Columnista
Trump, contra la pared
Ojalá la presión internacional, renovada con el otorgamiento del Nobel de Paz a María Corina Machado, lleve a Maduro a recapacitar...
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14 de dic de 2025, 12:34 a. m.
Actualizado el 14 de dic de 2025, 12:34 a. m.
Emocionante y trascendente la entrega del Nobel de Paz a María Corina Machado. El acto, las palabras del presidente de la academia, el recibimiento de parte de su hija y la llegada final de la líder venezolana a Oslo tras burlar el cerco y persecución de Maduro, cobran una importancia especial, sublime, de esperanza para un pueblo oprimido y empobrecido por la tiranía, y constituye una bocanada de aire fresco para las democracias afligidas.
Las democracias liberales están seriamente amenazadas. Es decir, las que se cimientan en la voluntad ciudadana, el equilibrio de poderes, el ejercicio de libertades, derechos y deberes, la economía de libre mercado basada en la iniciativa privada y el respeto a los derechos humanos. Hay sistemas políticos que se dicen llamar democracias sin serlo y cada día proliferan más las dictaduras y tiranías solapadas como la que existe en Venezuela.
Por eso, la lucha infatigable por la libertad en Venezuela tras 25 años de opresión, el grito clamando democracia que retumba desde la capital noruega, además de sacudir el alma y la conciencia, es histórico y muy oportuno. Muchos países dieron y aún dan por sentado sus democracias; algunos la perdieron y jamás la recuperaron; otros, como Colombia, poco la valoran a juzgar por el respaldo con que cuentan sus destructores.
Lo sucedido en estos días en torno a María Corina, el apoyo de millones de ciudadanos alrededor del mundo a la causa de la libertad y el anhelo de un pueblo por recobrar su rumbo, se constituyen en un componente más de presión a Maduro para que deje el poder; para que reconozca el triunfo de Edmundo González en las elecciones de 2024 y facilite una transición pacífica inmediata en Venezuela, a lo que el dictador se rehusa.
Pero es, ante todo, una presión a Trump, al Secretario de Estado, Marco Rubio y a los Republicanos, quienes están ante un dilema descomunal. Su estrategia para derrocar a Maduro, con recompensas billonarias, bloqueos y sanciones, Lista Clinton y un despliegue naval sin precedente en el Caribe con el argumento de la lucha antinarcóticos, con un saldo de 23 embarcaciones destruidas y 87 muertos, no ha dado resultado. Al menos no el esperado.
Señalaban a los cuatro vientos que Maduro no pasaba de diciembre. Termina el año y ahí sigue, atornillado. La reciente incautación y desvío de un buque petrolero afecta los ingresos del régimen, pero no hace diferencia en lo fundamental. Sin restarle significado, pareciera ser más una acción desesperada de Trump ante la resistencia del dictador a dejar el poder. Las amenazas verbales y el hundimiento de lanchas hicieron crisis como táctica de presión.
Maduro está acorralado y seguramente atemorizado. Pero tiene medido a Trump. Sabe que una intervención militar conlleva enormes riesgos políticos para el presidente norteamericano. Una reciente encuesta de la cadena CBS indica que sólo el 13 % de los ciudadanos considera a Venezuela una amenaza mayor y el 70 % se opone a una acción militar. Ello, en momentos en que la desaprobación de Trump crece y se sitúa en el 57 %.
Salvo que se tratase de una operación quirúrgica para sustraer a Maduro sin derramamiento de sangre, lo que pareciera poco probable por su complejidad, a juzgar por los hechos, no es clara la opción de una intervención armada. Ojalá la presión internacional, renovada con el otorgamiento del Nobel de Paz a María Corina Machado, lleve a Maduro a recapacitar, pues la situación en Venezuela estaría en un punto muerto, de estancamiento. Dicho lo anterior, Trump es impredecible, no sabe perder y no le debe agradar sentirse contra la pared.

Abogado y doctor en política de la Universidad de Oxford. Se desempeñó como Ministro de Educación, Embajador en La Haya, Alto Consejero Presidencial para la Seguridad Ciudadana, y Director de El País de Cali. Actualmente es Presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, gremio de la industria de hidrocarburos.
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