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Cali: Luego de casi 11 años de haber iniciado la remodelación de lo que era el colegio de la Sagrada Familia, en el barrio El Peñón de Cali, para convertirse en un hotel, sigue la controversia por ese proyecto. Archivo José L Guzmán. El País
Cali: Luego de casi 11 años de haber iniciado la remodelación de lo que era el colegio de la Sagrada Familia, en el barrio El Peñón de Cali, para convertirse en un hotel, sigue la controversia por ese proyecto. Archivo José L Guzmán. El País | Foto: José Luis Guzmán. El País

Editorial

La Sagrada Familia

Cali se merece que se respeten las condiciones bajo las cuales se permitió la remodelación del antiguo colegio de la Sagrada Familia, para convertirlo en un hotel que debía conservar sus características arquitectónicas...

14 de octubre de 2023 Por: Editorial .

Con la decisión del Tribunal Administrativo del Valle de negar las pretensiones económicas de la firma constructora encargada de la remodelación del antiguo colegio de La Sagrada Familia, se da un paso más hacia el final de un proceso complejo y costoso para Cali. En riesgo sigue, sin embargo, el que es un Bien de Interés Cultural de la ciudad, que puede perder su condición y quedarse como un gran elefante blanco.

El conflicto, que tiene variantes diversas, comenzó hace una década, cuando la constructora Jero SAS, a la que se le otorgaron los permisos para remodelar el antiguo colegio ubicado en el barrio El Peñón y convertirlo en un hotel que conservara sus características arquitectónicas, incumplió con lo autorizado.

De tener permiso para hacer 22 locales comerciales, la firma pasó a proyectar 58, poco menos del triple. Así mismo, en lugar de 113 parqueaderos decidió que serían 120 más otros 24 para motos, mientras las habitaciones del hotel se redujeron de 68 a 65. A su vez el gimnasio se cambió por un restaurante, el salón de eventos se eliminó para construir cuatro salas de cine y en vez de bolera se levantarían once islas comerciales.

Lo más grave de todo fue la construcción ilegal de una torre que sobrepasó en tres pisos lo autorizado, motivo principal de las demandas que han interpuesto la Alcaldía y la comunidad, así como de las múltiples acciones instauradas en contraposición por el constructor.

Los fallos judiciales en general han favorecido a la ciudad, entre ellos el más reciente, que niega las pretensiones de Jero SAS de exigirle a la Administración municipal $65.000 millones por el supuesto daño emergente y los perjuicios morales que le habría causado a la firma constructora la parálisis de las obras. Si bien la decisión del Tribunal del Valle es en primera instancia y aún le cabe un segundo recurso de apelación, es de esperar que de presentarse, este sea a favor de los intereses de Cali.

Solventado ese proceso, al menos en principio, ahora queda lo más urgente: que el Municipio haga cumplir el fallo del año 2018 que le ordena a la constructora demoler la parte de la estructura metálica que se levantó sin los permisos correspondientes. Casi cinco años después, y a un mes de vencerse los términos, se corre el riesgo de que quienes incumplieron con las normas se salgan con la suya.

Cinco años deberían ser suficientes para que, a quien le corresponda, acate y ejecute ese fallo judicial. Cali se merece que se respeten las condiciones bajo las cuales se permitió la remodelación del antiguo colegio de la Sagrada Familia, para convertirlo en un hotel que debía conservar sus características arquitectónicas, y que se garantice la conservación de ese Bien de Interés Cultural que hace parte de la historia y del patrimonio de la capital del Valle.

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