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Imagen de referencia. Casa de Nariño. | Foto: Colprensa

ELECCIONES 2022

La campaña presidencial del 2022 ya fracturó a los partidos, este es el panorama

En medio de la agudización de las fracturas en las distintas colectividades, congresistas ya discuten posibles alianzas para las elecciones del 2022 y anuncian nuevos movimientos.

1 de noviembre de 2020 Por:  Redacción de El País

En Colombia, las divisiones en los partidos se hacen más evidentes a medida que se acercan las presidenciales. La salida del Polo Democrático del senador Jorge Robledo, que esta semana fundó Dignidad, nueva fuerza política, es solo un ejemplo de tales fracturas.
Pero no es el único congresista que a un año y medio de los comicios ‘partió cobija’ con sus colectividades. Días atrás Armando Benedetti y Roy Barreras renunciaron al Partido de la U. A este último, la Alianza Democrática Afrocolombiana, ADA, ya le dio el aval para que vaya por la Casa de Nariño.

“Este agudo fraccionalismo es la expresión de que, en Colombia, los partidos no eligen a los parlamentarios, sino que son los parlamentarios los que consiguen sus propios votos y con estos se eligen”, explica el analista político John Mario González y agrega que en estos momentos no hay mayorías en el Legislativo para aprobar una reforma constitucional que permita el transfuguismo, es decir, la posibilidad de que los parlamentarios se cambien de partido sin recibir sanciones.

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“Como no existe esa opción, está pasando lo de Robledo, que tramitó la escisión (separación) del Polo Democrático para no tener que renunciar a su curul en el Senado”, sostiene.

Fractura con historia

De acuerdo con Robledo, quien a principios de año hizo público su deseo de aspirar a la Presidencia, lo que motivó su salida y la de los demás miembros del Moir “y otras fuerzas” fueron “las contradicciones internas” que había dentro del Polo, pero asegura que no se puede dar por sostener que él vaya a ser la ‘carta’ fija de Dignidad, cuya personería jurídica ya se tramita ante el Consejo Nacional Electoral, en la disputa por la Primera Magistratura.

“Los sectores que nos escindimos del Polo Democrático, en un proceso que ha sido respetuoso y cordial en medio de las diferencias, hemos decidido promover la construcción de un nuevo partido político nacional de carácter amplio y democrático que represente a los sectores populares, clases medias y empresarios de sectores urbanos y rurales”, dice Leonidas Gómez, presidente de Dignidad.

Lo cierto es que en el Polo había dos vertientes principales, la del Moir, ya escindida, y un crisol de fuerzas más ligadas al sindicalismo, a exguerrilleros y a una izquierda democrática. Esta segunda, al parecer, quiere visibilizar algunas precandidatura, pero muchos ven con buenos ojos a Gustavo Petro, lo que habría generado la ruptura.

Como se sabe, ya en el 2011 Robledo se había enfrentado con el hoy senador por la Colombia Humana por la decisión “inconsulta” de respaldar el Gobierno de Juan Manuel Santos, lo que terminó con la salida de Petro del Polo.

Y en el 2017 Robledo también tuvo una pelea interna con Clara López, quien renunció al partido amarillo argumentando que en él no habían espacios democráticos.

Los ‘disidentes’ de la U

Con la salida de Armando Benedetti y Roy Barreras, dos de sus figuras más mediáticas, el Partido de la U atraviesa una de sus peores crisis políticas, sostienen varios analistas.

Aduciendo que no se sentía identificado con las ideologías de la colectividad, Barreras propuso en septiembre la escisión de cinco senadores, pero le fue negada por no estar reglamentada en los estatutos internos.

“Por eso, dos de los cinco senadores ya decidimos salirnos del partido y habrá que esperar si los otros tres (Roosvelt Rodríguez, José Ritter López y Germán Hoyos) también toman esta decisión”, agrega.

A su vez, Benedetti señala que una de las razones de la salida de Barreras es la posible llegada a la dirección de la U de Dilian Francisca Toro, lo cual se daría el 7 de noviembre, para cuando está programada la asamblea nacional de la colectividad. Pero se da por seguro que si la exgobernadora del Valle se convierte en la presidenta del partido José Ritter López y Roosvelt Rodríguez no ‘partirían cobija’ porque son cercanos a ella.

