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Así se vive una sexualidad intensa en la tercera edad

Los adultos mayores tienen derecho a expresar y a vivir su sexualidad plenamente. Conozca seis temáticas claves para comprender las relaciones íntimas en la llamada Edad Dorada.

8 de septiembre de 2013 Por: Meryt Montiel | Editora Domingo

Los adultos mayores tienen derecho a expresar y a vivir su sexualidad plenamente. Conozca seis temáticas claves para comprender las relaciones íntimas en la llamada Edad Dorada.

Interés sexualEl sexo no es solo para la gente joven. Así lo demuestran estudios en diversos países que constatan que cada vez más los adultos mayores (60 a 65 años en adelante) disfrutan de su sexualidad y de manera satisfactoria. En Chile, por ejemplo, una investigación divulgada por ARS, la Revista de Estudios Médico Humanístico de la Universidad Católica, realizada entre 170 abuelos, revela que el 63 % afirmó tener relaciones sexuales, frente a un 37 % que no. Asimismo, el 93 % sostuvo que sus relaciones íntimas fueron con coito y el 69 % admitió que tenían sexo más de una vez al mes. Sin embargo, en sociedades como la colombiana, se tiene la falsa creencia que las personas de la tercera edad no tienen interés sexual. O a las que sí lo tienen se les reprocha con frases como ‘”viejo verde”, “‘vieja ninfómana” o “ustedes ya no están para eso”.De acuerdo con la gerontóloga María Lucy Lucio Achinte el potencial sexual de un individuo puede permanecer hasta la muerte, aún cuando sea alterado por los cambios propios del envejecimiento.En esta apreciación coincide con la sicóloga y magíster en sexología Arlet Arrieta Palacio, quien asegura que el deseo sexual nunca se pierde, e incluso, dice, algunos estudios revelan que en el anciano la intensidad del apetito sexual está directamente relacionada con la intensidad de la juventud. “Si el anciano tuvo una juventud satisfactoria sexualmente, lo más probable es que lo mismo ocurra durante su madurez”.Cambios en ellas El envejecimiento no es por sí solo un factor que origine la disminución de interés sexual de la mujer ni su capacidad de respuesta sexual. Por eso, ella puede mantener, generalmente, sus patrones de conducta sexual anteriores hasta el final de la vida o hasta que aparece una enfermedad debilitante, explica la magister en terapia de pareja Arlet Arrieta. Sin embargo, en esta etapa de la vida, entre muchas mujeres hay menor preocupación por la función sexual, pero prestan más atención a la pérdida del aspecto juvenil. Por eso es común que ellas no permitan que se les contemple desnudas en la intimidad.Los achaques, amarguras, los resentimientos que generan desmotivación frente a la vida misma, apunta el sicólogo Carlos Alberto Segura, influyen también en el desgano de la mujer por las relaciones sexuales.Y tras la menopausia hay una disminución severa de la producción de estrógenos y progestágenos causantes de los cambios que se producen en el aparato genital femenino, comenta la doctora Arrieta.Entre estos cambios, explican los profesionales consultados por El País están: la vagina se hace más corta y menos elástica; disminuye la capacidad de lubricación vaginal, lo que hace que el coito pueda ser doloroso para ella y lacerante para él; las mujeres mantienen su capacidad multiorgásmica, pero más débil y con menor número de contracciones. O sea toma más tiempo para alcanzar el orgasmo y su duración disminuye.Además, al atrofiarse los ovarios disminuye la producción de andrógenos, que parecen, estar relacionados con el interés sexual. Pero aún así, precisa Arrieta, las mujeres en esta etapa conservan ventajas como: el clítoris no se afecta ni pierde sensibilidad; conservan la capacidad orgásmica; desaparece el temor a un embarazo y si permanece activa sexualmente disminuyen los síntomas de la menopausia.Cambios en ellosSi el hombre no está consciente de los cambios en su fisiología sexual, puede presentar síntomas de angustia anticipadora sobre su función sexual, empeorando la misma. El miedo que siente a disminuir su rendimiento sexual es sentido por el varón de edad avanzada como una señal de inferioridad que le afecta su autoestima y su orgullo de macho. Así que lo mejor es que el adulto mayor sepa que: Necesitará más tiempo para la estimulación y para alcanzar el clímax sexual, siendo el orgasmo de duración más corta.Disminuye el número de erecciones nocturnas involuntarias.El tiempo entre uno y otro coito tras la erección aumenta marcadamente, llegando a ser de días.La eyaculación se retrasa, por este motivo se reduce también la frecuencia de la eyaculación prematura, lo que se convierte en una ventaja en los hombres que presentan este trastorno.La eyaculación es menos profusa.Todos estos cambios, parecen estar relacionados con factores hormonales, neuronales y vasculares, entre ellos, la disminución gradual en la producción de testosterona, a menudo asociada con el sobrepeso. Hay que destacar que si un varón no sufre enfermedad física ni ingiere ningún medicamento que inhiba el reflejo erectivo, debería mantener intacta la capacidad de erección durante toda su vida, anota la doctora Arrieta.Más allá de la genitalidadEn la Edad Dorada hay la necesidad de construir desde el afecto y de tener representaciones del amor que van más allá de la genitalidad. En cuanto al contacto físico, asegura el sicólogo Carlos Alberto Segura, ya no se tendrán los malabares que se hacían en la juventud, pero en cambio, hay calidad del acompañamiento, del acercamiento y la seguridad que representa contar con alguien, sin prejuicio de disfrutar de la sensualidad y la sensibilidad. Son relevantes en este periodo de la vida los abrazos, los toques, los juegos eróticos, la estimulación por parte de la pareja, el contacto, el romanticismo, la ternura, el calor, las palabras al oído, las caricias para mantener la actividad sexual de la pareja o del individuo. Y hay otro tipo de manifestaciones sexuales como vínculos, sueños y fantasías eróticas. Es importante tener en cuenta que el ya citado estudio chileno da cuenta de que son más frecuentes las relaciones con penetración en las personas que son estimuladas por su pareja en un juego previo, antes del encuentro sexual. Hay que olvidarse de mitos como que las personas mayores no tienen capacidad fisiológica para tener conductas coitales o que la masturbación es una conducta desviada y dañina, sobre todo en la vejez.Ayúdese efectivamenteHay que resolver las disfunciones sexuales que cada cónyuge presente.Contar con el asesoramiento y apoyo para que la pareja reconozca sus habilidades y mejore la convivencia.Si hay disminución del deseo puede usar excitantes como música romántica, novelas y filmes eróticos; cuidar el atractivo corporal; buscar terapia hormonal bajo supervisión médica; tratar los problemas depresivos, dejar de tomar alcohol o fármacos.Para remediar la sequedad y pérdida de elasticidad vaginal usar lubricantes, estrógenos locales bajo recomendación médica, usar productos que faciliten una adecuada lubricación previa al coito; tener actividad frecuente y hacer ejercicios pélvicos de Kegel (que ayudan a fortalecer los músculos pubocoxígenos). Entre estos, practique este: mientras micciona, intente detener el flujo de la orina por varios segundos y luego afloje. Puede repetir el movimiento de los músculos que intervinieron en este ejercicio unas cien veces durante todo el día.

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