Pasados los Juegos Panamericanos Juveniles que dejaron en alto el nombre de Cali, gracias al buen comportamiento de caleños y visitantes, las autoridades de seguridad y vigilancia se preparan para un nuevo desafío: la celebración de la Feria de Cali y fiestas de Fin de Año, en un ambiente de tranquilidad y paz.
El reto no es fácil teniendo en cuenta que es durante estos días cuando se incrementan los delitos de alto impacto como el homicidio, lesiones personales y hurtos en sus diferentes modalidades.
La Policía Metropolitana de Cali, en coordinación con la Secretaría de Seguridad, diseñó un completo esquema de seguridad con más de dos mil uniformados encargados de adelantar controles en todos los eventos de carácter público, pero también privados, de la ciudad.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, brigadier, Juan Carlos León, confirmó que 1500 policías prestaron vigilancia durante el Festival Petronio Álvarez, desde el pasado jueves hasta hoy.
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Asimismo, para la Feria de Cali, dispondrán de 2000 hombres, sin perjuicio de las labores de vigilancia en la capital vallecaucana, toda vez que se trata de personal de apoyo llegado de las Escuelas de Policía, patrulleros recién egresados.“
Con estos 2000 hombres haremos un cubrimiento total, tanto de los eventos públicos organizados por Corfecali, como de los privados. Ya hemos hecho varias reuniones para tratar estos temas y garantizar dichos cubrimientos”, dijo.
En cuanto al tema de vigilancia y seguridad, anunció que para prevenir el incremento de homicidios, lesiones personales y hurtos, que son los delitos que más afectan la seguridad ciudadana, se brindará especial atención a los barrios y sectores con mayores índices de criminalidad.
“Sabemos que los días 25 de diciembre y 1 de enero son muy fuertes en materia de seguridad en Cali. Por eso, estamos tratando de blindar, con base en las estadísticas de años anteriores, los puntos más críticos de la ciudad para disminuir esas cifras”, explicó.
El general López Montes señaló que alrededor de 2500 hombres y mujeres, que hacen parte de la vigilancia y de otros grupos operativos de la ciudad, estarán totalmente alertas y prestos para garantizar la seguridad y así mantener los índices delincuenciales con tendencia a la baja.
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Además, con la Policía Comunitaria se trabajará en aquellas comunas con mayores problemas de intolerancia debido a la ingesta de licor, pues como se sabe, casi todos los hechos de violencia del 25 de diciembre y 1 de enero, están relacionados con este fenómeno social.
Asimismo, en un 30 o 40% aumentarán el número de funcionarios para atender la línea de emergencia 123, y así agilizar la recepción de llamadas para atender rápidamente a los ciudadanos.
Adicionalmente, habrá sectores que tendrán un cubrimiento especial como el centro de la ciudad, que contará con 250 hombres hasta el 30 de este mes, para garantizar las compras de Navidad y Fin de Año.
De igual forma, centros comerciales, el alumbrado navideño, zonas turísticas y bancos, y se realizarán controles a la venta y expendio de pólvora.
El general León Montes también anunció cobertura policial en los seis municipios del área metropolitana de Cali, con el fin de brindar una amplia oferta institucional y garantizar a caleños y habitantes de estas poblaciones, una Navidad y Año Nuevo con muy buena percepción de seguridad.
“Estamos trabajando muy duro en la reducción de homicidios; hemos hecho una apuesta muy grande desde el mes de agosto, cuando se normalizó la ciudad después del paro, para continuar con la tendencia a la baja, porque durante esos días tuvimos semanas de 45 y 50 homicidios. En este momento tenemos 22 o 23 casos, pero el objetivo es llegar a 14 o 15 por semana. A eso le vamos a apuntar el año entrante”, puntualizó.
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De otro lado, para el secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Javier Soler, como ciudad tenían cuatro retos en materia de seguridad para el mes de diciembre, dos de los cuales ya se cumplieron con muy buenos resultados como fueron los Juegos Panamericanos y el Festival de Salsa.
Sin embargo, el esquema de seguridad se mantiene y con los comandantes de la Policía Metropolitana de Cali, la Tercera Brigada, tropas del Batallón de Alta Montaña y el Batallón de Policía Militar, se han identificado sitios donde se han concentrado algunas estrategias especiales.
