Colombia
Tumaco: la historia de un pueblo que renace ante cada golpe
Los desastres naturales y la violencia han abatido a su gente, pero la fuerza por salir adelante ha valido más.
“A Tumaco lo quemaron a la 1 y a las 2, a Tumaco lo quemaron a la 1 y a las 2. A las 3 de la mañana, unas mujeres lloraban: ¡Ay! Ya Tumaco se acabó. Vamos corriendo a la iglesia, el daño es pura alegría. Que Tumaco se acabó, que Tumaco se acabó, ¡ay! A la 1 y a las 2, a la 1 y a las 2, a la 1 y a las 2″.
Cada lancha sobre el agua y estaca de palafito se mueve al compás de este ritmo del Grupo Naidy, que le recuerda a los tumaqueños una de las más grandes tragedias que ha vivido este pueblo de tres islas.
“Contaban nuestros abuelos que en 1900 y algo sucedió el caso del incendio de Tumaco, ahí fue donde se quemó casi todo Tumaco porque no tenían bomberos, las casas eran poquitas de material, todas eran de madera”, cuenta Emilce Palma, una de las mujeres emprendedoras de la asociación Asopezconcha.
Las llamas se desataron en 1947 y fueron devastadoras. Algunas voces dicen que se consumió un tercio de Tumaco, otras, que el 80 % quedó reducido a cenizas.
“El fuego se generó y se fue regando. Se quemó la Alcaldía, eso corría la gente. Tumaco se acabó, decía la gente, pero a raíz de eso hubo personas que sacaron su pueblo adelante”, dice Emilce, refiriéndose a los padres y abuelos tumaqueños de la época.
Pero Tumaco ha sido muy golpeado por los eventos naturales. En la Casa de la Memoria, la joven Luisa Solarte, amante de la historia de su pueblo, cuenta que una vez esas islas se salvaron de un inmenso tsunami.
“El Milagro Eucarístico de la Ola, que sucedió el 31 de enero de 1906, es muy conocido para todos nosotros. Ese día hubo un fuerte temblor que hizo que el océano retrocediera un kilómetro de la playa, por lo que ya todos sabían que cuando eso ocurre, es porque un gran tsunami viene”, narra.
Una multitud de tumaqueños, junto a los líderes religiosos de entonces, llegaron a la playa a rezarle a Dios que los protegiera, y como si se hubiera levantado una pared invisible en las aguas, la gran ola nunca impactó.
Siete décadas después, nada pudo hacerse ante el terremoto y tsunami de 1979. Con una magnitud de 8,1 en la escala de Richter, las enfurecidas aguas destruyeron 1280 casas en Tumaco, se llevaron la vida de 38 personas y dejaron heridas a otras 400, según las cifras que registró la Defensa Civil.
Otra vez, “Tumaco se acabó”, como dice la canción. Pese a todo, los locales sienten que “Tumaco es hijo de Dios”, ya que ha permitido que el pueblo se sacuda y renazca de cada golpe.
Un libro titulado ‘Tumaco: haciendo ciudad’, cuenta que “de un incendio a otro, de maremotos en temblores, Tumaco renace después de cada crisis y se reconstruye”, y su gente lo siente así.
La herida más reciente que han sufrido es la que ha dejado la violencia. En la Casa de la Memoria se puede entrar con escalofrío a la Sala de las Víctimas, dedicada a las “personas que han sido asesinadas y desaparecidas vilmente”, explica Luisa Solarte.
Las cuatro paredes están repletas de suelo a cielo con fotografías de las víctimas del conflicto armado en Tumaco, junto a breves textos que dejan sus familias y que relatan los últimos momentos que pasaron al lado de sus seres queridos, y la manera como nunca volvieron a casa.
Pero esa historia de dolor va quedando atrás de a poco. “Estamos saliendo de todos esos temas y recuperando la bonita imagen de nuestro Tumaco. Cuando la gente viene a conocer, mira que la situación es diferente, nosotros vivimos sabroso en este paraíso”, dice Gladys Prado, del hotel Las Lilianas, dibujando una sonrisa en su rostro.
Hay que hacer memoria
La Casa de la Memoria de la Costa Pacífica Nariñense, además de ser un museo, es un lugar de formación e integración para jóvenes, niños y personas víctimas del conflicto armado.
Se trabaja en alianza con instituciones educativas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, para el beneficio de la misma comunidad.
“Lo que nosotros queremos es seguir visibilizando y que tengamos memoria de todos los sucesos que nos han ocurrido, que nuestros jóvenes y personas renacientes no pierdan de vista toda esta esencia, la cultura que nos ha caracterizado y toda la violencia en la que ha sido sumergida a Tumaco”, contó la trabajadora social Luisa Solarte.
El ‘Dream Team’ que baila para salir adelante
El baile es una de las mayores expresiones artísticas en Tumaco, no solo por el currulao que se enseña desde la entraña de las familias, sino que este pueblo también es la cuna del movimiento urbano y ritmos como la afamada salsa choke.
Hace casi 11 años nació la agrupación de baile ‘Dream Team’, con la ilusión de unir a los más jóvenes y apasionados por este sonido urbano.
“Le estamos apostando a crear espacios de sana convivencia, lúdicos y pedagógicos para jóvenes y adultos, y que ellos vean un poco de nuestras raíces, de cómo nosotros respetamos y hacemos fuerte a nuestro territorio, mientras tomamos a la danza como herramienta de transformación y de cambio”, expresa el joven Andrés Olmedo, director de la agrupación.
Ellos no están solos, en el camino se han creado otras agrupaciones de chicos que quieren bailar para divertirse y salir adelante.
Renacer Fénix, con dos años y medio de existencia, y Black Fury, creada hace unos ocho meses, se han unido a Dream Team para formar un gran colectivo urbano entre todos.
En total, son 45 los chicos entre los 9 y los 23 años de edad que han encontrado en sus pies el ritmo para enaltecer la cultura local y evadir la violencia.
“Nosotros vemos que la danza es ese lugar para escapar de los grupos al margen de la ley, todos los conflictos sociales que hay en nuestro territorio. Es la manera en la que nosotros le estamos haciendo frente a esto”, añade Andrés, coordinador del colectivo.
Ahora el propósito de estos chicos es sobresalir en lo que saben hacer. Se especializan en el baile urbano y todas las ramificaciones que este tiene: break dance, hip hop, el afro contemporáneo, la salsa choke y, por supuesto, la danza contemporánea.
El Dream Team ha estado en importantes competiciones, como la Gran Copa de Bailarines que se celebró en Armenia (Quindío), donde salieron campeones en su categoría.
También han estado en el Barbacoas Tiene Talento, representando a Tumaco, en el concurso All Dance y en el evento Talento Pacífico, realizado en Buenaventura. El objetivo más próximo es volver a la Gran Copa de Bailarines como agrupación y, por supuesto, llevarse todos los galardones posibles.
*Estos informes se realizaron con el apoyo del programa Destino Naturaleza de USAID Colombia y de la aerolínea Satena. @usaidcolombia @destinosemergentescolombia #DestinoNaturaleza #DestinosEmergentes