Directora de la MOE, Alejandra Barrios, visitó Cali para hablar sobre transparencia electoral: “Estamos pasando a la radicalización de posturas”

La directora de la Misión de Observación Electoral, MOE, Alejandra Barrios, encendió las alarmas por el impacto que está teniendo en la opinión pública la información difundida por grandes decisores sobre el proceso electoral, asegurando que “no solo se profundiza la polarización, sino que se pasa a la radicalización de posturas”.

Barrios visitó Cali para participar en un conversatorio sobre transparencia y seguridad en las elecciones del 2026 organizado por la Unidad de Acción Vallecaucana, en el que despejó los temores de algunos sectores al insistir en que no se va a aplazar el proceso electoral.

¿Qué le preocupa en el Valle del Cauca en materia electoral?

A nivel nacional preocupa todo lo que tiene que ver con violencia y ahí es donde entran el Valle, Cauca, Chocó y Nariño, porque el inicio de este año fue el más violento que hemos tenido desde el 2018, con 1404 acciones armadas por parte de más de 100 grupos armados ilegales. En agosto la violencia del Cauca ha golpeado al Valle y eso tiene mensajes muy fuertes en términos democráticos, porque lo que termina generando es desesperanza, miedo y fortalece discursos autoritarios frente a los procesos electorales.

¿Qué otras alertas ha detectado la misión de observación?

El crecimiento de las organizaciones políticas. Hoy tenemos 31 organizaciones políticas con personería jurídica, un sistema que no representa a los ciudadanos, porque uno no tiene 31 posturas ideológicas, y hay un déficit muy grande en el control de la financiación de campañas políticas en un país cruzado por economías ilegales. Entonces debemos poner muchísima atención de dónde viene la plata de quienes se están presentando sobre todo para Cámara y Senado. A eso le sumamos 71 ciudadanos interesados en la Presidencia que están recogiendo firmas y voy a cargar la responsabilidad al Consejo Nacional Electoral, porque no hay información sobre la financiación.

También, el impacto de la información difundida por grandes decisores sobre el proceso electoral y la democracia. Eso está profundizando no solamente la polarización, sino que estamos pasando a la radicalización de las posturas. Hay que tener muchísimo cuidado con eso, porque es información que no está basada en evidencia, sino en creencias.

¿Qué tanto afectó el proceso electoral el asesinato del precandidato Miguel Uribe?

Muchísimo, hubo un proceso electoral antes y después del atentado, porque retrajo inmediatamente la campaña política. En ese momento ya había posibles candidaturas moviéndose, recogiendo firmas, en las calles, pero hizo que se parara y escuchamos silencio en este país porque no se tenía claro qué pasaba. Es muy importante que la Fiscalía siga avanzando en los determinadores. Además, el mes de agosto llegó con un cambio muy fuerte porque tras el ataque a Miguel Uribe iniciaron exposiciones violentas, amenazas a personas de muy alto perfil como los gobernadores del Valle, Cauca y Caquetá, los alcaldes de Cali y Medellín, entonces, ya no estamos hablando de violencia local, sino de violencia nacional.

¿A usted le preocupa el uso de la tecnología de cara al 2026?

Es una de las mayores preocupaciones que tenemos. Estamos viendo desinformación o amplificación de desinformación en redes sociales por parte de tomadores de decisiones de alto impacto que están generando mucha zozobra, preocupación y ansiedad, inclusive entre personas muy formadas e informadas, como los empresarios, los académicos y los mismos periodistas en los medios de comunicación, porque se recibe información contradictoria. El problema cuando se amplifica en las redes sociales ese tipo de información es que se termina generando unas narrativas que después no se pueden controlar.

El presidente Gustavo Petro ha insistido en que no hay transparencia electoral...

Hemos pedido en las comisiones de seguimiento electoral y lo señalamos públicamente, que cualquier preocupación que haya frente a las transferencias de las elecciones es una preocupación legítima, pero la invitación es a señalar de manera específica y clara cuáles son las preocupaciones precisas que se tienen frente a las próximas elecciones. Hacer afirmaciones genéricas, no solo por parte del Presidente sino de cualquier actor importante, público o privado, no ayudan a generar los ejercicios de mitigación de riesgo ni tomar acciones adecuadas.

¿Usted descarta que se vayan a aplazar las elecciones?

La Misión de Observación Electoral es absolutamente categórica, por conocimiento de cómo funciona el proceso electoral, de que en este país no se aplazan elecciones ni a la Presidencia ni al Congreso. No va a pasar por una sencilla razón que ya nos ha demostrado la historia, aquí fuimos a elecciones después del asesinato sistemático de cuatro candidatos a la presidencia y después de la eliminación sistemática de un partido político. En ese momento no estamos en ninguna situación mucho más peligrosa o delicada de la que tuvimos en esos momentos que nos lleven a afirmar que puede declararse un estado de excepción para no ir al proceso electoral. Eso no va a pasar.

La MOE ha declarado que la participación electoral va por buen camino, ¿por qué?

Colombia tiene una participación electoral importante, porque aunque es un país que no tiene voto obligatorio y concentra sobre todo los puestos de votación en zonas urbanas, tenemos en elecciones locales una participación que raya con el 60% y en elecciones nacionales del 55 %. Después del plebiscito crecimos hasta 10 puntos, entonces no vemos que podamos hablar de una crisis de participación ciudadana, por el contrario, son buenas noticias porque significa que seguimos manteniendo una cantera democrática y de participación.