TECNOLOGÍA
Internet, un espacio aún por conquistar para la mujer en Colombia
Aunque el 81% de las colombianas tiene acceso, la web no se utiliza como herramienta de empoderamiento. Su participación en áreas como ciencia y tecnología es precaria. Impera la violencia de género. ¿Qué hacer?
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9 de mar de 2020, 02:41 p. m.
Actualizado el 31 de dic de 2024, 01:13 a. m.
En Colombia, quién lo creyera, hay una brecha evidente entre hombres y mujeres, incluso en Internet; allí donde en teoría se promueve la libertad de expresión, se garantiza que todos seamos escuchados, leídos. También hay una violencia “naturalizada” contra ellas.
Así lo asegura una investigación de la ONG Karisma, dedicada a velar por los derechos digitales de las mujeres, y la fundación World Wide Web, creada por Tim Berners-Lee, el científico de computación británico que inventó la web.
El trabajo contó con el apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional, cuya misión es reducir la pobreza en el mundo.
Según la investigación, titulada ‘Derechos de la mujer en línea’, el 32% de las colombianas encuestadas debieron bloquear o borrar a algún contacto de sus redes sociales debido a las agresiones virtuales. Esto ocurre con mayor frecuencia con mujeres periodistas.
“Se observó que las mujeres periodistas sufren innumerables casos de violencia por el trabajo que hacen. La violencia en línea se ha naturalizado en esta profesión”, dice el estudio.
Por lo regular, las reporteras que permanecen expuestas en la web reciben mensajes con contenidos sexuales. La apariencia física es utilizada para acosar o intimidar. A una periodista de este diario la bombardearon con comentarios lascivos sobre sus piernas mientras realizaba un Facebook Live.
Según la ‘Encuesta de acceso, uso y apropiación de las Tic por parte de las mujeres’, realizada por Mintic, el 15% de las colombianas ha vivido alguna forma de violencia en la web. En el 42% de los casos, la discriminación se debió a la apariencia física.
Un estudio del Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi, dirigido por la abogada Lina Buchely, determinó también que en 4 municipios del Valle (Cali, Buenventura, Yumbo y Jamundí), la mayoría de las mujeres jóvenes reporta una “alta sensación de inseguridad” frente a los hostigamientos virtuales: aparecer en un meme, convertirse en un stiker de WhatsApp o ser extorsionadas por fotos con desnudos.
“La descalificación es cuestión rutinaria. La intimidación no cae en las ideas o los argumentos, sino más bien en el hecho de que es una mujer la que expresa una opinión, la que tiene algo qué decir. Por otra parte, se estableció que los temas que más a menudo desencadenan la violencia contra las mujeres periodistas son los relativos a los derechos de la mujer o de la comunidad LGBTI, al género y feminismo, a la denuncia del sexismo y el machismo en la sociedad, o al contenido político”, agrega la investigación de la ONG Karisma y World Wide Web.
Esa violencia ha llevado a algunas periodistas a cerrar sus cuentas de redes sociales, a autocensurarse e incluso, a cambiar sus prácticas periodísticas migrando a plataformas en las que no requieren permanecer ‘en línea’.
Lo más preocupante, según la investigación, es que por un lado la violencia está tan normalizada, que algunas víctimas no la reconocen. Por otro, la respuesta del Estado a las denuncias de amenazas e intimidación en línea “resulta ser muy lenta o inexistente”.
“Las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y que reciben quejas o denuncias, por lo general, no saben cómo manejarlas, tienen recursos precarios o no entienden las amenazas, ya que para ellas parece que no tienen verdaderas consecuencias para la víctima. La percepción general que resulta de esta investigación es que el papel de la mujer en Internet, incluso de las mujeres educadas y con perfiles activos, tiene que ser pasivo y tranquilo, no debe romper con el statu quo, o tener una voz y expresarla en plataformas digitales es la causa de esta violencia”.
En la nueva sede de la Sijín, ubicada en una casa en proceso de extinción de dominio en Pance, un investigador de la Unidad de Delitos Informáticos asegura, sin embargo, que “cualquier denuncia es importante para las autoridades”.
Según el investigador, los delitos informáticos contra la mujer que se denuncian con más frecuencia en Cali son los acosos, las amenazas a través de las redes sociales y la injuria. También la utilización de fotografías de las mujeres para montar falsos perfiles, suplantar identidades y fabricar noticias falsas.