Cabe recordar que la fragmentación de la bancada de la U se evidenció luego de la llegada al poder del presidente Iván Duque, cuando los parlamentarios más afectos al Gobierno de Juan Manuel Santos aseguraron que el nuevo Ejecutivo representaba lo opuesto a este, especialmente en lo concerniente al Acuerdo de Paz, mientras que otros se han ido acercando al actual Jefe de Estado hasta el punto de ser parte hoy de su coalición en el Legislativo.

‘Guerra fría’ en Cambio Radical

No es secreto que en este partido, que en el papel se mantiene en una posición de independencia frente al Gobierno Duque, también existen dos tendencias muy marcadas. De un lado, la bancada liderada por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y, del otro, los parlamentarios de la casa Char.

La fractura se agudizó igualmente desde las presidenciales del 2018, cuando los parlamentarios adectos a los Char apoyaron al actual Primer Mandatario, mientras que Vargas Lleras se mantuvo en la oposición.

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“Ha habido leyes en las que los Char votan diferente a Vargas Lleras o decisiones que toman los Char en las plenarias sin consultarlas con el exvicepresidente”, confiesa un congresista de Cambio Radical y agrega que los senadores Rodrigo Lara y Temístocles Ortega están pensando en ‘abrirse’ de la colectividad para crear un movimiento social demócrata que tenga un candidato propio para las presidenciales de 2022.

‘Rojos’ que se quieren ir

En el Partido Liberal las diferencias ya eran evidentes antes de los comicios presidenciales del 2018.

Siete senadores apoyaban todas las decisiones de César Gaviria, jefe máximo de la colectividad, mientras que un número igual acentuó su distancia del expresidente cuando este anunció el respaldo del partido a la coalición de Gobierno de Iván Duque, en vez de declararse en oposición, como lo habían planteado.

“Esos siete senadores siguen reuniéndose y tomando posiciones sin Gaviria, mientras que los otros siete, que supuestamente son sus amigos, son los que prácticamente tienen una relación directa con el Gobierno y no con el partido”, explica un exmilitante ‘rojo’.

Esta división de la fuerza política se vio reflejada, por ejemplo, en las elecciones de la nueva procuradora general de la Nación (Margarita Cabello) y del magistrado de la Corte Constitucional Jorge Enrique Ibáñez.

“Para la Procuraduría, Gaviria apoyó a Wilson Ruiz y para la Corte Constitucional a Marino Tadeo, pero ninguno de los senadores del partido respaldaron su decisión, ni los de un lado ni los del otro”, asegura.

Así las cosas, Luis Fernando Velasco, Guillermo García, Horacio José Serpa, Andrés Cristo y Jaime Durán, también esperarían llegar al Liberalismo Social Demócrata, LSD, la nueva fuerza política que parece querer reunir a buena parte de quienes están inconformes hoy en los partidos.

¿Lograrán unirse?

El Liberalismo Social Demócrata (LSD) es un movimiento político de centro conformado por doce senadores de diferentes colectividades. Del Partido de la U lo integran Roy Barreras, Armando Benedetti, Roosvelt Rodríguez, José Ritter López y Germán Hoyos; del Partido Liberal Guillermo García Realpe, Luis Fernando Velasco, Andrés Cristo, Horacio José Serpa y Jaime Durán; y de Cambio Radical Rodrigo Lara y Temístocles Ortega.

El LSD buscará poner un candidato para las próximas elecciones presidenciales y, además, convertirse en un partido político si alcanza el umbral de votos.

“A los senadores que integran este centro de pensamiento conmigo, les estoy pidiendo que renuncien a sus partidos para que entre todos, que sumamos más de un millón de votos, conformemos el LSD, a través del sistema de recolección de firmas. Lara y Temístocles seguramente van a renunciar y muy probablemente también lo hagan García Realpe y Andrés Cristo”, asegura Roy Barreras.

Asimismo, para marzo de 2022 el senador vallecaucano está proponiendo una consulta presidencial en la que participen todos los precandidatos alternativos, independientes y de oposición, con el propósito de que de esta pueda salir una única ‘carta’ que enfrente al uribismo.

Por ahora, los integrantes del nuevo movimiento coinciden en la defensa del Acuerdo de Paz, la reactivación económica del país y el respeto por la propiedad privada.

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