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ALEJANDRO GAVIRIA
Robledo y Gaviria, cara a cara: hablan los protagonistas del lío político del centro
Robledo explica por qué no votará por el exministro de Salud, si este gana la consulta. “En la coalición estamos compitiendo”, dice Gaviria. Cara a cara.
Las posiciones encontradas en la Coalición Centro Esperanza: Alejandro Gaviria asegura que "no puedo tomar partido por ninguno de mis compañeros de la Coalición Centro Esperanza. Yo pienso ganar. Es el escenario más probable"; mientras que Jorge Enrique Robledo comenta que con el exministro de Salud "no hay acuerdo, luego ese compromiso ni existe, ni él tampoco tiene nada qué hacer en mi candidatura, si soy yo el que gana la consulta del 13 de marzo".
"Con Gaviria ya no tengo ninguna relación política"
¿Por qué debe ser usted quien gane la consulta de la Centro Esperanza?
Estoy convencido de que soy el candidato mejor preparado para dirigir la transformación que necesita Colombia. Primero, porque llevo 50 años estudiando este país: el agro, la industria, la educación, la salud. Además, soy el colombiano que más duro ha enfrentado a los corruptos, luego, tengo, como Presidente, cómo enfrentarlos. Segundo, estoy proponiendo, en el país de la pobreza, el desempleo y el hambre, algo muy simple: crear fuentes de empleo y riqueza, fuentes de empleo y riqueza, fuentes de empleo y riqueza, y para esto hay que hacer transformaciones democráticas profundas.
Ante los choques con Gaviria, ¿la ropa sucia no se lava en casa?
Sí, la idea es que las contradicciones menores se las debe tratar en condiciones de privacidad, y lo he hecho toda mi vida. Lo que pasa es que aquí ya estamos hablando de una flagrante violación de Alejandro Gaviria a los criterios fundacionales de la Coalición Centro Esperanza. Entonces ahí ya no cabe esa posibilidad, porque lo que hice fue establecer que no había acuerdos entre Gaviria y nosotros sobre la consulta de marzo.
Eso quiere decir que si yo gano la Presidencia, no lo quiero en mi proyecto, porque tenemos diferencias fundamentales, y que si él gana la consulta, no estaré en esa campaña, porque perdí la confianza en él. Nos faltonió, violó los acuerdos, nos engañó. Que los colombianos sepan que le mantengo los acuerdos a Juan Manuel Galán, Sergio Fajardo y Carlos Amaya, pero con Gaviria ya no tengo ninguna relación política.
¿Es cierto que, tras lo sucedido, hoy solo los une la obligación legal de mantenerse juntos en el tarjetón?
No, la coalición sigue viva. con Fajardo, Galán y Amaya no hay ninguna modificación. El principal proyecto alternativo en Colombia, para que no haya que escoger entre el duquismo y Petro, sigue. Somos la principal opción y estoy convencido de que Gaviria no va a ganar y que uno de nosotros tres, seguro yo, será candidato a la Presidencia en nombre de la Centro Esperanza. Luego, aquí tenemos una crisis, pero se reduce a la relación que yo tengo con Gaviria, y que él ha destruido porque le hizo un fraude a los acuerdos hechos.
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¿Se arrepiente de haber aceptado al exministro en la Esperanza?
Nosotros montamos la coalición dejando claro que aquí no cabían los partidos que eligieron a Duque ni los que lo están respaldando. Es decir, no cabía César Gaviria con el Partido Liberal ni Germán Vargas Lleras con Cambio Radical. Alejandro Gaviria, por el contrario, creó un proyecto con César Gaviria y el Partido Liberal y le dejamos claro que así no podía unírsenos y él luego anunció que había roto con César Gaviria, pero estamos viendo que no rompió.
Yo no me arrepiento de haberlo recibido, pero que nos haya engañado o decidido romper los acuerdos es otra cosa. Entonces, no nos equivocamos, actuamos con coherencia, como lo estoy haciendo ahora, cuando digo ‘no voy más con Alejandro Gaviria’.