De igual forma, se han activado algunos comandos móviles y 16 CAI móviles, al igual que grupos de atención y prevención situacionales de delito, acompañados de la Secretaría de Seguridad.
Se aumentó la capacidad de pago de recompensas, de $500 hasta $3000 millones, que ha posibilitado un gran número de allanamientos, coordinados con el CTI de la Fiscalía, que han arrojado importantes capturas en la ciudad.
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“Esta es una manera de prevenir el delito en todas sus líneas, principalmente los homicidios, en lo que nos va muy bien al igual que en el tema de hurtos”, indicó el funcionario.
Soler dijo que terminado el Petronio, todo el trabajo se enfocará en la Feria de Cali para garantizar seguridad en todos los eventos, y haya una verdadera reactivación económica en la ciudad, pues sin seguridad, no hay economía, ni inversión.
“La seguridad ha venido avanzando a pasos agigantados, así algunas personas no lo quieran ver o reconocer, pero ahí están todos los índices que han llevado a que Cali sea hoy la capital de la resiliencia. Cali se levanta contra el delito, de las ruinas en que nos dejó el paro y respira nuevos aires”, enfatizó.
En el Distrito, algunos barrios presentan problemas de intolerancia por la ingesta de alcohol. Por ello, tendrán cubrimiento especial.
El Secretario resaltó que en los 14 primeros días de este mes, hubo una reducción de 57 %, respecto al promedio histórico 1993-2020, que era de 74 homicidios a la misma fecha. Y en 29 años, no se habían registrado dos días consecutivos sin homicidios.
Soler está convencido que desde la educación, la cultura, con un gabinete dedicado a trabajar por la ciudad, una Policía más cercana, de cuadrante, más comunitaria, pero con toda la contundencia y capacidad operativa de las autoridades, Cali vivirá unas fiestas en paz.
Verdaderos retos a cumplir
El concejal Fernando Tamayo manifestó que si bien el secretario Soler se ha comprometido a tener operando el 95% de las cámaras al finalizar el año, veía muy difícil el cumplimiento de esta meta, pues solo 510 de las 1745 que tiene la ciudad, estaban trabajando de acuerdo al último balance entregado al Concejo.
Dijo también que el aumento en el horario de la rumba supone un reto en materia de seguridad, especialmente en el control de hurtos, teniendo en cuenta que este año se registraron más de 10 mil denuncias, y diariamente hay cuatro.
Para Alberto Sánchez Galeano, experto en seguridad ciudadana, hay dos retos centrales que debe afrontar la Administración. El primero tiene que ver con la sostenibilidad del esquema actual de seguridad, diseñado para asegurar los eventos internacionales, que significa que son esquemas limitados en el tiempo. Es decir, que al 25 de diciembre la ciudad tendrá menos pie de fuerza del que había tenido hasta ahora.
13 casos de homicidios se presentaron entre el 24 y el 25 de diciembre del 2020, mientras en el 2019 que más similitud tiene con el 2021, hubo 10 casos solo el 25.
El otro reto es de proyección, pues una buena parte de los homicidios que se presentan este mes, son en un alto porcentaje derivado de incidentes de convivencia por riñas, consumo de alcohol, etc.
”Si el pie de fuerza que da hoy ese oxígeno adicional a la ciudad durante el mes de diciembre no está en enero, podríamos tener un comienzo de año muy complicado, porque en términos de operación criminal la ciudad se reactiva plenamente en enero", sostuvo Sánchez.
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De otro lado, el politólogo Gustavo Orozco, asegura que el reto más claro de la Alcaldía para el cierre de año, es tratar de contener, en la mayor cantidad posible, el número de homicidios, para no superar las cifras del 2019 y 2020.
Según dijo, no se trata de tener días sin homicidios, sino que los acumulados del año representen una mejoría y “no las cifras amañadas que la administración frecuentemente quiere presentar”.
Finalmente, que asegure la inversión y contratación a comienzos de año y no tardíamente como pasa en el sector público, pues los problemas de seguridad no dan espera.