– Aunque no diferenciamos las denuncias según el género, hay una afectación reiterada a la mujer. Una de las denuncias más recurrentes tiene que ver con las exparejas sentimentales. Crean perfiles falsos en los que señalan a la víctima de ser estafadora, o de tener enfermedades de transmisión sexual, para dañar su imagen – dice el investigador.
Según el estudio del Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi, la restricción de acceso a las redes sociales también se presenta como una nueva manifestación de la violencia de género. El 4 % de las encuestadas reporta que su pareja le ha prohibido tener acceso a Internet “como una forma de control en la relación”.
Además de la violencia ‘en línea’, la investigación de la ONG Karisma y World Wide Web señala que existe una brecha en cuanto al uso de la tecnología – e internet - entre hombres y mujeres. “Queda mucho por hacer para promover el uso de la tecnología e internet como herramientas para el empoderamiento de las ciudadanas”, se lee.
Por ejemplo, entre las encuestadas, una minoría manifestó que utilizaba la web para aumentar su participación política. El 64 % y el 66 % nunca había utilizado Internet para encontrar información acerca de sus derechos legales o para averiguar sobre los servicios de apoyo para la violencia de género.
La ‘Encuesta de acceso, uso y apropiación de las Tic por parte de las mujeres’, del Mintic, dice algo parecido: el 81 % de las colombianas accede a Internet, algo así como 20 millones de ciudadanas, pero solo a un 8 % la información que más le interesa es la participación social y política.
El 77 % de las encuestadas lo que más buscan son temas relacionados con la salud. Le siguen educación con 50 % y empleo, con un 43 %.
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Solo el 57% de las mujeres encuestadas en Cali, Jamundí, Buenaventura y Yumbo tiene acceso a Internet, según el Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi.
Internet es utilizado sobre todo para acceder a redes sociales (87 %), comunicarse (82 %) y entretenerse (74%). En su orden, según la encuesta de Mintic, las redes sociales que más utilizan las colombianas son Whatsapp (93 %); Facebook (90 %) y Youtube (74 %).
Entre las mujeres que no tienen acceso a internet (19 %) una de cada tres es indígena; dos de cada diez son de estratos bajos; el 50 % son mayores de 55 años; a mayor edad, mayor desconexión.
De otro lado, en la investigación de Karisma se lee que solo el 13 % de las usuarias de Internet manifestaron que sus ingresos aumentaron gracias a la web. Una de las conclusiones de la investigación es que el país está en mora de fomentar y capacitar a sus ciudadanos en el uso de Internet y el acceso a la tecnología como un camino de desarrollo humano y equidad. Parece un asunto urgente.
–En el mundo hay unas brechas enormes en cuanto a la participación de las mujeres en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. La media mundial es que dos de cada diez trabajadores en la industria de la tecnología son mujeres; dos de cada diez estudiantes de matemáticas son mujeres; apenas el 1.1 % de las mujeres que están en la industria ocupan cargos de liderazgo – dice Joanna Prieto, una de las fundadoras de Geek Girls Latam, una ONG que promueve la apropiación y la creación de ciencia y tecnología con un enfoque de género.
Según Joanna, parte de las razones que explican la brecha digital entre hombres y mujeres son los estereotipos. En la encuesta de Mintic se lee que en un 52 %, las jóvenes colombianas no han pensado en estudiar disciplinas relacionadas con tecnología o sistemas debido a lo que les dicen: “son carreras para hombres”.
– La mujer ha estado relegada a los oficios del hogar y no al uso de la tecnología, ha estado relegada al cuidado del otro, que está bien, pero pensar que la mujer solamente es eso tal vez ha sido el error más grande porque no ha salido de su casa, no se desmarca de oficios en los que pueda pensarse diferente. También hay otro obstáculo: afuera no se visibiliza a las mujeres, y las que están en la ciencia y en la tecnología, mucho menos. En mis conferencias pido que levanten la mano quienes conocen hombres creadores de ciencia y tecnología. Casi todo el mundo levanta la mano con confianza: Bill Gates, Steve Jobs, tantos. No pasa lo mismo cuando pregunto por mujeres. Es como la bolita del computador cuando empieza a cargar, a cargar, y se queda cargando porque no está en la primera opción de las personas que se le venga a la cabeza nombres de mujeres. La sociedad no las reconoce. Y la respuesta que estamos viendo a ello es que las adolescentes concluyen que no hay un lugar para ellas en la ciencia, en la tecnología, en las matemáticas. Es un círculo vicioso– agrega Joanna.
