Salud celestial
¿Quién puede tener mejores intenciones que estos abnegados personajes que le dedican su vida al servicio de los demás?
Un grupo importante de asociaciones que representan a los médicos expuso algunas de las contradicciones y dificultades que tendría la reforma a la Salud que fue presentada ante el Congreso.
Los médicos apoyan de lleno el marco legal y jurídico garantista. ¿Quién puede tener mejores intenciones que estos abnegados personajes que le dedican su vida al servicio de los demás? Estudian largos años una difícil e imprecisa ciencia y hacen enormes esfuerzos por aliviar el sufrimiento. Por eso y porque en su formación poco se habla del dinero, son los perfectos agentes de bellos ideales, desconectados de las finanzas.
Critican por tanto el artículo 150 del PL 339, porque “sujeta el derecho a la salud a la disponibilidad presupuestal y al marco fiscal de mediano y largo plazo”.- La reforma casi no tiene números, muy pocas referencias a costos y menos a las fuentes de los recursos necesarios para todo lo que se propone. Pero ese artículo es de lo poco juicioso que hay en todo el texto, ajustando la aplicación de los planes a la realidad económica. Sin embargo, los médicos lo critican y citan el artículo 334 de la Constitución Política: “En ninguna circunstancia, autoridad alguna de naturaleza administrativa, legislativa o judicial, podrá invocar la sostenibilidad fiscal para menoscabar los derechos fundamentales, restringir su alcance o negar su protección efectiva”.
Esta es una de las piezas de literatura más angelicales que haya podido producir corte alguna en este planeta e ilustra la contradictoria fábula.
Que bello que las agremiaciones de salud recuerden la sentencia de nuestros ilustres magistrados, que ordena garantizar salud a todos.
Cuando esto se le explica a directivos y planificadores de la salud de otros países, se quedan boquiabiertos. ¿Cómo se puede ofrecer un servicio a la población sin proceder, acto seguido, a calcular cómo se paga? ¿Cómo no se va a entender que las necesidades de salud y bienestar son casi infinitas y los recursos son bien finitos? Especialmente en un país que ocupa el puesto 100 con sus 6 a 7 mil dólares de ingreso per cápita (PIB). Quienes tienen un gasto en salud per cápita de siete mil sonríen, por la inocencia de las pretensiones, de un país que ronda en un mil. No es difícil entender que es imposible satisfacer tan empíreos deseos.
A pesar de esta cita, el documento de los médicos aterriza, anotando que “No hay cifras totales de los recursos que requerirá el Sistema en los próximos años, incluido un plan financiero que defina fuentes y garantice sostenibilidad”.
No hay ni estimados de cómo se pagarán los más de 60 comités y juntas de hasta 38 personas, que regularán el sistema, los 2500 centros de atención primaria, la formalización de trabajadores operativos y de apoyo, las mejoras salariales y muchas otras bellezas.
Los médicos suelen estar muy concentrados mirando a sus pacientes y por eso concluyen, en contradicción con el citado artículo 334, que se debe buscar “el mejor Sistema de Salud posible, acorde con nuestras condiciones de desarrollo económico...”. Pedirán ayuda a la Ministra y magistrados, para desviar su mirada al cielo y ver de cuál helicóptero es que van a caer los billetes para tanta maravilla.