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Amparo Sinisterra decidió a enseñarle música clásica a Cali y ahora completa 40 años haciéndolo. | Foto: Foto: Bernardo Peña / El País

ENTRETENIMIENTO

Amparo Sinisterra cuenta como nació la 'Clásica 88.5' que cumple 40 años

Para celebrar los 40 años de la emisora se celebrará este viernes en el Teatro Municipal un concierto de la Orquesta Filarmónica de Cali a las 7:00 p.m. Entrada libre con previa inscripción.

18 de octubre de 2018 Por: Yefferson Ospina - redactor de El País

Si Amparo Sinisterra de Carvajal hubiera nacido en otra época habría podido ser prócer de la Independencia, al estilo de Policarpa Salavarrieta; o heroína romántica, de la estirpe de Juana de Arco; aunque quizá el adjetivo que mejor la llegue a definir es uno demasiado usado, y quizá ya desgastado, pero al que pocos como ella le hacen justicia: “quijotesca”.

Sí. Amparo Sinisterra de Carvajal es una romántica, y como tal, necesariamente es una variación del Quijote. Y lo es porque es muy grande la medida de romanticismo que se requiere para acometer una empresa como la que ella inició hace 40 años y que hoy se llama ‘Clásica 88.5’.

Se requería, y se requiere, una obstinación inspiradora para decidirse, un día cualquiera de 1978, a crear una emisora dedicada a la música clásica en Cali. Sí, en la Cali de la salsa.

A esa Cali, ella, Amparo Sinisterra, se decidió a enseñarle la música clásica. Y ahora completa 40 años haciéndolo.

Cuarenta años de Clásica 88.5 de la Fundación Carvajal. ¿Cuáles son los mayores logros?

Como todo proyecto que uno inicia, tienes unas metas que sinceramente creo que las hemos ido cumpliendo poco a poco. Hemos podido establecer una emisora de carácter cultural en un medio como el de Cali, después de que inicialmente hubo mucha reticencia en la ciudad y dentro de la misma Fundación Carvajal. La emisora se fundó en una época en la que no había espacio para formación cultural a través de la radio, porque la música popular era la que inundaba todo.

Así que yo me la jugué por poner esa alternativa de una radio cultural y me siento muy satisfecha porque desde el nacimiento de la emisora la respuesta ha sido muy positiva. Tenemos unos oyentes que han hecho un seguimiento perfecto y que han permitido una reciprocidad muy enriquecedora con la emisora misma. Eso para mí es el centro de todo. En un principio cuando la emisora salió al aire, que fue en A.M., yo estaba muy consciente de que íbamos a pescar oyentes. Todo el mundo me decía ‘Amparo, estás completamente loca de pensar que en Cali, en donde a la gente le gusta la rumba, la salsa, pueda haber una emisora que pase música clásica’. Pero yo quise ofrecer la alternativa, hacer el ensayo, y proponer otro tipo de contenido. Hicimos programas de formación, bachillerato por radio en convenio con la Secretaría de Educación y la Universidad del Valle, y muchos programas para conocer sobre el origen de muchas músicas. De ese modo fuimos captando público y se fue estableciendo una relación muy cercana con el oyente. Y esto es lo que más satisfacción me ha dado, esta relación que la emisora tiene con el oyente es algo que no me imaginé nunca.

Y cómo se manifiesta esa relación con el oyente...

Me llaman, me escriben, me mandan regalos, me mandan colecciones de discos. El día del oyente, que se celebra hoy mismo con un concierto en el Teatro Municipal, las personas se inscriben, llaman antes de ir, me llevan regalos. Eso me impresiona mucho porque muchas personas
que han ido a celebrar este día, escuchan por primera una orquesta en vivo, y otros van por primera vez al Teatro Municipal. Son tantos detalles que significan mucho para mí.

¿Cómo se le ocurrió este proyecto?

Yo he sido una amante de la música desde muy niña, porque en mi familia todos son muy musicales.

