La tenaza contra el Valle
Luego se fue reproduciendo la presencia de grupos armados en la cordillera Occidental, en la franja comprendida entre Florida y Tuluá, con la intención de revivir el dominio de lo que fue el sexto frente de las extintas Farc
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24 de ago de 2021, 11:55 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 07:16 a. m.
Los movimientos guerrilleros que antes amenazaron al Valle en las cordilleras Occidental y Central vuelven a hacer aparición, ahora a través de las llamadas disidencias de las Farc que pretenden establecerse en la zona rural de Dagua. Por ello, la rápida reacción del Gobierno Nacional a la alerta temprana que sobre esa presencia hizo la Defensoría del Pueblo es también un campanazo sobre las intenciones de quienes tratan de sembrar la zozobra en el Departamento y en Cali en particular.
El asunto es de vieja data. Siendo nuestra región una de las más importantes para la economía y la estabilidad política y social del país, ha sido objeto de constante asedio, el cual empieza en el norte del departamento del Cauca donde el narcotráfico alimenta toda clase de conflictos, incluida la invasión de tierras dedicadas al cultivo de la caña de azúcar. El objetivo es también generar corredores para transportar hacia el océano Pacífico las drogas ilícitas que producen, llevando el terror a las áreas comprendidas entre Jamundí y la región del río Naya.
Luego se fue reproduciendo la presencia de grupos armados en la cordillera Occidental, en la franja comprendida entre Florida y Tuluá, con la intención de revivir el dominio de lo que fue el sexto frente de las extintas Farc. Aunque existe una evidente disputa entre las disidencias de esa agrupación, el Eln y los grupos de narcotráfico, no es menos cierto que allí se ha tratado de imponer de nuevo el dominio de quienes desconocen al Estado y usan la violencia, intimidando a sus habitantes y afectando sus Derechos Humanos y su tranquilidad.
Ahora, la alerta temprana sobre lo que está aconteciendo en Dagua indica la intención de revivir lo que era cosa del pasado. Es la presencia de grupos armados que además reclutan jóvenes y siembran el terror en la región, lo que, según se ha sabido, empezó en forma paralela con los intentos por desatar el caos en Cali por las épocas del paro nacional del pasado 28 de abril.
No es difícil deducir que existe la intención de trasladar al Valle la violencia que ha venido azotando al sur de Colombia. Por fortuna, la reacción de la Fuerza Pública respaldada por la decisión del Gobierno Nacional, ha neutralizado en gran parte esos intentos, logrando resultados que les devuelven la tranquilidad a los colombianos amenazados por esos grupos armados.
El pasado lunes, el ministro de Defensa hizo presencia en Dagua para reafirmar el propósito de impedir que se asienten allí esos grupos. Los resultados están en las capturas y hallazgos realizados en la región por los soldados y policías, acompañados del compromiso de las autoridades departamentales y municipales para impedir el regreso de la violencia guerrillera.
No obstante los resultados, debe recordarse el propósito que tienen los grupos de terror y narcotráfico con respecto al Valle del Cauca. El peligro está latente y se necesita de la colaboración ciudadana para, como se ha producido hasta ahora, las autoridades puedan derrotar los propósitos criminales de quienes pretenden tomarse nuestra región.
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