La muy agrícola Caja Agraria fue saqueada por potentados, no por campesinos pobres. Con el Idema pasó lo mismo y sabemos de grandes fortunas que nacieron allí a raponazo y robo. Los chanchullos al Incora y los sabotajes a la Reforma Agraria que dejó el muy sensato expresidente Carlos Lleras nos trajeron estas tempestades. Y ahora nos estallaron esas malas herencias. Mi amiga politóloga compraba una pepita tranqulizante porque en Bogotá anuncian bloqueos, cierres, pedreas, tragedias, escasez de víveres, leche, papa y similares. Me dijo ella: Es penoso el aguacero publicitario llamado Prosperidad para todos. Prometerle prosperidad a un campesino que vive en choza boyacense o nariñense, suena cruel. Ni siquiera le dan abonos, azadones ni semillas ni agua potable. ¿Culpables? Los sabios en el poder que a los laboratorios poderosos les dejan ganar el mil por ciento. Aterrizemos: doloroso ver los aguaceros de piedra a los sencillos policías que no son agentes del imperialismo yanqui ,son muchachos humildes que no tuvieron con qué ir a una universidad ni a un colegio privado. ¿Por qué incendiar taxis y camiones? ¿Por qué tan poca protesta ante el asesinato de 14 soldados el sábado? Opinen ustedes. ¿Qué dice el exministro de agricultura Juan Camilo Restrepo?, que se fue y sus asesores le fallaron por ineptos. Me sumo a las palabras de la negrita Nieves, la talentosa que habla por Consuelo Lago, que en la caricatura le dijo a su amado: Mira Hétor, esto está muy maluco, la gente está nerviosssissiisima. Y no exageró Nieves.Enterérense: nació otro súper-poder y es el de bloquear carreteras. Es facilito: ocho tipos tumban un árbol, gasolina y fósforo sobre dos llantas viejas. Y la médica Angélica me dijo: Inhumana la pedrea a los Policías, a esos jovencitos que llevan días cuidando que la ira camionera o papera no llegue a la ciudades. Al decir de mi amigo izquierdista y sensato, fue una gran estupidez de la guerrilla matar el sábado en Arauca a 14 soldados.Todo muy enredado, son 787 los dirigentes del paro y la mitad exige ver personalmente al presidente Santos quien toca admitirlo, hace lo que puede, y no es rumbero o inexperto en el poder. Lleva mil días de presidente y mala suerte, se le juntaron los males y hubo docenas de gremialistas ambiciosos que le sembraron zancadillas. Y la pregunta del millón: ¿Hay politólogos y seudo-estadistas que les gustaría tumbar a Santos? Sí y pilas, lo reemplazaría el patriarca Angelino Garzón o una Suprema Junta Civil donde estarían los dirigentes paperos, lecheros y camioneros. ¿Esa sería la solución? Opinen. Dicen que la papa engorda, los dietistas la prohiben, las bellas modelos y las reinas no la prueban ni untándola con caviar del Báltico. Y vaya ironía, por la papa nos llegó este duro problemón.