Dicen que su forma de hacer política no facilita los acuerdos…
Yo le hice la campaña a Petro en el 2010 y después nos faltonió, incumplió los acuerdos. Le hice la campaña a la Presidencia a Carlos Gaviria. No soy una persona sectaria en política. He hecho muchos acuerdos: terminé aceptando que Alejandro Gaviria estuviera aquí. Pero al mismo tiempo hago política con límites, con líneas rojas.
No soy de los que cree que en política todo vale, que uno se puede unir con cualquiera y que lo único que importa es ganar. Esas son lógicas corruptas que no acepto. Unidad sí, pero con principios, para lograr las transformaciones democráticas que necesita el país, no componendas politiqueras.
Tanto ‘choque’ los hace ver como la coalición de la ‘Desesperanza’...
Es cierto que habría sido mejor que estas diferencias no se presentaran, pero conductas como las de Alejandro Gaviria no se pueden dejar pasar y esto tiene un aspecto muy positivo: esta no es una componenda oportunista, aquí hay principios.
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¿Pero tanta pelea no favorece a las otras dos coaliciones?
No. El país tiene muchísima claridad en que no quiere estar en el Pacto Histórico, que va a elegir a Gustavo Petro, ni quiere estar en la coalición de ‘Fico’ Gutiérrez, Álex Char y David Barguil, porque es la del Duquismo, del continuismo, de la ‘mermelada’. La mayoría de los colombianos quiere estar en la Centro Esperanza. Estas contradicciones deben fortalecernos, porque prueban el carácter de esta coalición y en especial el mío, que confirma que hay líneas rojas que no paso y que no permito que me pasen.
Si usted no gana, ¿quién debería enarbolar las banderas de la Esperanza para las presidenciales?
No hago conjeturas que excluyan que yo gane la consulta. Creo que la voy a ganar. Pero en el remoto caso de que no suceda, cumpliré los acuerdos y le haré la campaña a cualquiera que esté en la coalición y no sea Alejandro Gaviria. A él no le hago nada, las relaciones con él se han roto por completo. Con Alejandro Gaviria no voy ni a repartir una herencia.
Una propuesta para el país...
Vigorosa lucha contra la corrupción hasta derrotarla, defensa de la creación de trabajo y riqueza, que es un elemento fundamental. No habrá estatización de la economía colombiana; monopolio democrático del Estado sobre las armas y las fuerzas. Reformas democráticas en salud, educación, ambiente.
"Algunos querían que me resignara a perder"
¿Por qué debe ser usted quien gane la consulta de la Centro Esperanza?
Yo traigo tres cosas a la consulta. Primero, mi conocimiento del país, de sus diferentes sectores, mi experiencia en infraestructura, economía, salud, educación, desarrollo sostenible, etc. Ninguno de mis compañeros tiene una experiencia similar. Segundo, mi capacidad de unir, de juntar diferentes fuerzas políticas y sociales, de juntar a quienes piensan distinto y acabar con la polarización. Solo quien une, podrá hacer las reformas que el país necesita. Y, tercero, también tengo la fuerza interior, la que me dio haber superado una enfermedad grave.
Esta fuerza es necesaria para ser el próximo Presidente de Colombia. Aporto una historia de vida, una capacidad de inspirar, de articular una visión compartida de futuro, un propósito colectivo.
¿Acepta que usted ha sido ‘una rueda suelta’ en la Centro Esperanza?
En la coalición estamos compitiendo. Tenemos un ideario común, pero visiones distintas del cambio y la política. Yo he estado haciendo lo mismo que Juan Manuel Galán, por ejemplo: recorriendo el país, hablando con la gente, sumando apoyos de académicos, sociedad civil, mucha gente. Yo quiero ganar. Algunos querían que me resignara pasivamente a perder. No lo voy a hacer.
¿Qué le responde a Robledo, que dice que usted rompió los acuerdos que lo llevaron a la coalición?
