Y llegó a la Fiscalía General el remendado y muy chuzado expediente contra el expresidente Uribe que, según mi amigo lúcido analista Marco Tulio Lora Borrero, debía estar ahí hace muchos meses. ¿Hubo garantías y respeto a la defensa al expresidente Uribe? Respondan ustedes, lo mío es “el derecho que protege a las mujeres divorciadas y a las esposas maltratadas”. Punto.
Si viviera Jairo Varela le pediríamos un gran concierto para celebrar que pasaron los días asustadores del bicho-virus. Se acabó el encierro y los que vivimos en el frío bogotano alistamos viaje a tierra caliente y Cali es mi destino. Se acabó el encierro que arregló millones de matrimonios y de carambola llevó a varios millones de parejas a decirse: “Debemos admitirlo, este matrimonio ya no funciona”.
Toca lamentar esas rupturas de parejas porque, según el experto en matrimonios, pianos y boleros, Mario Fernando Prado, “separarse es un pésimo negocio y se da por falta de autocrítica en las parejas”. Le faltó algo ‘líder’, le faltó decir que hay maridos que son súper malgeniados dentro de la casa pero alegrones con los amigos y ahí la perdedora es la esposa-compañera. Punto.
Mucho daño en su imagen internacional y nacional le hizo a Cali el publicitado crimen de los cinco muchachones en ‘Llano Verde’. Fue un acto criminal de unos bellacos pero no fue “una masacre con raíces oscuras” como muchos colegas informaron. Por eso, unos ‘ultras ruidosos’ gritaron por las redes que eso podría ser “producto de la guerra del gobierno a los maleantes porque Cali es una ciudad de alta peligrosidad”, algo exagerado, mentiroso y poco cierto.
Buenas buenas, abiertos los restaurantes y bares pero es una idiotez descomunal prohibirles que vendan licor a tomadores moderados. Un almuerzo, cena o noche de bares, exige unas tres copas para suavizar la charla y espantar la timidez. Mis tímidas amigas: Sandra, Ángela, Manuela, Lula, Juliana & Cia., censuramos la prohibición porque “un traguito nos baja el tímido y nos hace hasta cantar rancheras deliciosas”. Punto.
A cuidarse, a trabajar porque en un Festival de San Remo, se ganó el trofeo Nicola Di Bari con una balada que dice: “Quien no trabaja no hace el amore” y quien no hace el amore se pone malgeniado, algo fatal después de la pandemia. Toca vivir en buena nota casi alegre, ya pasó lo gravísimo y colorín colorado.