Mi padre se levantaba todos los días y en un radio muy bello que teníamos en casa oíamos música clásica, y se me fue metiendo poco a poco la música en mi alma, me fue inundando. Para mí escuchar música es una obsesión. Yo escucho música todo el tiempo y para mí ha sido una presencia hermosa.

Pero la historia es que yo me fui para Nueva York a mediados de los años 70, para pasar un año escolar con mis hijos en EE. UU., de modo que ellos pudieran perfeccionar su inglés. Y estando allí lo primero que hice fue buscar en la radio alguna emisora de música clásica y encontré una maravillosa. Y ahí empecé a concebir la idea de que la Fundación Carvajal tuviera una emisora que, además, le permitiera a la organización tener un canal comunicativo para todos sus proyectos.

Entonces un día llamé a la emisora que encontré en Nueva York y le dije al señor que quería conocer la emisora. Ah, y también le dije: “Vea, yo le puedo garantizar que yo soy la mejor oyente que usted tiene”, y resulta que este señor me recibió en la emisora y resultó siendo muy buena
persona. Entonces le conté de mi idea, de que quería poner una emisora como esa en Colombia, y él empezó a orientarme.

Ahí empecé a ver cómo iba a llevar a cabo esa idea que había tenido y durante dos meses metida allá pude entender cómo era el diseño de la programación, el horario para cada tipo de música, entendí la importancia de las estaciones para la música y cómo podía aplicar eso aquí. Con toda esa ilustración que recibí allá –en donde además esos técnicos eran maravillosos y les parecía que yo era un ser bastante extraño-, me preparé para traer mi idea a Colombia.

Y el primer gran problema que tuvimos fue que no podíamos importar discos porque por ese año el gobierno nacional había prohibido la importación de música, no recuerdo muy bien por qué. Entonces nos tocó salir a buscar en las tiendas de música de la ciudad para ver qué encontrábamos. Y luego con los años, gracias a los viajes de mi esposo, que viajaba mucho y a quien yo me le pegaba, empecé a traer la música que poco a poco se fue convirtiendo en mi colección. Ahí empezó todo este periplo, hasta ahora, que tenemos más de 30.000 obras en la emisora y que están todas digitalizadas.

Una colección muy significativa

Sí, con el tiempo hemos podido hacernos a una colección muy importante de músicas de todo el mundo. Yo personalmente tengo una colección de músicas folclóricas que creo que no tiene nadie más en el país, que además incluye investigaciones de cada uno de los países de donde viene esa música...

Y esto ha sido muy importante para mí y para la emisora, porque yo he tenido siempre como norma que haya una razón de ser a la hora de escuchar y coleccionar música. No se trata de solo tener toda esa cantidad de discos, sino contar la historia de la música que traen cada uno de esos discos.

Nosotros siempre hemos tratado de mostrar cómo nacen los géneros que presentamos, como lo hicimos con ese gran programa de bolero en el cual Álvaro Gartner fue el investigador y contamos toda la historia del género. Cuando se trabaja así no solo se presenta la música, sino que al mismo tiempo se forma un público.

¿Cómo fue la reacción de la gente cuando se lanzó al aire la emisora?

Todo inició en una casita que se compró en una calle lateral a la iglesia San Judas Tadeo, en donde antes funcionaba una emisora en A.M., llamada Radio Libertador. Y por esos días, año 78, la salsa se escuchaba en todas partes de Cali, así que inicialmente lo que ocurrió es que hubo mucha curiosidad por parte de los oyentes de encontrar en el radio música clásica, valses, oberturas, una música que no es muy difícil de escuchar y que además le permitía a la gente empezar el día emocionalmente muy tranquilos, porque es una música que tranquiliza.

Inicialmente poníamos muchos valses de Strauss y todo ese tipo de música que llaman “brillante” que está muy al alcance de la gente, como ‘La marcha de Aída’ o ‘Carmen’. Y luego se me ocurrió el programa que llamé ‘Diálogo musical ilustrado’, donde queríamos enseñarle a la gente qué era un concierto, qué era una sinfonía, una sonata, y lo hacíamos con ejemplos, poniéndolo al alcance de todos los oyentes.

