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¿Qué es lo que pasará realmente en el 2012, según los expertos?

Los mayas anunciaron que en el año 2012 de nuestra era se produciría un cambio radical para el planeta. Muchos lo han interpretado como el fin del mundo, pero ¿qué querían decir sus apocalípticos vaticinios en realidad?

11 de diciembre de 2011 Por: Redacción de El País | EFE

Los mayas anunciaron que en el año 2012 de nuestra era se produciría un cambio radical para el planeta. Muchos lo han interpretado como el fin del mundo, pero ¿qué querían decir sus apocalípticos vaticinios en realidad?

A medida que se acerca la fecha, crecen las especulaciones sobre lo que en realidad ocurrirá el 21 de diciembre de 2012 según las predicciones mayas. La polémica está más alborotada aún con los documentales que están emitiendo canales como Discovery Chanel. Pero quienes han estudiado a fondo el tema no son tan apocalípticos. Por ejemplo, el epigrafista alemán Sven Gronemeyer, afirma que los anuncios de la cultura centroamericana no aluden al fin del mundo sino al retorno del dios Bolon Yokte, que marca el término de una era y el comienzo de otra.El experto, profesor de la Universidad de La Trobe (Australia), tiene su propia versión de los glifos mayas de la zona arqueológica del Tortuguero, estado de Tabasco, México.Según el especialista, los mayas idearon un calendario de trece ciclos, de 400 años cada uno, denominado ‘baktunes’. El ‘baktún’ actual terminará en diciembre de 2012.Gronemeyer explicó que en la inscripción de Tortuguero se menciona que el 21 de diciembre “será investido el dios Bolon Yokote”, que participó en el comienzo de la actual era, el 13 de agosto de 3114 a.C.Según esta predicción, la deidad vigilará el fin de la era actual y presidirá el surgimiento de una nueva, que comenzará el 21 de diciembre de 2012: “El calendario maya alude que el final del decimotercer baktún simplemente es el fin de un periodo y la transición a un ciclo nuevo”, comentó el alemán.Érik Velásquez, historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), añade que la profecía sombría del 2012 surgió en los años 70, cuando Frank Waters escribió un libro con una “mezcolanza de creencias”, en el cual aseguró que “el Monumento 6 de Tortuguero marca el supuesto fin de un Quinto Sol (que es un concepto mexica, no maya) y la llegada de una nueva humanidad o Sexto Sol”.Velásquez señaló que a partir de entonces comenzó una serie de obras que le dejaron grandes ganancias, debido a que “satisface la necesidad de mucha gente de creer, pero no tiene sustento en los métodos de la investigación humanística ni académica”.Los mayas del periodo clásico (250-900 después de Cristo) “de ninguna manera pensaron que su tiempo se iba a terminar en 2012”, afirmó.El astrofísico de la Unam, Jesús Galindo, añade que los mayas fueron grandes astrónomos, pero ni ellos “ni la ciencia actual están en posibilidades de pronosticar un fin del mundo”, al considerar imposible prever que un cometa vaya a exterminar a la humanidad. Galindo indicó que 2012 es una oportunidad para acercarse, desde conocimientos comprobados, a la cultura maya y a la astronomía. Sobre las tergiversaciones de las creencias mayas, en noviembre de 2009 se pronunció el colombiano Juan Alejandro Velásquez, autor del libro ‘Los mayas, una cultura viva’. El experto explicó que “el 21 de diciembre de 2012 se encontrarán siete calendarios, de los 20 que hicieron. En los siguientes 400 años habrá una energía más alta que afectará a los seres humanos”, por lo que un eventual fin del mundo es “mala interpretación”.Por su parte, el arquitecto colombiano Fernando Malkún, autor del libro ‘Sak b’alam, el profeta maya’, explicó en septiembre del año pasado que lo que en realidad ocurrirá será “una gran revolución interior, en la cual los más avanzados hallarán la sabiduría”. Y el arqueólogo mexicano Alfonso Morales, estudioso del libro ‘Chilam Balam’ que relata la historia del pueblo maya, dijo que sus profecías hablaban del fin de su propio mundo, no de cómo se entiende la realidad actual ni de cómo es hoy presentada: “Si la civilización maya aún reinara, el 21 de diciembre de 2012 sería el día más importante de su historia y celebrarían la llegada de un nuevo sol con ceremonias, banquetes y sacrificios”.Los estudiosos coinciden en que el anuncio del fin del mundo es un rumor que saca de contexto la visión de las antiguas culturas, como consecuencia de la necesidad de creer en algo, debida a la inestabilidad política o económica, o al cambio climático.Lo que dice la numerologíaLa numerología describe al 2012 como un año 5, el cual se obtiene con la sumatoria de sus números hasta obtener un dígito.Jhon Jairo Tovar, licenciado en Filosofía y Teología, explica que este número “trae cambios de una manera maravillosa e inesperada. Por lo tanto será sabio tomar una posición flexible y abrir nuestra mente a nuevos paradigmas mundiales. El orden existente recibirá una sacudida de elementos frescos, y entrará a una etapa donde se respira aire nuevo”.Dentro de su interpretación, asegura que “grandes fuegos, terremotos y actividad volcánica son presagiados, debido mayormente a la influencia del 2, número que es el responsable de