Así buscan mantener 'vivas' las playas del Pacífico colombiano, gracias al reciclaje

Con el objetivo de promover acciones que contribuyan al cuidado del medio ambiente y al manejo adecuado de los residuos sólidos en la costa Pacífica, en las playas de Ladrilleros, Juanchaco y La Barra se desarrollan actividades de recolección de residuos sólidos.

Esta iniciativa se ha convertido en una vía ambiental, económica y socialmente sostenible para que las playas continúen ‘vivas’. Además, 200 niñas, niños y jóvenes han sido partícipes de jornadas de sensibilización en educación ambiental y cultura del reciclaje.

En las zonas costeras del Pacífico colombiano, los ecosistemas marinos se ven afectados por la acumulación de residuos sólidos que provienen de las actividades como el turismo, navegación y comercio. Los resultados, según el diagnóstico nacional, realizado por parte de Invemar, mostraron que las playas están contaminadas por plásticos que, en su gran mayoría, son de productos de corta vida útil o desechables que están acumulándose en la arena y en el agua.

Lea también: Un vallecaucano es el hombre que más árboles ha sembrado en Colombia, esta es su historia

Por esta razón, la Fundación Ecopazífico, en conjunto con Unilever y la organización Recon, llevaron a cabo el proyecto ‘La ruta del Mapare: ‘Material para revivir’, en las playas del Pacífico.

Su principal motivación es liberar el océano de los desechos plásticos y contribuir al bienestar del planeta, trabajando hacia la implementación de sistemas de reciclaje con programas educativos enfocados en operaciones de limpieza de playas y programas de permacultura (método global que permite poner en marcha sistemas resistentes y sostenibles) con los niños, niñas y jóvenes de las comunidades.

Recon es una entidad que identifica, conecta y fortalece las iniciativas de emprendimiento e innovación social, con el propósito de generar oportunidades para la transformación social.

Por esta razón lograron conectar con la multinacional Unilever (empresa que tiene sedes en el Valle del Cauca), para impulsar este proyecto.
La Ruta del Mapare posee tres enfoques que impactaron de manera social, ambiental y económica a las comunidades de Ladrilleros, La Barra y Juanchaco.

Sus enfoques promueven la limpieza de las playas y permiten brindar instrucciones con respecto a la correcta disposición de los residuos para aprovechar los materiales que son reutilizables, como el plástico.

Además, busca generar conciencia sobre el no consumo de los materiales de corta vida útil.

Rommy Schreiber, caleña y fundadora de Ecopazífico, resalta el impacto que ha tenido el desarrollo de la Ruta del Mapare, ya que ha contribuido a la limpieza de las playas del Pacífico colombiano. Además, por primera vez, dice, es posible realizar un estudio que monitorea los residuos que llegan con las mareas y a partir de allí, ha sido viable generar una economía alrededor de la cultura del reciclaje.

Según un informe del Invemar, las playas con mayor contaminación, tanto en arena como en agua superficial, se hallaron en Buenaventura, Cartagena y Santa Marta.

Los residuos que son recolectados en las estaciones, las cuales se encuentran distribuidas a lo largo de un sendero ecológico que conecta a las comunidades de las tres playas, son llevados a fábricas de reciclaje equipadas con maquinaria especializada, trituradoras e inyectoras modulares, que permiten su transformación.

Finalmente, estos residuos son convertidos en madera plástica, con la cual se elabora todo tipo de objetos útiles como postes, baldosas, tejas, tablas y souvenires, con el objetivo de encontrar una alternativa productiva que permita el desarrollo económico y social de la comunidad de manera sostenible.

Precisamente, las estaciones de reciclaje empleadas para la correcta disposición de los materiales fueron elaboradas a partir de madera plástica.

Los objetos que son fabricados con este material tienen una larga duración, ya que los polímeros pueden tardar alrededor de cien años en degradarse, garantizando una gran calidad y sostenibilidad.