La abogada e historiadora puertorriqueña Amalia Toledo, coordinadora de proyectos de la ONG Karisma, considera que la ‘agenda digital’ del país no tiene una visión de género y no está tratando de cerrar las brechas digitales que se identificaron en la investigación.
– El estudio muestra que la experiencia de las mujeres en el acceso y el uso de Internet en Colombia está lejos de ser ideal. Es necesario que las políticas públicas aborden este problema a través del ajuste de los programas estatales.
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¿Cómo frenar la violencia contra la mujer en Internet?
Amalia Toledo nació en Puerto Rico. Desde hace casi 7 años vive en Colombia. Historiadora y abogada, es investigadora y coordinadora de proyectos de la ONG Karisma, que trabaja en la promoción de los derechos humanos en el mundo digital.
La ONG fue una de las entidades que participaron en la investigación ‘Derechos de la mujer en línea’, cuyo objetivo, entre otros, era determinar qué tanto accedían las mujeres a Internet en Colombia, qué uso le daban, qué tipo de violencias de género se presentaban y cómo debían enfrentarse.
– Entre las múltiples conclusiones que encontramos es que todavía los roles de género tienen un protagonismo importante para que las mujeres usen internet de otra forma, usen internet para el ejercicio de sus derechos civiles y políticos, para que también estén en el mundo de la tecnología como actor protagonista. Entre los roles de género que todavía influyen en el uso de estas herramientas está esa idea equivocada, pero repetida, de que la tecnología no es de mujeres – dice Amalia.
En lo que insiste la ONG Karisma es que Internet sea mirado como una herramienta de empoderamiento del ciudadano, y para lograrlo se deben elaborar políticas específicas con las que no solo se formen a los ciudadanos en el buen uso de Internet, sino también se prevenga la violencia en escenarios virtuales.
La red social más usada entre las encuestadas es WhatsApp, con un 70%. También es la herramienta con más preponderancia en el uso de Internet, más alta incluso que las herramientas bancarias.
– Los datos hallados en nuestra encuesta – que no existían antes - permiten hacer políticas públicas con un enfoque diferencial de género. Tenemos que hacer políticas que atiendan esas realidades y esas necesidades que se empiezan a identificar – agrega Amalia.
De otro lado, Lina Buchely, abogada y directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi, advierte que la falta de regulación y control sobre la violencia de género en Internet hace que las agresiones imperen en las redes sociales.
– Casos como los de Asobuitres (famosas páginas de universitarios dedicadas a publicar y comentar fotografías lascivas y no autorizadas de cuerpos en su mayoría femeninos) llevan a que las mujeres sientan los escenarios virtuales como uno de los espacios más riesgosos para el ejercicio de su autonomía. Los escenarios virtuales se han convertido en nuevos espacios de la violencia de género – comenta Lina.
En ese sentido Joanna Prieto, fundadora de Geek Girls Latam, una ONG que promueve la apropiación y la creación de ciencia y tecnología con un enfoque de género, considera que para detener la violencia en Internet todo debe partir desde la educación y la sensibilización.
– Todos debemos por empezar a reconocer que tenemos sesgos inconscientes. Reconocer que en algún momento de nuestras vidas hemos actuado a través de esos sesgos porque hemos crecido con ellos. Reconocer que los tenemos es el primer paso para decir: voy a trabajar en ello. Trabajar en el lenguaje, si es inclusivo o no, si estoy haciendo que las mujeres participen en igualdad de condiciones. Hacerse esa pregunta es clave para dar el siguiente paso que debería ser formación y empezar desde tempranas edades a romper estos estereotipos. Esto arranca desde el hogar, desde el colegio. Los medios también tienen una gran responsabilidad de visibilizar a las mujeres. Los cargos de poder no recaen solo en hombres; los grandes logros de la humanidad no recaen solo en hombres. Empezar a visibilizar a las mujeres es muy importante para cerrar la brecha digital en Colombia.
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