El pais
SUSCRÍBETE
Ingrid Betancourt, candidata a la presidencia por el Verde Oxígeno. | Foto: Colprensa

POLÍTICA

¿Está dispuesta a sacrificar su candidatura por una opción de centro? Habla Ingrid Betancourt

Ingrid Betancourt, candidata presidencial por el Verde Oxígeno, llamó a la unión a Sergio Fajardo y a Rodolfo Hernández. “De tres, dos tenemos que renunciar”.

1 de mayo de 2022 Por: Olga Lucía Criollo, editora de poder

Aquí tienen que haber una reglas de juego objetivas, una voluntad de unirse sin personalismos, sin egocentrismos. Primero Colombia, y después todos los narcisismos y los egocentrismos de unos y otros. Todas y todos tenemos que estar dispuestos a sacrificar una ambición personal por el bien de Colombia”.

Esto le dijo Ingrid Betancourt a El País el 22 de abril, dando ‘pistas’ de que para entonces la idea de dar un paso al costado ya le estaba rondando en la cabeza. Y ocho días después entregó una frase más contundente: “De tres, dos tenemos que renunciar. Si es Rodolfo, no tengo ningún problema; si es Sergio, me encantaría”.

Sin embargo, la decisión no está tomada y tampoco, dijo, dará más detalles. “Estamos esperando que avancen las conversaciones”, precisan desde su oficina de prensa.

¿Por qué los colombianos deberían votar por usted a la Presidencia?

Deben hacerlo si queremos dejar de ser la Patria Boba y encargarnos de cambiar a Colombia desde una reflexión: cómo vamos a solucionar los problemas, no cómo vamos a crear más problemas. Nos han impulsado a votar por el odio y por el miedo, y ya es tiempo de que empecemos a votar para solucionar los problemas.


¿Cómo analiza la primera vuelta?

Creo que Colombia tiene que comenzar a ser generosa y salir de la idea de que nos tenemos que odiar y de que si estamos en la izquierda, tenemos que odiar a la derecha. Son ojeras políticas y emocionales para ponernos a pelear entre nosotros y no ver los problemas reales que tiene Colombia: narcotráfico, violencia, corrupción, pobreza, inseguridad y falta de justicia y de infraestructura. ¿Qué podemos hacer los ciudadanos que nos sentimos incapaces de lograr un cambio? El único momento en el que sí podemos cambiar las cosas, es en elecciones. Nuestro voto es como kriptonita, nos da súperpoderes para cambiar todo lo que no nos gusta.

Desde hace 60 años nos vienen manipulando las emociones y hoy tenemos una ventana para votar de una manera diferente, mirando las cosas con visión de mujer y logrando que la acción del Gobierno llegue a la gente y que no se nos roben los recursos.

Si Colombia sigue siendo la Patria Boba, volveremos a estar insatisfechos en cuatro años y habremos perdido la posibilidad de expresarnos con el voto. La democracia es un lujo que se pierde con las dictaduras, así que tenemos que tener mucho cuidado con la decisión que tomemos.

"Alejandro Gaviria rompió el acuerdo de no pactar con las maquinarias y no llevar la corrupción a la Centro Esperanza y se destrozó a sí mismo. La incoherencia lleva a eso”.

Hay quienes dicen que a usted le falta conocer más la política colombiana actual...

La campaña nuestra ha hecho las mejores propuestas y los análisis más precisos. Cada vez que hablo con los ciudadanos de a pie o con gremios o en los debates, siempre resulta que los otros candidatos copian las propuestas que nosotros presentamos. Ahí lo que hay es simplemente, lo que dirían a la antigua, calumnias de la oposición. Hay gente que tiene mucho miedo de la posibilidad de que nosotros presentemos soluciones.
Obvio, no son populistas, sino soluciones adecuadas a la realidad del país. Tengo la ventaja de haber vivido el sufrimiento de los colombianos, soy la única candidata que ha sido víctima de la guerra.

Yo sé de lo que estoy hablando cuando estoy en las regiones, cuando hablo con la gente olvidada por el Gobierno, cuando ofrezco soluciones que tienen que ver con salir de la trampa de la pobreza. Lo demás son propuestas que salen de los escritorios, que no tienen que ver con la realidad de los colombianos. Si esas críticas fueran constructivas, las acogería. Me interesa nutrirme de las críticas para mejorar y poder servir mejor a Colombia, pero también siento que hay mucha desproporción en el miedo a la posibilidad de crear una alternativa diferente.

¿Se siente perseguida, maltratada?

Probablemente hay algo de desconocimiento de mi vida y puede que haya mucho machismo, pero lo importante es ser una voz que le habla a Colombia con la verdad, que les dice a los colombianos lo que los demás no les dicen y eso, obviamente, acarrea un costo político que yo asumo con gran felicidad. Ese ha sido el vector de mi vida, decirles lo que está pasando desde la sinceridad y la honestidad de la posición política. Sé que hay personas que gratuitamente hacen comentarios injustos, pero también hay mucha gente que se sintoniza, a la que se le abren los ojos y comparten conmigo sus inquietudes para ayudarme a hacer mejores propuestas.

¿Cómo analiza la propuesta de perdón social de Gustavo Petro?


Es de un cinismo infinito, porque es la posibilidad de, utilizando un sentimiento como el perdón, darle mayor impunidad a los mayores criminales del país. Esto desvertebra todos los esfuerzos que hemos hecho los colombianos, primero, por la reconciliación; segundo, por la paz y, tercero, por la justicia.