Los acuerdos son claros: los apoyos institucionales, de partidos políticos, no son permitidos. Los apoyos personales, sin condiciones, sí están permitidos. Yo he recibido apoyos personales, sin condiciones, sin ningún tipo de negociación. También he tenido conversaciones con muchos líderes políticos, con embajadores, líderes religiosos, etc. Eso es lo que debe hacer un candidato.
En la coalición hablamos de la necesidad de conversar, de unir a Colombia. Resulta increíble que uno no pueda conversar. El dogmatismo es una enfermedad de la política. El próximo Presidente tiene que ser capaz de superar la polarización y unir al país en un propósito común. No podemos seguir divididos entre buenos y malos o izquierda y derecha.
¿Es cierto que, tras lo sucedido, hoy solo los une la obligación legal de mantenerse juntos en el tarjetón?
Creo que nos unen los mismos propósitos comunes de siempre. Queremos un cambio responsable, alejado de los extremos políticos y un compromiso en la lucha contra la corrupción. Pero sí hemos tenido muchos problemas. Las consultas son una innovación política. Es difícil. Son unas elecciones primarias sin reglas claras, que apenas se están construyendo, moldeando sobre la marcha. En otras países, los debates de las primarias son durísimos, pero después de la elección viene la calma. Aquí podría pasar lo mismo.
¿Cree que tras los reclamos por los apoyos que usted ha recibido hay el temor de que el ganador no esté en el grupo original de la Esperanza?
Sí, es natural. La coalición tenía una especie de competencia controlada. Es mejor tener competencia de verdad. El miedo a perder hace parte de la política y de la vida. Creo que mi candidatura ha ido ganando fuerza y ha empezado a verse que una segunda vuelta entre Petro y yo podría ser interesante. Ya veremos qué pasa. Al final, serán los colombianos quienes decidan, el 13 de marzo.
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¿Cree que, de ser el ganador, sus compañeros de coalición sí votarán
por usted en la primera vuelta?
Robledo ya dijo que no. Fajardo se limitó a darle un ‘me gusta’ a un tuit de Robledo sobre su decisión de no apoyarme.
Yo pienso cumplir los acuerdos. En Colombia ha quedado demostrado que romper los acuerdos no nos lleva por buen camino. La experiencia de los Acuerdos de Paz así lo demuestra.
Tanto ‘choque’ los hace ver como la coalición de la ‘Desesperanza’. ¿Qué responde ante esa queja?
Invito a los colombianos a que no pierdan la esperanza en el centro político. Entiendo las preocupaciones. Pero, repito, pueden ser normales. En las primarias en EE. UU. los ataques fueron muy duros. Hay un desacuerdo de fondo sobre los apoyos. Yo creo que hay gente buena en todas partes, que tratar a todo el mundo de clientelista y corrupto es un error. Además, es contradictorio: todos los candidatos de la coalición han sumado apoyos políticos. Los juicios éticos descalificadores esconden casi siempre algo de hipocresía.
Se dice que las otras dos coaliciones se están favoreciendo con la división interna de ustedes...
Es una opinión entre muchas. Otros dicen que la intensificación de la competencia ha sido buena para la coalición. Quienes están con la coalición rechazan el continuismo que representa el Equipo por Colombia y buscan un cambio responsable y gradual, que construya sobre lo construido, diferente a lo que propone el Pacto Histórico. Yo pienso que mi visión del cambio va a prevalecer y el 14 de marzo el mapa político va a cambiar. Yo soy optimista.
Una propuesta para el país…
Quiero que Colombia sea un país más justo, más digno, más decente. Quiero concentrarme en los jóvenes, en las mujeres y en los adultos mayores. He propuesto crear el programa más audaz de formación para el trabajo para 1,5 millones de jóvenes, enfocado en mujeres. Propongo también una pensión ciudadana de $400.000 para los adultos mayores que la necesiten y no cuenten con ella, sin afectar los derechos adquiridos de los ya pensionados.