En Cali hubo llanto, dolor y pena cuando un toro mató a Paquirri. De todas las emisoras y periódicos llamaron al sabio taurino, al Gallego Blanco para que contara anécdotas de su torero amigo Paquirri. No soy taurino porque boto galones de adrenalina cuando el cacho sucio del toro roza la femoral del nervioso torero. Y hay corridas que son un bostezo. La paella y el vino tinto sí tienen mi bendición.Taurino que no sepa quién es Isabel Pantoja no es taurino. Isabel Pantoja, la viuda del torero postinero, Paquirri. Ella va para la cárcel porque se enamoró de un político casado y español, bandido, grotesco y serruchero. Un chorizo que se embolsilló mil millones de euros en Marbella, la andaluza, fortín del jet set internacional y de bandidos de todo el mundo. Ella le escondió cien millones de euros y pasó a ser cómplice del peculado multimillonario. Le pasó eso por ambiciosa, por lujuria de millones.Los taurinos Felipe Negret, Enrique Vargas Lleras, más Carlos Jorge Garcés y los monarquistas dueños de la Plaza de Toros caleña, lo lamentan por Paquirri. Pero ella escondió millones de euros robados por su amante Julián Muñoz, un avionazo que en el baño de su casa tenía colgado un cuadro de Miró, mi preferido pintor, el sabio mallorquín que pintaba mejor que Picasso.Hace 27 ó 29 años en el bar Chispas del Hotel Tequendama estábamos Pardo Llada, Jesús Olazábal, Rita Restrepo, Dora Franco y este servidor, Poncho Rentería, entonces parlamentario juicioso. Full sorpresa, llegaron al grupo el torero Paquirri y su amigo Vicente Gallego Blanco quien, por ser español profundo y sabedor de toros, fue un consentido de los toreros y empresarios españoles. Incluso, se los acercó a los periodistas colombianos para aquello del sobre, el coqueto sobre repleto de boletas que erotiza a miles.Pardo Llada y yo que fuimos súper íntimos por 35 años, todos los días comentábamos por teléfono el chismononón del día y repetíamos: Hay que oír la versión del talentoso Gallego Blanco. Si, él lo sabía todo y sigue franquista, amigo del orden y la autoridad, declarado enemigo de las Farc y de los malos alcaldes de Cali. Un fenómeno El Gallego Blanco, una inteligencia asombrosa, un tipo de leyenda que divirtió e informó lúcidamente por 45 años a los futboleros y taurinos de Cali y de Colombia. Olé y olé por el Gran Gallego Blanco.