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El eterno showman desveló que realizará un concurso para que los entusiastas del espacio ganen dos billetes gratuitos para los vuelos de Virgin Galactic a través del sitio web Omaze. | Foto: AFP

NASA

El sueño de niño que llevó a Richard Branson al espacio

Richard Branson, el magnate que de niño soñó con llegar al espacio, logró sentir la ingravidez universal con una nave de su propia empresa.

18 de julio de 2021 Por: Agencia AFP y El País

El excéntrico multimillonario de 70 años, Richard Branson, fundador del grupo Virgin -cuyas actividades van desde una aerolínea hasta el deporte-, ha cultivado durante mucho tiempo una imagen impetuosa, y es que con una serie de hazañas logradas a base de sueños, el magnate sigue haciendo historia.

“Cuando era niño, quería ir al espacio. Como eso no parecía probable para mi generación, registré el nombre Virgin Galactic, con la idea de crear una empresa que lo hiciera posible”, escribió Branson hace unos días en sus redes.

Sin embargo, fue ese objetivo claro, con el que el británico, quien fundó Virgin Galactic hace 17 años y había soñado toda una vida con cruzar la última frontera del cielo con el universo, cumplió su tan anhelado deseo el pasado domingo, cuando pasó unos minutos en el espacio a bordo de una nave de su propia empresa de turismo espacial.

VSS Unity, la nave de Virgin Galactic en la que iba Richard Branson con dos pilotos y otros tres pasajeros, pasó unos minutos en el espacio, a 86 kilómetros de altura, antes de descender y aterrizar en el estadounidense Nuevo México, hacia las 15:00 horas (GMT).

“Fue una experiencia única en la vida”, comentó Branson poco antes de volver a la estación Spaceport America y convertirse en el primer multimillonario en viajar al espacio en una nave desarrollada por la empresa que él mismo fundó, adelantándose así a Jeff Bezos, creador de Amazon, que espera conseguir el mismo hito el 20 de julio.

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“He soñado con este momento desde que era un niño, pero sinceramente nada puede prepararte para la vista de la Tierra desde el espacio”, dijo sonriendo durante una ceremonia posterior al vuelo, en la que él y sus compañeros recibieron sus alas de astronauta, antes de celebrar su hazaña.

Lo que pocos conocían hasta ese momento, era que Branson tenía una misión precisa durante ese viaje: probar y evaluar la experiencia que vivirán sus futuros y adinerados clientes dispuestos a viajar al espacio a cambio de una millonaria suma, pues el precio por vuelo, según se estima, estaría entre los $ 200.000 y $ 250.000 dólares.

Y, aunque otros multimillonarios ya han estado en el espacio en la década de 2000, pero a bordo de cohetes rusos, este sería el primer viaje oficial por turismo.

La NASA felicitó al millonario británico a través de la res social Twitter y lo calificó como un vuelo “verdaderamente espectacular”.

El exitoso plan espacial

El enorme avión que transportaba la nave realizó un despegue horizontal desde la base Spaceport America alrededor de las 14 horas GMT. Y una vez que alcanzó unos 15 kilómetros de altura, la nave se desprendió e inició un ascenso supersónico, hasta superar los 80 kilómetros de altitud, el punto establecido en Estados Unidos para la frontera espacial.

Cuando se apagó el motor, los pasajeros pudieron desprenderse de sus asientos y flotar durante unos minutos en ingravidez, admirando la curvatura de la Tierra desde una de las 12 ventanas de la cabina. Entonces la nave volvió a Tierra planeando.

Tras el éxito, Virgin Galactic prevé dos vuelos más de prueba para luego iniciar operaciones comerciales regulares para principios de 2022.
Y, a largo plazo, pretende realizar 400 vuelos al año desde Spaceport América.

Unos 600 boletos ya han sido vendidos a personas de 60 países y, aunque Branson siga repitiendo que “el espacio es de todos”, la aventura sigue estando al alcance de unos pocos privilegiados.