fuegos, rupturas y divisiones de la corteza terrestre. Esto quiere decir el fin de un ciclo y comienzo del otro, pero no necesariamente el fin del mundo ni un desastre natural mundial”.Esta posición es corroborada por Óscar Uzcátegui, antropólogo especialista en Etnología quien en sus declaraciones al programa ‘2012: Fin de las profecías’ manfiestó que “nos estamos enfrentando a un cambio de la corteza geológica que ya ha empezado, eso es parte de un ciclo cósmico que siempre se repite”. Por su parte, Ricardo Villalobos astrólogo colombiano y autor del libro ‘Sus astros en 2012’, manifestó en diálogo con El País que “el mundo está en un proceso de transición a algo que llamamos ‘Era de luz’ o ‘Era del conocimiento’, donde hay comprensión, apertura, donde es fácil soltar las amarras y rehacer las fronteras raciales, económicas, sexuales o territoriales. En esta era existirá más cercanía entre los seres humanos pero también los misterios serán develados, el conocimiento se hará presente”.“No es sólo saber y enterarnos, sino poner en práctica aquello que sabemos con el propósito de tener una vida plena, lograr la iluminación y perfeccionamiento personal”, recalca Villalobos. Tovar explica que “sobre el 21-12-2012, podemos decir que de acuerdo a la numerología corresponde al número 11 que representa la amenaza y el peligro, correspondiendo así mismo al ciclo de las manchas solares. Pero tampoco representa el fin de los tiempos”. Aunque las manchas representan un raudal de energía, para Villalobos, “eso es congruente con los proceso evolutivos actuales”.Pantalla para el fin del mundoAunque aún falta un año para el temido 21 de diciembre de 2012, canales como History y Discovery ya tienen al aire sus documentales sobre los mitos y verdades de la fecha. Daniel Laje, director de producción del canal History que creó ‘2012: fin de las profecías’ le explica a El País que la motivación del documental “fue la coincidencia en una gran cantidad de culturas que conciden en un ‘posible’ fin del mundo. La pregunta es qué pasará y si no pasa nada, por qué se habla de esas fechas”. “Además hay indicios muy cercanos a la cultura latina por cuenta de lo que dicen sobre los calendarios azteca y maya que además coinciden con interpretaciones de la comunidad Hopi de EE.UU. Además del debate que hay entre las personas que creen que va a pasar algo y las que dicen que no va a pasar nada”.Para este productor, el objetivo no es crear pánico en la gente. “La idea es trabajar el tema, del cual todos hablan, desde un punto de vista más racional. Es tomar las conexiones que hay en el tema espiritual y luego relacionarlas con expertos en el terreno de la ciencia”. Otro punto que también ha movido a los realizadores de televisión es quitar la venda de los ojos y echar tierra a malas interpretaciones hechas sobre el legado de culturas ancestrales así como a las teorías surgidas con un ánimo mercantilista.Por su parte Rafael Rodríguez, director de producción de Discovery Latin América y quien estuvo al frente del proyecto ‘Apocalipsis Maya’ dice en diálogo con El País que es “impresionante lo que los mayas en su momento predijeron sobre el final de sus cuentas largas que es el 21 de diciembre de 2012. En el programa hicimos un recorrido por el mundo maya y descubrimos que con el paso de los años se ha tergiversado lo que realmente los mayas pensaban sobre esa fecha”. “Desde los años 70 y 80 –agrega– esto se fue convirtiendo una en gran bola de nieve y a medida que se acerca la fecha, hay un boom comercial que ha disparado el fenómeno”. Cuenta que esta percepción es corroborada en el programa por un chamán guatemalteco quien reconoce además que si pasa algo van a decir que los Mayas lo anticiparon, y que si no pasa nada, también les van a echar la culpa a ellos. Además del debate, en el que participan antropólogos, etnólogos, investigadores y escritores, ambos espacios también dan relevancia a ese aspecto científico, real y verificable sobre lo que podría pasar en el planeta tierra y coinciden en un mismo fenómeno: el máximo solar. Expertos del Centro Carl Sagan de la Nasa, como David Morrison, explican que para los próximos años (2012, 2013 ó 2014) se podría registrar un aumento de la actividad solar lo cual podría llegar a afectar los satélites que están en la órbita y generar una falla masiva en el sistema eléctrico del planeta. Morrison aclara que teorías como la de un Planeta X (al que Nostradamus llamó Hercóbulus) que rozará la tierra y cambiaría los polos; así como un supuesto alineamiento de la tierra, no son más que ficción y que sobre tales fenómenos no hay una base científica concreta. Respecto al 21 de diciembre de 2012, el productor Rafael Rodríguez dice que la única evidencia que hay es ambigua. “Es un grabado sobre una piedra que está en un museo de Chiapas. El epigrafista Carlos Payán lo analizó y dice que el dios de los mayas va a regresar y les dirá que es el final de una era y el principio de otra. Esa la única referencia al 21 de diciembre”. Para Daniel Laje, es cierto que el calendario habla de el fin de un ciclo “pero la certeza de que el mundo se va a acabar de una manera apocalíptica no la he encontrado”.

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