La Laguna Avispal,  ubicada en el corregimiento Quinamayó, de Jamundí, permanece cubierta desde hace más de 20 años de la planta 'azolla', que genera una coloración rosada. Casi como una alfombra sobre el agua.

El curioso aspecto de la laguna también implica inconvenientes ambientales para el ecosistema, por limitar la entrada de oxígeno y luz al cuerpo de agua, administrado por la CVC. 

Sin embargo, también tiene aspectos positivos como la reducción de la radiación solar, que en temporada de verano tanto daño le hace a algunos peces.