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Cali : Restaurantes y amas de casa abocados a cocinar con leña y carbón en las afuera de las residencias y comederos. Se agudiza crisis en la entrega de pedidos de gas propano ante la alta demanda por falta de gas natural.
Cali : Restaurantes y amas de casa abocados a cocinar con leña y carbón en las afuera de las residencias y comederos. Se agudiza crisis en la entrega de pedidos de gas propano ante la alta demanda por falta de gas natural. Foto José L Guzmán. El País. Mayo 24-23 | Foto: José Luis Guzmán. El País

Editorial

Soluciones urgentes

El gran interrogante es por qué si existen diferentes alternativas para evitar estas eventualidades, se somete a regiones como el Valle a depender de una única línea de transporte de gas.

25 de mayo de 2023 Por: Editorial

Cuando las expectativas estaban centradas en la posibilidad de un racionamiento de energía si se daba en Colombia un fenómeno climático de El Niño intenso, la sorpresa les llegó a varios departamentos del suroccidente del país con la suspensión del servicio de gas natural. La inédita situación lleva a reflexionar sobre las alternativas de distribución del combustible, que se han planteado por años y siguen sin concretarse.

El fin de semana anterior, luego de varias advertencias sobre los vapores y el calor detectados a un costado del volcán Cerro Bravo, en la carretera entre Caldas y Tolima, la Transportadora de Gas Internacional, TGI, encargada del gasoducto Mariquita-Cali, anunció el cierre de las válvulas para atender un sobrecalentamiento de la tubería en ese punto. La medida preventiva tenía como fin evitar el que podría ser un desastre mayor de llegar a explotar la infraestructura debido a los 600 grados de temperatura que ya presentaba.

Así comenzó el racionamiento paulatino del servicio de gas tanto para la industria como el comercio y el sector residencial en los tres departamentos del Viejo Caldas, Tolima, Valle y el norte del Cauca. Desde ayer, la suspensión es total y se prevé que la situación dure entre cinco y nueve días, mientras se monta una tubería alterna en el lugar y se reanuda el bombeo.

Si la contingencia tiene efectos negativos para el sector industrial y para actividades comerciales como las de los restaurantes o el transporte público, incluidos los taxis que funcionan con gas, mientras afecta a clínicas y hospitales, cientos de miles de hogares en los cinco departamentos se ven obligados a sortear el desabastecimiento mientras enfrentan las incomodidades que ello genera.

El gran interrogante es por qué si existen diferentes alternativas para evitar estas eventualidades, se somete a regiones como el Valle a depender de una única línea de transporte de gas. Aún en la búsqueda de inversionistas y concesionarios, están proyectos como el de la Regasificadora del Pacífico en Buenaventura, que permitiría recibir los barcos cargados con gas natural en estado líquido, almacenarlo, gasificarlo y distribuirlo a los consumidores así como para la generación de energía.

Igual sucede con el gasoducto Buenaventura-Yumbo, apenas en etapa de convocatoria, que tendría capacidad de transportar 23.500 millones de pies cúbicos de gas natural por día e interconectarse al Sistema Nacional de Transporte. Si esas dos iniciativas ya estuvieran ejecutadas después de tantos años de haberse propuesto, hoy ni el Valle ni los demás departamentos del Suroccidente sufrirían por el racionamiento.

La fragilidad e inestabilidad del sistema de transporte del gas natural en Colombia quedó comprobada. Es de esperar que las solucionen planteadas a largo plazo por fin avancen, como lo exige la actual eventualidad, y que los arreglos temporales para desviar la tubería del gasoducto Mariquita-Cali se realicen con agilidad, dentro de los plazos anunciados o incluso en el menor tiempo posible.

Sería inaceptable prolongar la afectación a los diferentes sectores que padecen por la suspensión del servicio, y que por ello sean aún mayores las consecuencias económicas y sociales para la región.

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