.

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La Alcaldía fue muy criticada en su momento y todavía porque se considera que fueron permisivos. Viéndolo ahora desde otra perspectiva, ¿usted cree que el paro se manejó de manera adecuada?

Lo he dicho en foros y se lo he dicho al Presidente de la República, el tema no es político, el tema es pragmático. El pragmatismo es qué es eficiente y qué es eficaz, y yo hoy en día estoy convencido de que el Alcalde hizo lo mejor que podía hacer.

Mucha gente, desde la comodidad de su casa y su televisor, decía: ¿pero por qué no aplican la fuerza? Es un poco irónico lo que voy a decir, pero es como referirse a ‘es que yo quiero fuerza, pero vaya usted, yo quiero que haya guerra, pero mi hijo no, yo quiero que vayan los demás’.

El tema de fondo es que en todo el país se presentaron 700 bloqueos, donde había aproximadamente 400.000 personas, pero en Cali había 32. ¿Usted de dónde saca fuerza policial para enfrentar 400.000 personas o 26 bloqueos permanentes en Cali, entre los que podrían haber unas 20.000 personas?

De dónde se sacan uno 20.000 policías, si Cali tiene un parte de 5000 policías permanentes y para el paro llegó un apoyo de 1800. Es una situación muy difícil que hay que valorar para decidir. Lo que se hizo fue posibilitar un diálogo y la gente dice: ¿por qué un decreto?, que fue muy cuestionado porque no hubo pedagogía, porque no se explicó como debía.

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La Ley 418 o ley de orden público, que sacó en su momento Álvaro Uribe Vélez, lo que dice es que para negociar necesito tener una contraparte y esa contraparte debe ser reconocida en el mundo del derecho, ¿por qué?, porque yo no puedo negociar contra una pared.

¿Cree que no se analizó este tema desde todos los puntos de vista?

Alrededor de todo esto y de la gestión del Alcalde ha habido una campaña de desprestigio y difamación y me parece que hay algunas manitas que esconden réditos políticos. Entonces hoy le puedo decir con total claridad lo que yo le dije al ministro Daniel Palacios de manera clara: ‘Ustedes han dicho que el diálogo no les gustó y se habló del Alcalde, pero la verdad es solo una, ustedes vinieron y facilitaron el diálogo, a través de Propacífico, y trajeron al Departamento de Prosperidad Social, al ministro (Wilson) Ruiz, al Viceministro de Defensa y vinieron a mediar, a dialogar, entonces, cuando ustedes hacen eso, están validando que el método que se utilizó fue el correcto’.

Uno no puede manejar dos lenguajes porque no hay coherencia.Si eso está mal, ¿por qué copiaron el modelo? Entonces el modelo fue copiado y el Ministerio del Interior se dedicó a dialogar en toda Colombia, lo hicieron en Bogotá con la gente de la Primera Línea.

Lo que se gestó fue un desprestigio hacia el Alcalde, no había otra salida, no había policías suficientes para contener a los muchachos que estaban protestando, primero, porque tenían rabia porque muchas de las cosas que ellos estaban pidiendo no eran nada más que algo muy real.

Una gran parte de los caleños cree que la ciudad se raja en seguridad y convivencia, ¿usted qué piensa?

Que no es cierto. Las cifras hay que tenerlas claras para no dejarse manipular. Ese cuentico de las percepciones se lo inventaron para poder fregar y decir ‘es que yo pienso’, pero es que la seguridad no se maneja por percepciones, se maneja es por realidades.

Primer punto a resaltar, tenemos la cifra más baja en homicidios de los últimos 29 años, eso se dio en el 2020, en el Gobierno de Jorge Iván Ospina. Entonces salta todo mundo diciendo ‘estábamos encerrados, cómo vas a comparar eso”. No la valen porque argumentan eso, pero para hablar de cifras de hurtos, ahí sí les gusta las del 2019 porque son más catastróficas que las de 2020, pero las comparan.