Pero no es una propuesta sino una política que él ya está implementando. Cuando hace entrar a Piedad Córdoba, que está investigada por la Corte Suprema de Justicia por delitos muy graves, a su lista y la hace elegir con los votos del Pacto Histórico para darle un fuero, es decir, para darle impunidad, ya está mostrándonos cuál va a ser el talante de un gobierno que, para poder lograr beneficios personales para su propia gobernabilidad, está dispuesto a feriar la tranquilidad, la seguridad y la paz de los colombianos.

¿Cree que esa propuesta y los escándalos que se han registrado en esa campaña últimamente le pueden costar a él la Presidencia?

Lo que creo es que los colombianos tienen que pensar con la cabeza y no dejarse manipular por las emociones. En nuestro país nos quieren obligar a votar por odio o por miedo, para enceguecernos a través de nuestras emociones. Oigo gente que va a votar por Petro y no le importa si con él hay personas muy cuestionadas, si están proponiendo el indulto a grandes criminales con tal de obtener votos, porque de alguna manera todos están en esa especie de obsesión por lograr que Petro llegue al poder. Pero lo mismo pasa al otro lado, en la huestes de ‘Fico’ también se ve un enceguecimiento y la imposibilidad de ser honestos implica tener personas muy cuestionadas por la justicia, gente como Alex Char o Dilian Francisco Toro, que le han hecho mucho daño a Colombia.

“Hay que saberse retirar en el momento en el que haya necesidad, si eso puede contribuir a que Colombia tenga una opción diferente”.


¿Y cuál es la salida?

Mientras que los colombianos no queramos ver la realidad, estamos sometidos a repetir nuestra historia de criminalidad y de violencia, donde les quitamos la oportunidad a nuestros niños. Colombia se está rezagando, y si no lo vemos es porque no estamos entendiendo lo que está pasando en el mundo: acá estamos peleándonos, mirando a ver cómo logramos descalificar al uno o al otro, y el mundo va a mil, hay todo tipo de innovaciones, de tecnologías nuevas. El mundo se está abriendo para esa cuarta revolución, en la cual Colombia puede entrar si logra salir de esas confrontaciones estériles. Por eso, la reconciliación fue el mejor capital que le dejó la generación pasada al país y la estamos dilapidando. Si no somos grandes en nuestro corazón, no podemos esperar tener una Colombia grande.

Como posible Presidenta, ¿qué le ofrece al Valle del Cauca, que fue epicentro del estallido social?

Creo que tenemos que concertar, a la gente hay que oírla. Hay gente con hambre, necesitada, y no es mandando a la tropa, matando ciudadanos, cómo podemos resolver los conflictos. Ahora, también tiene que haber respeto por la propiedad privada. Se le hizo mucho daño a gente que con mucho esfuerzo levantó sus tiendas, sus negocios y todo se le destruyó.

Tenemos que ser solidarios los unos con los otros, no echarles la culpa a los de arriba; tampoco a los que toman las decisiones, sino mirar cuál es nuestra responsabilidad, y actuar mejor. Hay muchos jóvenes que hoy en día quisieran tener oportunidades y se las hemos quitado a través de la corrupción, y ahora parecería que la corrupción no es un problema, que podemos pasar por encima de todos los que nos han robado, con tal de que estén en un bando o en el otro.

Si nosotros queremos cambiar a Colombia, el verdadero cambio es acabar con el régimen de los bandidos de la política. Si no lo entendemos y pensamos que es simplemente un detalle, vamos a seguir arrodillándonos y sujetos a la arbitrariedad.

Se dice que los egos y los individualismos de usted y otros precandidatos llevaron a que hoy el centro no sea una opción real de poder en Colombia. ¿Qué responde?

Nosotros hemos hecho un gran llamado a todas las personas que están en el centro para lograr un acuerdo nacional en contra de la corrupción, que es lo que nos une. Es un centro ampliado, gente que tiene una sensibilidad más de izquierda o de derecha, pero al final lo que queremos es acabar con el régimen de la corrupción. El llamado es a todos aquellos que pensamos que la cosa va por mal camino, para que nos unamos y presentemos una opción unificada para que los colombianos puedan votar de otra manera por primera vez en nuestra historia.

¿Pero estaría dispuesta a ceder su candidatura para que otra persona represente ese centro?, ¿se habla de una posible alianza con Sergio Fajardo y Rodolfo Hernández?

Aquí tienen que haber una reglas de juego objetivas, una voluntad de unirse sin personalismos, sin egocentrismos. Primero Colombia y después todos los narcisismos y los egocentrismos de unos y otros.
Todas y todos tenemos que estar dispuestos a sacrificar una ambición personal por el bien de Colombia. Como dije en RCN, de tres, dos tenemos que renunciar. Si es Rodolfo, no tengo ningún problema; si es Sergio, me encantaría. Necesitamos unir a Colombia y acompañarlos a ellos es la única buena decisión que podemos tomar después de muchos errores. Es el momento de hacerlo, no podemos esperar más.

Diálogo pendiente


¿Ya habló con el expresidente Ávaro Uribe?

No. Yo estoy abierta a hablar con él. Le debo mucho, sobre todo la libertad y la vida, pero creo que esto de hablar con él se enredó en toda la maraña de la política. Es una conversación que probablemente debió ser privada. A mí me preguntaron que si estaba dispuesta a hablar con él y dije que sí. Creo que nunca fue una propuesta ni de él ni mía y terminó desviándose en medio de esta polarización. Pero algún día nos sentaremos a hablar.

AHORA EN Contenido Exclusivo