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En cada área de servicio, salas de espera, pasillos y otras del aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón, se instalaron dispensadores de alcohol y gel para los viajeros y el personal operativo de ese terminal aéreo. | Foto: Foto: Jorge Orozco - El País

ECONOMÍA

El aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón se alista para su nuevo 'despegue'

El aeropuerto ya acondicionó sus protocolos de bioseguridad para atender en principio vuelos domésticos.

21 de junio de 2020 Por: Alfredo García Sierra- Reportero de El País

Desde que empezó la cuarentena por el covid-19 –hace alrededor de cien días— el aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón ha permanecido cerrado, excepto para vuelos humanitarios. Ahora, se alista para un nuevo despegue de sus operaciones.

El aeródromo, que durante el año pasado movilizó a 5,7 millones de pasajeros, ya adelantó la adecuación de sus salas, planta física y las áreas de abordaje para aplicar los protocolos de bioseguridad una vez se reinicien los itinerarios domésticos, ya que los internacionales se reanudarían en el mes de septiembre.

Para esta semana se espera una decisión de la Aerocivil, del Ministerio del Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, sobre su reapertura el 1 de julio, pues mantener inactivo ese complejo, aseguran sus administradores, tiene graves implicaciones para el turismo, el comercio y los negocios de la región.

“Lo fundamental es preservar la vida, pero todos necesitamos del aeropuerto, ya que mueve gran parte de la economía regional y del suroccidente colombiano”, señala Ricardo Lenis, gerente de Aerocali. En ello coincide la gobernadora Clara Luz Roldán, al indicar que “el aeropuerto es esencial para impulsar la reactivación económica del departamento”.

La Alcaldía de Palmira, lo mismo que la Gobernación del Valle y sus Secretarías de Salud han acompañado ese proceso.

El aeropuerto fue acondicionado con pantallas de protección en acrílico en los mostradores (counters) en los terminales nacional e internacional, dispensadores de gel antibacterial, jabón, tapetes de desinfección de calzado y lavamanos portátiles.

Esa labor se complementó con una señalización en piso para que los usuarios guarden el distanciamiento social en el momento de ser atendidos por el personal en tierra de las aerolíneas y en las áreas de recepción de equipajes.

Similar proceso tuvieron los pasillos donde funcionan los filtros de control y seguridad para el acceso a las salas de espera, a la vez que la silletería se sometió a demarcación para que se acate el distanciamiento. Allí algunos de los funcionarios, lo mismo que el personal médico y paramédico utilizarán trajes antifluidos para acercarse a las personas para un tamizaje no invasivo en caso de alarma.

Cabe recordar que el Bonilla Aragón fue el primer aeropuerto en contar con un cuarto de aislamiento para pasajeros con sospecha de Covid-19.
De igual manera, las bandas que transportan los equipajes hacia y desde las aeronaves serán sometidas a constante desinfección luego de la llegada de cada vuelo, indicó Lenis. Y como regla general, todos los viajeros que lleguen a las instalaciones del terminal aéreo serán sometidos a la toma de temperatura y no se permitirá el ingreso de acompañantes.

Por su parte, Luis Hernando Castaño, jefe de seguridad aeroportuaria del Bonilla Aragón, indica que “el terminal seguirá habilitado para los vuelos humanitarios, o para casos especiales de emergencia”.

“Los protocolos de bioseguridad –anotó- están diseñados con base en unos lineamientos del Ministerio de Salud, y focalizados en esencia en el distanciamiento social entre 1,5 metros y 2 metros, más el uso obligatorio del tapabocas, que es una responsabilidad individual”. La comunidad aeroportuaria, como proveedores de combustibles, locatarios y otros matricularon sus protocolos ante el aeropuerto y el municipio de Palmira, agregó.

Asimismo, en los locales solo podrán venderse alimentos y bebidas para llevar, una vez se haga la reapertura gradual de su actividad comercial.

El obstáculo de El Dorado

La reanudación de las operaciones domésticas se enfrenta a un gran escollo si no se coincide con la reapertura del aeropuerto El Dorado, el cual moviliza el 60% de todo el tráfico de Colombia.

Hasta el momento la alcaldesa, Claudia López, ha insistido en mantener cerrado ese terminal aéreo.

“Esa situación es complicada, ya que la mayoría de los vuelos domésticos llegan a Bogotá, o hacen escalas allí. Sin ese aeropuerto las operaciones serían muy restringidas”, resaltó Lenis.

Una alternativa para superar ese escollo es que se autoricen los vuelos nacionales entre las ciudades, es decir, sin pasar por Bogotá.

En ese sentido, el empresario y expresidente seccional de la Asociación Nacional de Agencias de Viajes, Anato, Harold Lozada, recalcó que “sin las rutas hacia la capital el panorama es muy difícil, y operar, por ejemplo, tres o cuatro vuelos por día resulta demasiado costoso en materia de personal, equipos y comunicaciones para la navegación aérea, no solo en El Dorado, sino en el resto de todos los aeropuertos del país”.

Las nuevas restricciones en los aviones

Los protocolos a adoptar tanto en los aeropuertos como en los aviones tienen como referencia los que se aplican actualmente en las grandes aerolíneas europeas y asiáticas (como las de Corea del Sur) dentro del regreso a la nueva normalidad para minimizar los contagios por el coronavirus.

De hecho, con esas medidas, en el Alfonso Bonilla Aragón se han manejado 13 vuelos humanitarios (de Spirit Airlines), saliendo de Cali hacia Fort Lauderdale (Florida), con base en acuerdos entre la Cancillería de Colombia y la Embajada de los EE.UU. exclusivamente para residentes y nacionales de ese país.

Lo cierto es que las distintas aerolíneas nacionales están ultimando sus protocolos de bioseguridad para recibir y despachar a los pasajeros en cada vuelo o itinerario.

En adelante, según se estableció, cada viajero será sometido a una última toma de temperatura antes de ingresar al avión, y solo se permitirá un bolso como equipaje de mano que deberá guardarse bajo la silla.
Los compartimientos superiores –que antes eran utilizados para maletas pequeñas y morrales— no se podrán utilizar. Todos los equipajes deberán ir en bodega sin excepción para prevenir el riesgo de contaminación.
En ningún avión se suministrarán alimentos, y no se dispondrá de revistas ni de audífonos.

Toda la tripulación estará dotada de trajes de protección, tapabocas y guantes. Será obligatorio que cada pasajero use tapabocas antes y durante el vuelo. Una vez en tierra, el avión será sometido a desinfección. Hasta el momento no se ha indicado qué nivel de ocupación de sillas tendrá cada aeronave para mantener el distanciamiento entre pasajeros y tripulantes.

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