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Infanta Cristina, la princesa española envuelta en una 'pesadilla real'

La infanta Cristina pasó de ser la princesa enamorada de un brillante atleta, a ser llevada a al banquillo de los acusados por los negocios de su marido.

28 de diciembre de 2014 Por: Redacción de El País y Agencias

La infanta Cristina pasó de ser la princesa enamorada de un brillante atleta, a ser llevada a al banquillo de los acusados por los negocios de su marido.

Rubia y sonriente, la infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI de España, convertida ahora en el primer miembro de la familia del monarca que se sentará en el banquillo de los acusados, dio durante mucho tiempo la imagen de una princesa moderna y rebelde.Esta semana se dio a conocer que Cristina de Borbón y Grecia irá a juicio debido a las maniobras fiscales de su esposo Iñaki Urdangarin, en las que ella se benefició a través de una sociedad que compartían a medias.Antes del escándalo, la imagen de la familia había fascinado a los medios: la infanta profesionalmente activa junto a su marido, un exmedallista olímpico de balonmano alto y apuesto, y sus cuatro hijos los principitos rubios, durante las vacaciones en el palacio de verano de Marivent, en las islas Baleares.Cristina, de 49 años, “es una persona, como todos los miembros de la familia real, cordial, educada, agradable, habla muy directa, normal”, relata Ana Romero, que fue corresponsal de El Mundo en la Casa Real. Pero la imagen se rompió cuando el 29 de diciembre de 2011, el juez imputó a Urdangarin.Con los meses, las sospechas se hicieron más amenazadoras. Tras haber escapado en la primavera boreal de 2013 a una primera imputación por tráfico de influencias, Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia era imputada por delito fiscal y blanqueo.Este último cargo fue suprimido en noviembre. Desde hace tres años, la infanta y su esposo desaparecieron de las actividades oficiales de la familia. Y el 19 de junio, Cristina fue la gran ausente en la ceremonia de proclamación de su hermano.“Su imagen evidentemente se ha deteriorado. Los españoles pusieron en ella y su marido toda la frustración que sienten por los casos de corrupción”, señala Romero. Queda por ver si la abdicación de su padre, Juan Carlos I, el 2 de junio, bastó para alejar la sombra del escándalo de su hermano Felipe VI.El caso de corrupción Nóos, que sacude a la monarquía desde 2010, produjo que el juez José Castro dictara apertura de juicio oral contra 17 personas (siete miembros de la red empresarial supuestamente corrupta y 10 cargos públicos de tres gobiernos -Comunidad Valenciana, Baleares y Ayuntamiento de Madrid), que contrataron a dedo a Urdangarin y a su socio, entre ellas la infanta Cristina, como cooperadora necesaria en dos delitos contra la Hacienda pública cometidos por su marido, informó el Tribunal Superior de Justicia de Baleares en un comunicado.Se sospecha que Urdangarin malversó, junto a su exsocio Diego Torres, 6.1 millones de euros de dinero público. Además, se les acusa de haberlo hecho mediante el Instituto Noos, una sociedad sin ánimo de lucro que el propio Iñaki presidió del 2003 al 2006, y que obtuvo grandes contratos de autoridades regionales.¿Renuncia a sus derechos dinásticos?Sexta en la sucesión al trono de España, la infanta Cristina ha puesto en duda su derecho dinástico. La oposición encabezada por Gaspar Llamazares, portavoz de Justicia del partido ecolo-comunista Izquierda Unida en el congreso, manifestó que “el futuro de la infanta no es una decisión de la infanta. Es el rey el que debe decidir si mantiene esas prerrogativas”.Entretanto, la casa real precisó que “la renuncia a los derechos es una decisión que corresponde a la infanta Cristina”. Felipe VI no se pronunciaEn su primer discurso navideño, el rey Felipe VI fue criticado por no hacer alusión a su hermana, la infanta Cristina, quien fue enviada al banquillo de los acusados.El rey abrió su discurso condenando la corrupción -que afecta tanto a la corona como a los partidos políticos- con un llamado a “cortar la corrupción de raíz y sin contemplaciones”.Otros casosUn escándalo sonado este año fue el de la familia real tailandesa. La princesa Srirasmi perdió su estatus real al conocerse que siete de sus parientes fueron arrestados y acusados de abusar de su estatus real para amasar grandes riquezas y llevar a cabo numerosos abusos.En la familia real belga, el hijo menor de los reyes, Laurent de Bélgica, desvió fondos de la marina para la manutención de su casa.

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