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El revolcón de España

"Desconcierto y preocupación. Esas palabras resumen lo que vive hoy España, luego de unas elecciones en las cuales el bipartidismo fue derrotado. Y obligaron a pensar en alianzas para gobernar al país, algo no imaginado hace pocos años".

22 de diciembre de 2015 Por:

"Desconcierto y preocupación. Esas palabras resumen lo que vive hoy España, luego de unas elecciones en las cuales el bipartidismo fue derrotado. Y obligaron a pensar en alianzas para gobernar al país, algo no imaginado hace pocos años".

Desconcierto y preocupación. Esas palabras resumen lo que vive hoy España, luego de unas elecciones en las cuales el bipartidismo fue derrotado. Y obligaron a pensar en alianzas para gobernar al país, algo no imaginado hace pocos años.El pasado domingo hubo varios ganadores. En primer lugar, el Partido Popular, PP, del presidente Mariano Rajoy, que obtuvo la primera votación, al recibir el 28,7% de los sufragios. Aunque, viéndolo bien, es uno de los damnificados en la medida en que perdió sus mayorías y está obligado a concertar con sus rivales para poder continuar dirigiendo los destinos de España. Por eso, Rajoy hace llamados para defender lo que él llama las instituciones, nada distinto que permitirle continuar sin necesidad de coaliciones en las Cortes.Luego aparece Podemos, la agrupación surgida de la rebelión contra la crisis que dura 10 años, que ha dejado desempleo y atraso, y ha puesto a los electores a buscar culpables y pasar la cuenta de cobro. Si bien algunos califican esa agrupación de centro izquierda, es imposible desconocer el carácter populista de su discurso y el afán oportunista de su jefe Pablo Iglesias, asesor y discípulo aplicado de Hugo Chávez. Sus 69 escaños, que representan el 22% de los votos depositados por los españoles, son un rechazo a la política tradicional, a la corrupción y la crisis económica más profunda de la España post Franco.Y en menor escala sigue el partido de centro derecha Ciudadanos con el 14% de la votación, algo que si bien refleja el rechazo del ciudadano del común al PP, fue inferior a las expectativas. Sin embargo, sus 40 diputados serán vitales para que Rajoy se quede o se vaya de la Presidencia que ha detentado en el último cuatrienio. El gran perdedor será otra vez el Partido Socialista Obrero Español, Psoe. Ahora ya no sólo no tiene el poder, sino que su representación cae a un pálido 22%, y muy distante de las épocas en que tuvieron mayorías superiores al 60% y gobernaron a su antojo. Los españoles le pasaron de nuevo la factura de una crisis que empobreció a la clase media, sus antiguos electores, y arrojó a muchos de ellos a los brazos del populismo de Podemos, que hoy se presenta como la más clara alternativa de poder de la izquierda.La prolija legislación española contempla mecanismos para tratar de construir consensos, apelando a la figura del Rey como posible componedor. Sin embargo, la atomización de la política, ocasionada por la elección del domingo en la cual votó el 73% del censo electoral, no da para pensar en un acuerdo que asegure la continuidad de Rajoy como presidente o para construir una mayoría y formar el gobierno que lo remplace. Lo cierto es que no está claro el futuro de la gobernabilidad en España. Y que la interinidad en la cual puede caer, la cual puede extenderse por seis meses, está generando ya temores, afectando la bolsa y subiendo el riesgo país. Es decir, la incipiente pero firme recuperación de su economía y del empleo entra ahora en un paréntesis que sólo será superado si se logra un consenso entre los partidos para despejar la incertidumbre.

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