“Una vez fui un niño con un sueño mirando hacia las estrellas. Ahora soy un adulto en una nave espacial mirando hacia nuestra hermosa Tierra. Para la próxima generación de soñadores: si podemos hacer esto, imagínense lo que pueden hacer ustedes”,

La historia del magnate que impulsó un concierto en Colombia

Quién iba a apostar a que el hombre que sufrió de dislexia, un trastorno del aprendizaje, a muy corta edad, llegaría a ser una de las personas más ricas del mundo. Y que su acaudalado bolsillo sumaría ya un patrimonio de casi ocho mil millones de dólares.

Y es que pese a su dificultad para leer y aprender de niño, y a no haber terminado el bachillerato, las ganas de comerse el mundo le siguieron los pasos desde muy joven. Tenía solo 16 años cuando decidió hacer su primer intento por entrar al mundo de los negocios.

Corría el año 1970 cuando inició comprando discos piratas y saldos, que vendía en Londres, utilizando su automóvil como punto de venta o a través de outlets.

Más tarde, en 1972, conformaba la primera empresa de lo que sería su conglomerado, ‘Virgin Records’, un sello discográfico con el cual grabó bandas como Sex Pistols, emblema del punk londinense.

De ahí en adelante le siguieron cantidad de empresas cobijadas bajo su nombre insignia, desde gimnasios hasta telecomunicaciones, pasando por la prensa, el turismo y el reciclaje. Hoy su Virgin Group opera en 35 países de todo el mundo, posee más de 40 empresas y emplea a más de 60.000 personas.

Pero al final, este hijo de un abogado y una bailarina convertida en azafata, que tiene más look de rockero que de empresario, y a quien desde siempre le ha gustado surcar los cielos, siendo la primera persona, junto con el sueco Pers Lindstrand, en cruzar el Océano Atlántico en globo en 1987, y el Pacífico cuatro años después, y quien batió un nuevo récord en 2004 al cruzar el Canal de la Mancha en un coche anfibio, no es más que un soñador incansable, y un solidario líder mundial.

En 2004 creó la fundación Virgin Unite, que crea programas para combatir problemas como el calentamiento global, la corrupción, el cuidado de los océanos, los Derechos Humanos y la paz, teniendo como base el emprendimiento y fue justamente eso, lo que lo trajo a Colombia.

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Mientras trabajaba para conformar un evento de su compañía junto al empresario colombiano Bruno Ocampo, el CEO Ricardo Leyva y el director de innovación y negocios en Sancho BBDO, el caleño Juan David Jaramillo Guevara, una noticia cambiaba el norte de sus planes. Se trataba de la grave crisis política y económica que comenzaba a germinar en el país vecino, Venezuela, y que con un gobierno tirano, iba a necesitar de mucha ayuda.

“Era interesante porque ese evento nos permitiría crear un vínculo, no solo con Richard Branson sino con el staff de su compañía, Virgin Mobile. Y estando en ese proceso sucedió todo el estallido social de Venezuela, hubo cierre de fronteras, escasez de medicamentos y recursos básicos y él, con una visión muy altruista, que ha sido algo que lo ha caracterizado, dice: “¿Qué podemos hacer?”. Y en ese momento surge la idea de dirigir la atención del mundo hacia Venezuela, y hacerlo a través de un concierto era algo muy icónico, ya había sucedido algo así antes, pero era el momento de ayudar. Escogimos el puente que une a Colombia con Venezuela, en Cúcuta, y ahí terminamos haciendo el montaje de un evento gigante”, recuerda Juan David Jaramillo.

Cuenta que Branson, decidido a ayudar, puso los recursos, pero a cambio pidió administrar la logística que necesitara el concierto.

“Él apoyó la gestión, logró conseguir patrocinadores que ayudaran para llevar a los artistas hasta ese punto. Branson es una de esas personas ambiciosas en sus visiones, con una capacidad de imaginación impresionante, y por quien finalmente se logró hacer con éxito el concierto. Fue una experiencia muy interesante, pero muy complejo a la vez en temas de seguridad y logística”, concluye el caleño.

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