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Munir Jalil, economista jefe del banco BTG Pactual para la región andina. | Foto: Especial para El País

ECONOMÍA

"El desplome del petróleo preocupa más que el coronavirus": Munir Jalil

El economista jefe del banco BTG Pactual para la región andina opina que la caída en los precios del crudo le causarán un mayor impacto a Colombia.

15 de marzo de 2020 Por: Henry Delgado Henao / Editor de Activos

No hay un solo lugar en el mundo donde no se hable del coronavirus, y el pánico que se ha desatado por su contagio trasciende todos los rincones del planeta. Para muchos, esta pandemia, como la calificó la Organización Mundial de la Salud a comienzos de semana, es la más dura que se ha sentido a escala global y que en términos económicos ha impactado a todos los sectores productivos.

Sin embargo, en medio del nerviosismo que suscita el brote, ocurrió otro fenómeno que también sacudió al mundo, pero esta vez lo sintieron con mucha fuerza los mercados internacionales, las monedas, los empresarios y miles de ciudadanos del común.

Se trata de la estrepitosa caída en los precios del petróleo, que los arrastró casi un 50% en menos de tres meses. De alrededor de US$69 que valía un barril de crudo el 3 de enero de 2020, se desplomó a US$33 el viernes pasado. Lejos de haber sido un virus el protagonista de esa caída, el desplome fue ocasionado por un desacuerdo entre dos grandes países productores: Rusia y Arabia Saudita.

Rusia no quiso acatar el pacto para reducir los niveles de producción por la abundante oferta, lo que generó una ‘guerra’ de precios con los árabes. La idea era bajar la producción porque China, que es el mayor demandante de crudo, contrajo las compras por el impacto del coronavirus.

Una de las principales consecuencias del desplome del precio del petróleo es la subida del dólar a niveles históricos. El viernes se ubicó en $4.034, cifra que ningún analista tenía en su radar.

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Para Colombia, este panorama es muy delicado porque el petróleo es nuestro principal producto de exportación, casi que por cada dólar que exportamos, US$0,50 son ventas de petróleo.

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, por cada dólar que baja el precio del petróleo en los mercados internacionales, los ingresos fiscales del país caen en $400.000 millones.

El País dialogó con el caleño Munir Jalil Barney, economista jefe para la región andina del banco brasilero BTG Pactual, sobre este tema, y dijo que el asunto del petróleo es más delicado que el mismo coronavirus.

¿Cómo ha visto el comportamiento del dólar?

Hasta la semana pasada hubiera dicho que no llegaría a los $4000, que la reacción de los mercados no daba para tener tanta volatilidad, sin embargo esta semana nos enseñó un poco de humildad, porque los mercados cuando están volátiles se lo toman en serio.

Estamos viendo las consecuencias de la expansión del virus, sobre todo en el mundo desarrollado y la gran pregunta es si se va a generar una recesión a nivel global. Ese es el gran miedo que hay hoy en los mercados.

Creo que habrá más debilidad de nuestras monedas.

¿Para nuestro país, qué se puede esperar?

En el caso nuestro puedo decir que Colombia ha sufrido dos choques. Uno es el del coronavirus y el otro es la caída del precio del petróleo.

Esa combinación de factores ha hecho que nosotros estemos viendo una situación bien compleja, de mucha volatilidad en el tipo de cambio y hoy no se pueden descartar niveles más altos hasta que haya un poco de calma en materia de coronavirus, y la caída tan estrepitosa del petróleo, que es responsabilidad de Rusia y Arabia Saudita.

¿Cuál le afecta más al país?

Yo digo que nos afecta más el segundo choque. La caída del petróleo es de mayor impacto, la debilidad que vemos en el precio del petróleo no es positiva ni constructiva y eso ha llevado el dólar a unos niveles muy altos. Con una caída en el precio del petróleo del 50 % se dificulta el ingreso de dólares al país.

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¿Es decir que el panorama es delicado en Colombia?

De los dos choques, uno podría decir que con el coronavirus lo que se ha observado en otros países es que en unas diez semanas, alrededor de tres meses, se podrá dejar de estar hablando del brote.

Ya se ve que en China el número de contagios está mermando y parece que poco a poco lo están teniendo bajo control. Entonces diría que, en el peor de los casos, uno podrá seguir hablando del coronavirus hasta la mitad del año.

Pero el choque del precio del petróleo es más delicado y un poco más incierto, porque se necesita un esfuerzo grande. Ya no está en manos de Rusia y Arabia Saudita, sino de un tercero que intervenga para que veamos un arreglo y puedan hacer las paces esos dos países.

Necesitamos ver un acuerdo que lleve a que se pueda dar una reducción en la producción petrolera, pero para eso estamos más lejos y es una situación de mucha volatilidad que genera incertidumbre.

¿Usted piensa que en junio el mundo dejará de hablar del virus?

Del coronavirus uno pensaría que no se hablará más allá de mitad de año, pero del precio del petróleo podríamos, lamentablemente, seguir hablando más allá de junio. Ese impacto es lo que más nos afecta.

¿Eso podrá acelerar la recesión en el mundo?

Mire, el coronavirus está llevando a que muchas compañías se afecten, como las del sector turístico y las aerolíneas. Estas empresas tienen financiación de los bancos y si dejan de pagarle a la banca, pues las que van a estar en problemas serán las entidades bancarias.

Allí es donde está el hilo conductor para decir que podrá desatarse una recesión global por la vía del sistema financiero.

Los precios bajos del petróleo también hacen que algunos productores en los Estados Unidos se puedan quebrar y, si eso pasa, tampoco podrán pagar sus deudas al sistema financiero. Allí están los riesgos. El impacto económico termina traduciéndose en una crisis financiera, entonces los que hablan de una posible recesión se refieren a un impacto vía canal financiero.

¿Si de aquí a junio no hay acuerdo entre los petroleros, qué podrá pasar en la economía?

Pues mire, hay que estar analizando el panorama y estar pendientes de los precios. Si las compañías se van quebrando, ese impacto lo sentirá la banca y eso es lo que tiene a los mercados como están, es toda una incertidumbre que podrá traducirse en una recesión. Hay que entender que en el mediano y largo plazos no creo que vayamos a estar hablando del coronavirus. Ni siquiera en seis meses.

Para nosotros, el tema más delicado es el petróleo, porque no se ve solución sin la intervención de un tercero, es necesario que una nación tercera ayude y actúe. Sin embargo, soy optimista en el sentido de que una vez se pase la página de estos episodios, la economía global empezará un proceso de recuperación.

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