¿Y de la plata qué? El interrogante que genera dudas sobre la reforma pensional de Petro

Darles un bono pensional o especie de mesada del orden de $500.000 a alrededor de tres millones de colombianos adultos mayores que no pudieron pensionarse es una gran alternativa desde el punto de vista social.

Sin embargo, desde el punto de vista técnico o financiero la pregunta es ¿de dónde saldrán los recursos para financiar dichas mesadas?

En primer lugar se puede decir que los dineros saldrán de la reforma al sistema de pensiones que ha propuesto el presidente Gustavo Petro y que se basa en un modelo de pilares.

Dicho modelo busca que los dos regímenes que funcionan en el país, el que administran los fondos privados y el que maneja Colpensiones, se complementen. En la práctica eso quiere decir que los colombianos coticen en ambos regímenes. La iniciativa se presentará en el 2023.

A pesar de que los recursos saldrán de la reforma, el Primer Mandatario no ha explicado los detalles de la fuente de financiación para cumplir con la propuesta de darles a los adultos mayores una mesada, equivalente a la mitad de un salario mínimo actual.

Los análisis iniciales que ha hecho el Gobierno Nacional es que dichas mesadas significan $1,5 billones mensuales o $18 billones anuales.
Para economistas y académicos, así como para empresarios, el tema de la financiación no se ve clara, dado que existe mucha incertidumbre con los recursos que se puedan obtener de la controvertida reforma tributaria.

El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dice que la idea es que en el primer año de vigencia de la reforma el recaudo alcance los $25 billones, pero los líderes del sector privado, encabezados por la Andi (el gremio de los empresarios) duda que se logre esa meta. La Andi habla de apenas $8 billones.

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Para Marcelo Duque, director de la firma Comomepensiono.com, los recursos para atender a los colombianos adultos mayores saldrá de los fondos privados.

“Creo que es inconveniente usar los dineros de los trabajadores que libre y voluntariamente han elegido hacer sus ahorros a través de los fondos privados porque es la plata de ellos y el Estado no debería usarla para financiar planes del sector público. En el corto plazo, esos recursos le dan flujo de caja al Gobierno Nacional para financiar las pensiones públicas, pero al mediano plazo va a traer un aumento enorme del pasivo fiscal derivado de la situación pensional”, dijo.

Agregó que también habría un efecto contraproducente en el mercado de capitales, porque hay un régimen de inversión donde los fondos de pensiones tienen unas reglas de juego, que si se cambian generan afectación en su rentabilidad.

“Considero que debe darse una discusión distinta respecto a los fondos privados. No acabarlos sino fortalecer ese sistema, para que ofrezca mejores condiciones a los trabajadores que están allí. Desde Cómo me pensiono creemos que deben coexistir ambos sistemas pensionales. En ese sentido, lo ideal sería que todo el mundo tenga derecho a la pensión en el fondo público hasta un salario mínimo y de allí para arriba, en la medida que se gane más, se haga un aporte obligatorio al fondo privado. Así, se aumentaría la cobertura y el subsidio se concentraría en aquellos de menores ingresos”, explicó.

En la reforma pensional, el señor Duque considera que debe haber un régimen de transición, en el que se conserven las condiciones de las personas que están cerca al momento de pensión. “Pensamos que quienes están a 12 años o menos deben mantener esas condiciones para pensionarse en el sistema público. Por último, insisto en que no se deben gravar a los pensionados en ninguna circunstancia, porque nos preocupa que se arranque en $10 millones como se propone y después en el tiempo se vayan bajando los montos”.

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Para Adriana Paredes, también especialista en el tema pensional, en Colombia, sin lugar a dudas, urge una reforma pensional que logre aumentar la cobertura, disminuya la inequidad, frene la competencia desigual entre regímenes y garantice, no sólo la sostenibilidad del sistema, sino también la financiabilidad de otros potenciales pensionados, lo que obliga a que el Estado establezca una ponderación de derechos a través de sacrificios individuales frente a los beneficios del sistema.

Sobre el modelo de pilares propuesto por Petro durante su campaña, establece la coexistencia de los dos regímenes, es decir, el sistema será conjuntivo, porque busca que todos los afiliados contribuyan al mismo régimen, en donde una parte de la cotización vaya a Colpensiones y el resto a los fondos privados.

“Así las cosas, quienes ganen entre 1 y 4 salarios mínimos cotizarían a Colpensiones y quienes ganen más de 4 salarios mínimos aportarían a un privado para obtener una prestación económica complementaria”, indicó.

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En consecuencia, agregó que “al existir un mayor número de afiliados cotizando al régimen público, los fondos privados no monopolizarían, como ocurre actualmente, los recursos pensionales y el Estado no tendría que entrar a cubrir el pago de las pensiones de Colpensiones con dineros del Presupuesto Nacional, que hoy equivale aproximadamente a $18 billones, y además con esos recursos se empezaría a estructurar y fortalecer el pilar 0 (cero) del nuevo sistema, el cual ampararía a cerca de 3,5 millones de adultos mayores que no reciben pensión alguna, mediante un ingreso básico de $500.000 mensuales, toda vez que los $18 billones que hoy se giran desde el Presupuesto General de la Nación no se destinarían a cubrir el déficit de la nómina de pensionados de Colpensiones, sino a programas estatales dirigidos a trabajadores informales con ingresos inferiores a un salario mínimo”, explicó la señora Paredes.

Por ahora todo está en propuestas. Habrá que esperar a conocer el texto de la reforma pensional para analizar el proyecto, pero a pesar de ello, el reto del actual Gobierno es grande, toda vez que se avecinan las reformas laboral y de la salud.