Eso implica un gran trabajo de investigación

Sí, claro. Pero es que para mí esto no es un trabajo. Yo soy feliz con mi música, yo amo mi emisora y amo a mis oyentes y soy feliz encerrándome en mi oficina a investigar sobre un género o sobre un autor para luego hacer un programa.

¿Usted hace toda la investigación?

Ha habido casos, como con Álvaro Gartner, que hizo la investigación sobre el bolero, y ahora con Óscar Cardozo que ha hecho la investigación sobre la salsa para un programa que también estamos emitiendo. Ahora tenemos un programa que ha sido muy exitoso que se llama ‘Geografía Musical’, que lleva 153 programas, patrocinados por Aviatur.

La idea salió con Julio González, que hace una guía turística por cada país, mientras que yo hago una investigación de cómo aparece la música folclor en cada país. Empezamos por Europa: España, Francia, Italia, Alemania; luego Rusia y pasamos a Canadá, Estados Unidos, y ahora vamos a Suramérica. Este mes se lo hemos dedicado por completo a Colombia.

Concierto de celebración de Rodrigo Obonaga Pineda

Este viernes 19 de octubre a las 7pm en el teatro Municipal de Cali, se presenta la Orquesta Filarmónica de Cali, bajo la dirección del maestro Francesco Belli. También estará como solista invitado a Germán Murcia en la trompeta.

Los 40 años de la emisora 88.5 FM 

Una muy reconocida labor a doña Amparo de Carvajal, por su extraordinaria labor en la dirección de la emisora que a lo largo de este tiempo ha desempeñado. Una meritoria labor de alta cultura que permite llegar todos los días a los miles de oyentes que gustan y aprecian los grandes maestros de la música clásica. El programa se inicia con la Serenata para cuerdas en mi menor, Op. 20, de Sir Edward Elgar,(1857-1934) cuyo estreno se realizó en 1896, es la primera de sus composiciones, una obra de gran encanto juvenil que nos invita a sentir y soñar lo más bello que tiene la música como expresión del sentimiento humano. Esta obra está impregnada de una profunda melancolía, y gran belleza.

El concierto para trompeta de Nepomuk Humel (1778-1837) es uno de los conciertos más importantes del repertorio para este instrumento. Gran virtuosismo y finura lo destaca por su poderoso sonido y brillo penetrante. Hummel fue probablemente el alumno más notable de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), y de hecho vivió durante una temporada en la casa de su maestro. Es posible la influencia directa que tuvo Leopold Mozart (1719-1787), padre de Wolfgang Amadeus, que también compuso un Concierto para trompeta.

En la última parte del concierto se nos ofrece la Séptima sinfonía en la mayor Opus 92 de Ludwig Van Beethoven, (1770-1827) compuesta en Viena en 1816. Una de las más grandes sinfonías del genio de Bonn, una verdadera obra maestra, de una luminosidad única, deslumbrante, con un gran poder emotivo al igual que sus otras grandes sinfonías. En esta obra predomina su gran habilidad técnica, y encontramos esa grandiosa libertad creadora, que realiza a través de su cuadro sinfónico único en el corpus Beethoveniano. Los cuatros movimientos que la enmarcan son un verdadero tratado de técnica, fantasía e invención desde el punto melódico. Su introducción larga y pomposa nos lleva confiadamente a apreciar el maravilloso encanto de las maderas (oboe clarinete, corno y flauta).El atrayente vivace que le sigue de perfecta unidad, es una verdadera música autentica de danza. El allegretto considerado por algunos críticos como una marcha fúnebre, cuyo fervor es única en toda la producción, es el movimiento más secreto de la sinfonía. Su Scherzo de exuberante alegría, finalizando con su allegro con brío, una de las piezas más exuberantes, una verdadera fiesta, aunque con matices de profunda congoja. Este logro perfecto de gran unidad sinfónica y de gran construcción solida la encontramos en esta extraordinaria sinfonía como una de las maravillas creadas por un músico en el siglo XVIII.

Una gran alegría nuevamente contar con la presencia del maestro Francisco Belli, en Cali, en un excelente concierto para los buenos amantes de la música clásica.

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