¿Cuáles son esas cifras que usted ve como positivas para la ciudad?

Los 10 ítems de seguridad ciudadana: en homicidios hoy estamos igual a 2017. Y frente a 2019 y 2020, hay una diferencia de 100 homicidios más y dónde están esos 100 más: En mayo de este año se presentaron 102 homicidios de más, y en junio hubo 52 de más.

Lo que sucedió en mayo nos colocó como la ciudad más violenta de Latinoamérica, pero en junio empezamos a bajar; en agosto estabilizamos; en septiembre tuvimos 20 % menos; en octubre 10 % menos que el año pasado y el antepasado; en noviembre 12 % menos y al 28 de diciembre le tengo que decir que llevábamos 20 % de homicidios menos frente al año 2019 y 18 % frente al año 2020.

Es decir, tenemos el diciembre más bajo en homicidios de los últimos 29 años y la gente tomando trago hasta las 5 de la mañana. Tenemos entre 1 y 2 homicidios diarios, mientras que el año pasado eran entre 6 y 7.

Tenemos en este momento la tasa más baja de homicidios en mujeres de los últimos 20 años y la tasa más baja de feminicidios, en los últimos 15 años.

Pero no pasa lo mismo con los hurtos, que es algo que teme mucho la gente en las calles...

En materia de hurtos, tenemos 10 indicadores, de los cuales, de acuerdo con las denuncias, hemos mejorado entre 4 y 5 % cada indicador. Hurto a residencias, 4 % menos; hurto a motos, 6 % menos; hurto a carros, 8 %. Pero perdimos el año solo en dos cosas: hurto a cajeros y de autopartes, esta cifra se nos disparó al 400 %, ¿por qué? Hay 5200 habitantes de calle y hay 100.000 extranjeros viviendo en Cali, de los cuales un 5 % está delinquiendo.

¿Usted cree que necesitamos más mano dura en esta ciudad?

Yo creo que necesitamos un balance y un equilibrio perfecto y creo que lo hemos ido logrando. En diez años me sueño con un alcalde que no necesite policías en la calle.

A mí no se me olvida hace 25 años, la primera vez que vine a Cali, me quedé fascinado porque la gente estaba haciendo una cola perfecta para abordar un bus. Yo decía, eso no se ve en ningún otro lado, ni en Bogotá ni en Medellín ni en Bucaramanga… y eso era cultura.

Yo pienso que debemos trabajar mucho en la cultura y en la educación para generar un cambio, pero mientras tanto toca mantener el imperio de la autoridad, toca tener cierta fortaleza para enfrentar a la gente que quiere hacer lo que desee, como los que andan por el carril del MÍO, los que creen que es normal andar sin casco y sin tapabocas, los que creen que pueden hacer lo que quieran en las discotecas, el de la cultura mafiosa que no para en los semáforos y quiere atropellar a la autoridad.

Hay que tener mucha fortaleza y para eso tenemos el Código de Policía y lo estamos aplicando.

¿Qué expectativas tiene en cuanto a planes para este año?

Estamos pensando en muchas cosas, uno empezar a construir la cárcel para solucionar unos 3000 cupos para detenidos hacinados en Villahermosa y unos 2000 cupos para centros transitorios para privados de la libertad no condenados. En este momento tenemos hacinados unos 1800 en estaciones de Policía y nos demandan 500 policías que deben ser liberados y, además, esta gente tiene que estar en un lugar digno.

Estamos pensando en dos casas de justicia más, una apuesta entre Cámara de Comercio, Ministerio de Justicia y Alcaldía para mejorar todo el sistema tecnológico de botones de pánico, de alarmas comunitarias para integrarlo al modelo de seguridad.

Estamos pensando en un botón de pánico para los taxistas, en atacar de manera frontal el microtráfico, que es el principal cáncer que tenemos porque todos los conflictos y homicidios en las fronteras invisibles de los barrios tienen que ver con esto.

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