Rommy agrega que las estaciones de reciclaje son un elemento educativo sumamente importante para los niños y toda la comunidad. En ellas hay infografías que explican cómo hacernos responsables del entorno y brindan tips de cómo tratar los residuos que se generan y que llegan a las playas.

Estas estaciones están ligadas a un plan de educación ambiental permacultura, un sistema enfocado al uso sustentable de la tierra para lograr una vida sostenible, el cual fue impulsado por Ecopazífico.

Las estaciones, además, despiertan el interés y el gusto por participar en los procesos de la naturaleza, aportando al cuidado de la misma.

Durante los programas de permacultura, los niños, niñas y jóvenes, aprenden todo lo relacionado con los temas de las infografías, creando un sentido de pertenencia por todo el ecosistema. Por otro lado, recibieron elementos amigables con el medio ambiente, tales como kits ecológicos, compuestos por envases de metal para bebidas, cepillos de bambú, bolsas ecológicas, uniformes y utensilios necesarios para las jornadas de limpieza, las cuales hacen parte del programa de niños y jóvenes ‘Guardianes del Mapare’.

Camila Escallón, directora de Comunicaciones y Asuntos Corporativos de la firma Unilever, asegura que “es importante generar cultura del reciclaje, porque esto no es únicamente que existan los sitios para recoger los envases y transformarlos en algo útil, sino también la decisión que se toma al momento de arrojar un objeto plástico y la acción para hacerlo de forma correcta. Tenemos un compromiso con la sostenibilidad, es prioridad mantener el plástico en una economía circular para contribuir al cuidado del medio ambiente”. sostiene la profesional.

Más de 5,6 toneladas de residuos han sido recuperadas de las playas y clasificadas. Cerca del 30% corresponden a polietileno (PET), un elemento muy usado en envase de bebidas.

Este proyecto ha tenido gran impacto en los habitantes del lugar. El 83% de la población considera que la limpieza y el manejo que se le ha dado a estos residuos en las playas ha mejorado luego de la implementación del mismo. También, han sido empleados seis líderes de estas comunidades para realizar la labor de ‘Guardaplayas’, quienes crean nuevos hábitos ambientales en sus familias a partir de su trabajo. Además, les representa una nueva fuente de ingreso y aporte económico en sus hogares.

Estos líderes ambientales también son agentes de cambio que cuidan el bienestar de los ecosistemas, trabajando con alrededor de 40 voluntarios.

Andrés Santamaría Garrido, abogado, magíster en Políticas Públicas, director ejecutivo y cofundador de Recon, comenta que “semanalmente a estas playas les llegan entre 8 a 10 toneladas de residuos plásticos, esto genera afectaciones e impide que se realice el ejercicio del turismo.

Sin un buen manejo de las basuras se generaría un problema económico y ambiental. Nuestra organización realiza convocatorias anuales donde se buscan iniciativas en diferentes temas: sostenibilidad, medioambiente, economía naranja, construcción de paz, desarrollo agrícola, entre otros”.

En estas playas hay varios recorridos, entre ellos, el tour de avistamiento de ballenas y de aves. Además de un paseo por los esteros, manglares y piscinas naturales.

El Pacífico colombiano tiene bellezas naturales que muy pocos conocen.

Entre los atractivos turísticos para visitar están las playas de Juanchaco, Ladrilleros y La Barra. Esta zona posee uno de los ecosistemas más ricos del planeta. Cuenta con 400 especies arbóreas, 12 especies de mamíferos acuáticos, la más frecuente en los avistamientos es la ballena jorobada. Entre julio y octubre, cerca de 2600 ballenas llegan desde el Polo Sur a aparearse y dar a luz a sus ballenatos en las aguas del Pacífico colombiano.

Expertos de Invemar recomiendan aumentar el conocimiento sobre el impacto de la contaminación por elementos plásticos en el ambiente marino y costeros. Promover herramientas educativas y de sensibilización para disminuir la contaminación.

Además, fortalecer y promover la coordinación interinstitucional para lograr una mejor gestión integral de la contaminación por basuras marinas.