La Calle de la Escopeta tendrá un nuevo “cielo” de colores; estos son los detalles

Luego de meses de trabajo colectivo, Cali está cerca de ser la primera ciudad de Colombia con un cielo tejido. La emblemática Calle de la Escopeta, ubicada en el centro de la ciudad, fue el punto escogido para alzar un tejido flotante y multicolor de 60 metros de longitud que transformará esta zona.

La iniciativa, denominada ‘Cali Entretejida’, es liderada por la Fundación Fanalca y la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali, con el apoyo de Piolas y Piolas, Manuelita, el Colegio Freinet Cali, la Secretaría de Cultura de Cali y diversas comunidades de tejido de la ciudad.

La presentación de la iniciativa será este 2 de septiembre en la Casa Museo Hernán Martínez. Y se prevé que el tejido sea instalado el próximo 23 de septiembre.

El proyecto nació en enero por iniciativa de Amparo Jiménez, quien se inspiró en los coloridos tejidos de pueblos en México, y quiso crear un espacio así en Cali. “Me lo imaginaba con mucha gente. Presenté la idea a la Fundación Fanalca y a la Sociedad de Mejoras Públicas y aprobaron el proyecto”, explicó Jiménez, en diálogo con El País.

“Escogimos la Calle de la Escopeta primero porque es patrimonio de nuestra ciudad. Y es una calle que puede caminarse con calma, además porque está rodeada de murales”, precisó la coordinadora del proyecto.

En las etapas iniciales del proyecto, se enfocaron en definir el modelo del tejido y en cuidar detalles como el tipo de hilo, buscando que no fuera demasiado pesado y que resistiera tanto la lluvia como el sol.

“Se escogió el ringlete, que es el símbolo que los padrinos entregamos en las macetas hace parte de nuestra identidad en Cali”, comenta Amparo.

Inicialmente, la figura fue creada por una tejedora del 7 de Agosto y, posteriormente, otra tejedora con conocimientos industriales mejoró la idea.

Y aunque la meta era recaudar 600 ‘grannys’, hasta este 1 de septiembre habían recogido 800. Cada granny es una unidad o pieza de tejido que luego se ensamblará en el tejido flotante.

En total, más de 500 tejedoras de Cali y de otras ciudades como Bogotá y Villavicencio se unieron para hacer realidad esta propuesta ciudadana.

“Lo más importante de este proyecto es el proceso que hemos tenido de voluntariado, de intercambio de conocimientos, de amor por la ciudad la mayoría mujeres compartir construyendo un regalo para la ciudad”, expresa la líder del proyecto.

En la capital vallecaucana, grupos de tejedoras se reunían en centros comerciales como Centenario y Jardín Plaza, en barrios y parques de la ciudad, para sumar sus ringletes.

La Sociedad de Mejoras Públicas también abrió sus puertas, y cada viernes se convirtió en un punto de encuentro donde las personas que se sumaron a la iniciativa se reunían a tejer sus ‘grannys’. En ese mismo espacio, se han recolectado muchas de las coloridas piezas que formarán parte del tejido final.

Finalmente, Jiménez destaca que lo más valioso del proyecto ha sido su proceso. “Nuestra sensación hoy es que cuando las manos se unen se puede transformar, cuando hay un lugar de encuentro donde todas podamos aportar nuestros saberes se puede cambiar algo”, dice.

En los próximos días, quienes participan en la iniciativa de forma voluntaria, seguirán hilando y diseñando el ensamble que en cuestión de semanas se convertirá en un cielo tejido para los caleños.