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Libardo Alberto Sepúlveda Riaño, nuevo comandante del Comando Conjunto Suroccidente. | Foto: Wirman Ríos / El País

NARCOTRÁFICO

¿Cómo se combatirá el terrorismo?, habla el nuevo Comandante de las FF.MM. para la región

Libardo Alberto Sepúlveda, nuevo comandante del Comando Conjunto Suroccidente, habla de la situación en Jamundí (Valle), en Cauca y Nariño.

3 de febrero de 2019 Por: Carolina Jojoa Palta / Reportera de El País

Tras dirigir la Séptima División del Ejército, unidad militar que tiene responsabilidades en Antioquia, Chocó, Córdoba y parte de Sucre, Bolívar, Santander y Boyacá, y luego de posicionarlo como el mejor de las ocho divisiones territoriales del país, el general Libardo Alberto Sepúlveda Riaño fue nombrado comandante del Comando Conjunto N° 2 Suroccidente, para dirigir las Fuerzas Militares del Cauca, Valle del Cauca y Nariño.

En materia de seguridad y frente a los retos que le representa esta región dice que su principal objetivo es poder lograr una efectiva articulación de todas las instituciones para combatir al narcotráfico. También habla sobre la situación de conflicto que se vive especialmente en Cauca y Nariño, así como de las acciones que se tendrán contra los grupos armados.

Apenas supo que sería nombrado en este comando, ¿qué radiografía pudo hacer del Suroccidente?

En esta región, como en cualquier otra del país donde usted encuentre factores de inestabilidad e inseguridad, el diagnóstico, generalmente, es el mismo y se llama narcotráfico.

En Nariño tenemos unos retos inmensos con los cultivos ilícitos, laboratorios y mafias que se dedican al narcotráfico. Lo mismo en el Cauca. En donde tal vez menos problemas tenemos en este sentido es en el Valle, pero en el que tenemos que prevenir que suceda.

¿Cómo ve la situación del Cauca?, ahí parece que se intensifica cada vez más la violencia.

Para nosotros es lamentable cada una de las muertes que se presentan, y el problema sí suena complejo, pero si recordamos a la Colombia de la década de los 90, la cosa era mucho más grave. Hemos venido derrotando todos los grupos que han nacido.

Y ojo, esto no es un ‘contentillo’ para nosotros, sino que quienes conocemos la historia entendemos que vamos bien porque cada vez es menos. Hoy en día nos enfrentamos a nuevos retos y nuevos grupos y eso genera combates, situaciones de alerta, incomodidad y hasta desplazamientos. A la gente no le gusta que se presenten estas situaciones, pero hace parte de ese proceso para llevar a Colombia a la verdadera paz.

Lo único que no podemos hacer es acostumbrarnos a vivir con los delincuentes, tenemos que combatirlos.

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Pero se están presentando ataques y masacres como la de Jamundí...

Hay algo que se veía venir, medio país habló de eso, y es que en la medida en que las Farc entregaron las armas, otros grupos iban a tratar de llegar a ocupar los territorios que ocupaban y eso lamentablemente se ha venido dando. No todos esos espacios han podido ser cubiertos por la Fuerza Pública porque los soldados son algo limitado.

En el caso de Jamundí, sabemos que fue el grupo del Ejército Popular de Liberación, EPL, el que llegó a ese sector con más o menos unos 47 de estos bandidos que se hicieron llamar ‘Los Pelusos’, y que están dedicándose a tratar de tener cierto control y por eso se han presentado muertes y amenazas.

¿Qué se está haciendo al respecto?


La buena noticia es que nuestros hombres ya están en el sector, ya movimos tropas suficientes y esperamos en los próximos días empezar a dar cuentas de estos bandidos, de los cuales ya registramos capturas.

Causa temor que estos hechos sucedan tan cerca de la zona urbana...

Realmente no es que los grupos armados estén llegando a la zona urbana, siempre ha sido así.

Podríamos nosotros citar situaciones como la de París: Francia tiene unas Fuerzas Militares muy modernas, y ha muerto gente asesinada por terroristas en los Campos Elíseos. En Estados Unidos llega un loco a un colegio y asesina a 17 personas. Estos casos no son propios de Colombia, esa violencia y esa capacidad de un demente para asesinar a una personas sucede en donde sea.

