Los murales que hacen de Cali una galería al aire libre

Hay leopardos en Cali por los que cruzamos enfrente de sus fauces sin inmutarnos. O rostros de gigantes que ignoramos por la premura diaria. La ciudad cuenta con miles de murales concentrados en ciertos puntos por los que caminamos todos los días, ¿pero qué tanto se conocen estas locaciones o cuáles son las expresiones artísticas que en ellas tiene lugar?

El País hizo un recorrido por los cinco sectores que son imprescindibles por el arte urbano que se toma nuestras paredes. Uno de los más sonados entre los caleños es la Calle de La Escopeta, ubicada en la Calle 6 entre carreras 3 y 4. 

Pese a no contar con más de 200 metros, el recorrido es sustancioso en sus figuras: inicia con un diablo salsero, continúa por un cráneo verde psicodélico, cruza por una rana ciclista y termina en un lobo blanco.

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El autor de dicho lobo, Iván Salazar, explicó: “A diferencia del graffiti, que es una expresión más bien tipográfica (de letras), somos artistas urbanos que hacemos piezas de gran formato. Mi estilo consiste, más que todo, en el uso del esténcil, una técnica que se sirve de una plantilla o calco para la reproducción de la obra en la pared”.

Otro punto imprescindible es el barrio San Antonio, en la curva de la Calle 2 A con carreras 3 y 4, en donde llama la atención un tigre con lengua bífida que parece escupir la palabra ‘Caliente’, cuyas letras curvas oscilan entre tonos azules y amarillos.

Es en ese sector en el que La Grafitería, espacio en donde se difunde la obra de artistas urbanos, tiene un recorrido para dar a conocer los murales de la zona y la historia del barrio.

“También llevamos a conocer las técnicas y las formas de intervención en la calle, en puntos como La Linterna, que es un taller de imprenta, o Gomas Art Galería, en donde se exponen obras de arte urbano. Y finaliza en La Tiendita, un bar en donde pueden departir y bailar”, explicó Yinna Obando, de La Grafiteria.

A este recorrido se suma el que tiene lugar en el barrio El Piloto, que fue intervenido el año pasado por la Fundación Culata, un colectivo de artistas urbanos que se proponen cambiar los espacios abandonados de la ciudad a partir de los graffitis y los murales. Las expresiones artísticas se concentran con mayor ahínco sobre la Avenida 4 Norte, entre calles 21 y 25.

Obando indicó: “El costo por cada recorrido es de $20.000 y el horario es de lunes a sábados, a las 4:00 p.m. Y para los turistas, tenemos guías que hablan inglés, italiano y alemán. Un número de contacto es 8810352”.

Para Óscar Quinayaz, de la JAC de El Piloto, “los murales le han traído mucho beneficio al sector a nivel municipal, departamental y nacional. Cada vez es más conocido por extranjeros que vienen y se toman fotos al lado de los murales. Es algo que le da una nueva cara a la zona”.

El otro punto imprescindible por visitar la Calle 5 con Carrera 22, en Santa Librada, en donde una mujer se impone con un afro multicolor, adonada con la frase ‘Cali es una chimba’.

Tampoco sobra mencionar los murales en el Estadio Pascual Guerrero, sobre la Carrera 34 con Calle 5 B1, paraje en donde no solo destaca un retrato de Radamel Falcao, sino también figuras surrealistas.

“Si uno quisiera ver temas en común, se encuentra con muchos murales que destacan la flora y la fauna, sobre todo diferentes especies de aves. También vemos un apoyo constante a los movimientos indígenas y campesinos”, comentó el diseñador e investigador gráfico Jesús Rodríguez.

Según muralistas y artistas urbanos, estas expresiones son llevadas a cabo por profesionales en diferentes campos como artes plásticas o diseño.

El barrio Alameda será un ícono de la salsa tras la intervención de la Secretaría de Turismo del Valle, que consiste en la realización de murales alusivos a la música y la intervención de 30 establecimientos alrededor del parque.

Actualmente se construyen ‘puffs’ (asientos circulares) con mosaicos alusivos a cantantes.

También se busca que los cables de energía de la zona entren a operar bajo tierra.

En la ciudad no solo hay obras de artistas de Cali, sino también de quienes vienen de países como Chile, México, Italia, Estados Unidos, entre otros.