Pero la presencia de los militares en las ciudades genera seguridad, ¿pueden ayudar en ese tema?

Claro que nosotros podemos ayudar en cosas, hay algo que se llama asistencia militar. Pero de ahí a que sea nuestra responsabilidad el tema de la seguridad ciudadana legalmente nunca podrá suceder. Son tantos los retos en el área rural que si nosotros estuviésemos metidos también en las ciudades ¿quién cuida los pueblos?, ¿quién protege las torres de energía y las hidroeléctricas?

El peor policía es un soldado, y el peor soldado es un policía. Nosotros no tenemos ni el entrenamiento ni el material para estar metidos en las ciudades combatiendo la delincuencia común, eso es tarea de la Policía.

Hay cierto temor después del atentado en Bogotá. ¿Qué medidas de seguridad tomará en Cauca, por ejemplo, donde se han incautado gran cantidad de explosivos?

Nuestras medidas de seguridad son óptimas y quisiera poder comentarlas todas... Hay muchas y esperamos que sean las suficientes.
Sobre los atentados, siempre hay la posibilidad porque el terrorismo lamentablemente es fácil de hacer: Para construir un edifico se necesita aproximadamente 150 personas, pero lo destruye una sola persona que coloca unos explosivos. Y eso solo se evita con la solidaridad, la información y la alerta de la comunidad. Todos tenemos que estar atentos y vigilantes para que no se presenten casos de terrorismo en nuestra jurisdicción.

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¿Cómo es la presencia y la situación del ELN en esta parte del país?

La región tiene influencia de dos frentes de guerra del ELN: el occidental y el suroccidental, que es el que tiene más fuerza en Nariño y el Cauca y algo en el Valle.

Este grupo tiene una condición particular y es que se dedica a estar metido en las áreas urbanas para evitar ser golpeado. De ahí la importancia que para combatirlos y debilitarlos se requiere el apoyo de la comunidad.

¿Y las disidencias de las Farc?

Están en las mismas áreas donde estaban las Farc, eso no ha cambiado, ahora solo hay menos. Son un grupo de personas que ojalá tuvieran tiempo para reaccionar y acogerse a la posibilidad de paz que les ofreció el Gobierno. Uno quisiera que sus líderes, que actualmente están ejerciendo la política, pudieran convencerlos, pero mientras no lo hagan, nuestra obligación es combatirlos.

¿Hay ya un sucesor de ‘Guacho’?

Eso no está claro. Yo creo que como vieron que el hombre se murió y llegamos hasta donde estaba, ninguno quiere ocupar ese cargo. Pero tarde o temprano alguien lo tendrá que hacer y tarde o temprano va a vivir la misma suerte.

Hablemos del incremento de cultivos ilícitos, ¿cómo controlar esta problemática difícil de acabar?

La solución es que la gente no siembre. Pero para abordar este tema es necesario entender que existen dos tipos de poblaciones: Los abandonados por el Estado y los que abandonaron al Estado. Estos últimos son el problema, porque estas son comunidades manipuladas por la mafia, a la cual no le conviene que haya desarrollo porque el atraso es su mejor aliado.

A los abandonados tenemos que llevarles la oferta del Estado: el Icbf, la Registraduría, la educación, la salud, las carreteras. A los otros lo que hay que llevarles es la Fuerza Pública y la Fiscalía.

¿Y cómo hacer eso posible?

No existe una varita mágica individual para resolverlo, y precisamente por eso mi mayor compromiso aquí es lograr articular a las instituciones porque definitivamente esto no es una tarea solo del Ejército.

En una región en donde hay cultura de la ilegalidad puede haber algunos sectores donde la gente dice “no, aquí no queremos que entre el Estado y vivimos de la coca porque con eso damos de comer a la familia”.

¿Eso lo soluciona el Ejército? No. Eso es cultural y ahí tienen que entrar las administraciones con oportunidades.

En temas territoriales en factores de inestabilidad: vías, escuelas. ¿Es tarea del Ejército? No. Es tarea de los gobernadores y de las alcaldías.
Pero hay otros factores que tienen que ver con la seguridad que sí son tarea de la Fuerza Pública, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía. En la medida que cada uno cumpla su tarea en esas regiones todo va a mejorar.

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